La teoría de 3+1

53. VICTORYA

7 de noviembre

3:24 pm

 

VICTORYA

Creí que era tu favorita —el susurro sale de mis labios como si me faltara el aliento y lo único que hicieran mis pulmones es estrujarse en un intento de mantenerse en función.

La suave melodía no se coordina en lo absoluto con los movimientos agitados de mis brazos que sostienen el peso de las mancuerdas de la máquina de ejercicio. Flexiono una vez más mis codos, permitiendo que el peso logre una mayor contracción de mis músculos, vuelvo a subirla, descanso y exhalo por la boca.

Cierro los ojos con fuerza justo en el momento en el que una nueva canción comienza a sonar a través de mis auriculares. Igual de lenta que la anterior.

¿Por qué no dijiste la verdad? ¿Por qué no dijiste que no pasó nada?

No sabía lo que era tener el corazón roto hasta ahora.

Nunca había experimentado tal sensación, ni siquiera con mi antigüo ex. Pero con Donnan, todo es diferente.

El entrenador encargado se acerca a mí para que le ceda el turno a otra persona. Me levanto con los músculos de mi espalda tensos, ni siquiera el ejercicio ha funcionado hoy para distraerme y escuchar a Taylor Swift de fondo tampoco ayuda.

Me inclino para recoger mi botella de agua y un pañuelo para secarme el sudor del cuello. Bebo un largo trago de esta, cuando la sensación de calor de disipa, mis ojos recorren cada esquina del gimnasio con mi aire masoquista murmurando a mi oído, porque sí, estoy en busca de Donnan.

Díganle como quieran, pero me niego a renunciar a él.

Luego de todo lo que pasó en la noche de su cumpleaños. Ambos estábamos un tanto ebrios, pero eso no quiere decir que no haya valido la pena. Mentiría si digo que no estoy enojada, cuando desperté, Donnan no estaba y me dolió, me dolió mucho su ausencia.

Pero más me dolió la mirada de Avril cuando me enseño las fotografías.

No alcanzo a controlar mis malas reacciones, a pesar de que lo intento con toda mi alma. La verdad, es que todo se debió a la bendita fotografía. ¿Quién la tomó? ¿Por qué? ¿Cuál fue el punto?

Es algo que me tiene muy intrigada y quizás, sea la razón de mi mal humor.

Si esa fotografía se llega a publicar en redes, va a armarse un escándalo en mis perfiles y no solo yo, Donnan y nuestras familias van a ir incluidas.

Relamo la rebelde gota de agua que se escapa por mi comisura y suelto el aire.

Llamé a Alice hace rato con la intención de preguntar si sabía del paradero de hijo, quien ha estado ignorándome desde ayer y, según la información que me proporcionó, Donnan debería estar aquí.

Me dispongo a recoger mis cosas y marcharme a casa, aunque se haya vuelto una locura estar ahí. Miradas desafiantes, tensión a la hora de hacer cualquier cosa, maniobras evasivas entre nosotras.

Nunca fuimos así y tengo miedo de que esta nueva situación no pueda cambiar.

Mi vista se clava justo a través del cristal de las ventanas del gimnasio y un escalofrió me recorre el cuerpo cuando veo la camioneta blanca aparcada del otro lado de la calle. Torso el cuello hacia un lado y trago con fuerza.

Esto no me gusta, no me gusta para nada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.