40. AVRIL

24 de octubre

AVRIL

—No iré.

 —Irás, aunque tenga que buscarte yo mismo —a firmeza en la voz de Donnan me hace soltar un resoplido.

—Donnan, estoy muy ocupada y… —Miro la pila de libros que aún tengo por acomodar—: Debo terminar varios proyectos para la próxima semana, no creo que pueda ir. Me he apuntado a un curso de cocina y también necesito ir a comprar varias cosas para las clases, además…

Te va a crecer la nariz como a pinocho, Avril Caroline.  

Aunque es cierto lo del curso.

—Bien, ya entendí, respira un poco —intenta sonar serio, pero la diversión en su voz es evidente—: Es mi cumpleaños, Avril, más te vale que estés ahí.

—¿Y no puedes solo esperar hasta ese día para conocer mi respuesta? —Acomodo uno de los auriculares inalámbricos que se resbalaba mientras continúo empujando el carrito con los libros.

—No, soy curioso y me gusta estar seguro de las cosas —Sé que solo lo dice por molestar, así que, me muerdo la lengua para evitar decir algo que sé que lo haría molestar. Donnan continúa parloteando un par de cosas más, pero lo ignoro cuando una de mis compañeras me hace señas para que me acerque a ella, hago lo propio rodando el carrito por el pasillo. Retiro un auricular y me inclino hacia ella; me comenta un par de cosas que debo hacer luego. Vuelvo a colocarme el auricular cuando ella se aleja.

—Disculpa ¿Qué decías?

—No faltes, Avril.

—Te lo dije, Donnan Preston —remarco su nombre con burla—: No sé… —Finaliza la llamada dejándome con la palabra en la boca.

Será hijo de…

Resoplo una vez más. Me quito ambos auriculares, los cuales guardo en mi bolsillo para poder continuar con mi trabajo.

En un par de días será el cumpleaños de Donnan, del chico que tiene a tres mejores amigas casi babeando por él ¿Qué hechizo nos hiciste Donnan? ¿Cómo lograste hacer tambalear nuestra pirámide de amistad? Donna dice que odia los números impares, pero nosotras siempre hemos sido tres; no dos, no cuatro. Tres, cuya palabra tiene cuatro letras y tal parece que el universo pensó que, al igual que esta, necesitábamos a alguien más.

Quiero ir a su cumpleaños. Por los cielos ¡Por supuesto que quiero ir! ¡Es Donnan!

Por otro lado, estoy emocionalmente inestable por presentarme allá sin que hable primero con Donna, porque de alguna manera, siento que estoy traicionando a mis amigas. La discusión con Victorya fue un fiasco y quizás, solo quizás, si le explico a Donna lo que sucedió y ambas concretamos que lo que pasó no es culpa de ninguna, porque nadie imaginó terminar cayendo por ese mismo par de ojos ámbar que hacen temblar a cualquiera, podamos encontrar una solución a todo esto.

Debo decírselo a Donna, antes de que alguna salga lastimada.

Un chico cruza a toda velocidad por mi lado, chocando con el carrito. Se detiene un segundo después, gira sobre sus pasos y me mira fijamente con la respiración acelerada.  

—¿Tú eres Avril Hall?

Lo miro extrañada.

—Sí…

—Esto es para ti. Firma aquí, por favor —Se acerca para entregarme una caja rosa con un lazo blanco y una pantalla electrónica en la que dejo mi firma.

—Gracias —Se la devuelvo y él se aleja trotando por el pasillo.

Coloco la caja sobre el carrito, paso mis manos por el listón que la adorna. Nada me da un indicio de lo que pueda ser, así que, con cuidado, desarmo el lazo y quito la tapa, aparto el papel blanco y mis ojos caen directos sobre una libreta rosa pastel sobre la cual está pintado a mano un girasol. Al abrirla, descubro una nota en un papel aparte.

Sé que no eres de rogar y que te encanta matizar.

Sé que el té por la mañana no puede faltar.

Y que tus ojos brillan cuando hablas de más.

Sé que la isla misteriosa te atrapa sin apenas mirar.

Y que las historias que cuentas pueden brillar.

D.

Mis labios se separan de forma inconsciente y, de pronto, el fuego aparece en mi estómago. Por favor, Donnan ¿Cómo quieres que tenga cordura si haces este tipo de cosas? ¿Cómo no quieres que las personas te quieran? Si con este tipo de detalles, o con el simple sonido de tu voz logras acaparar cada una de las almas en la habitación.

Ahora no me extraña que mis amigas también se hayan enamorado de ti.

Saco mi teléfono justo cuando una nueva notificación llega y el rey de roma se asoma.

De: D

Solo espero, mi querida espanta pájaros, que te haya gustado.

3:26 pm

De: Espanta pájaros

¿Estás de broma cierto?

3:26 pm