Cada mes no mentira cada tres meses en la época del cambio de estación , acompañaba a mi abuela a una tienda muy particular.
Estaba abierta solamente una semana en como ya dije la "época de cambio de estación", y sacando la cuenta: serian cuatro semanas dando lugar a 28 días, un mes en todo el año.
El lugar era encantador; sus seguía la hilera adosada de negocios con un frente hecho de bloques individuales de madera colocados uno encima del otro que según la época cambiaban de tono y hasta de color, unas grandes vidrieras que te transmitían la curiosidad de lo que había en el interior, al poderse ver las majestuosas plantas y móviles flotantes. Al otro lado tubos de ensayos, pipetas, probetas y cosa por el estilo. al entrar te encontrabas con olores que de la nada te hacían encontrar una paz.
Ya al estar dentro y las puertas cerrarse era cuando todo empezaba a moverse, el lugar era grande, mas de lo que te puedes imaginar. Había un pequeño recinto que era el que se iba desde afuera donde estaban esas hermosas especies de arbustos, con césped con la orilla empedrada.
Mi abuela nunca me soltaba la mano, y no le reclamo nada niño es niño siempre uno con sus travesuras, ademas también porque me podía perder. Los móviles tomaban vida y dejaban de estar inmóviles en el aire como globos al aire.
Cosas y cosas se animaban con su libre albedrío. habían puertas huecos y muchas partes secciones y desniveles en solamente todo ese espacio, distintos tipos de pisos paredes y muchas cosas. Al final de la tienda había un señor, mas bien, no si un señor; lo podía decir por sus mechas plateadas en el pelo, pero su rostro se veía joven y siempre miraba desde el mostrador con las manos entrelazadas con una gran sonrisa.
La mayoría o mayor parte de las veces el lugar estaba lleno de personas y niños que jugaban por todo el lugar, pero no yo.
Después de crecí y tenias como que eran 9 años, es cuando las cadenas hablando simbólicamente se rompieron hubo un sonido un poro ridículo de mi parte, en se momento fui a investigar el lugar en el cual había estado circulando y como antes lo había mencionado era "mas grande de lo imaginado " eso aprendí, ya que siempre seguía el mismo pasillo pero no esta vez ¡no! me dirigí a ese jardín botánico: en el había una pequeño túnel oculto cubierto con algunos helechos, el túnel era rocoso y rustico, en el cual estuve merodeando por un largo rato hasta encortar una pequeña luz, la cual me segó, levante mi brazo para mitigarla y salí; a un lugar con el sol en su máximo esplendor, parecía estar en una colina ya que había un gran bosque, el cual no le hallaba fin. me dí la vuelta y volví por el túnel hasta la tienda.
Estaba completamente asombrado.
Aquí había tantas cosas que no me daría tiempo para nombrarlas(creo que esos seria una perdida de tiempo). Desde allí le empece tomar aun mas cariño al lugar ya que estaba literalmente fascinado con todo.
Escuche el llamado de mi abuela y rebusque entre la cosas y la gente con la mirada hasta encontrarla junto al mostrador. Fui hasta ella.
- hola chiquillo - Me dirigió la palabra el hombre al acercarme. jamas le había ni me había dirigido la palabra, siempre me había prestigiadora solo acompañar ami abuela. - ¿como te llamas? - Me escondí detrás de mi abuela en ese momento.
- no te escondas sami... - Me aferre mas a ella,hasta que me tomo y me coloca delante de ella.
- no temas,yo soy el señor Iuston, - extendió su mano. - Mucho gusto. - Se la estreche y me vino un pensamiento. - ¿y tu eres?
- llámeme sami...- Dije con una pizca de confianza y un tono de ternura.
Mi pensamiento tan simplista y excéntrico hacia la tienda se reestructuro completamente,ahora no era solo una tienda de magia ahora era la tienda del señor Iuston el lugar mas increíble que pude haber conocido. ¡Gracias!
El año siguiente cuando se aproximaba la época invernal, me encontraba en el bus junto a la abuela, mirando por la ventana, tenia mi abrigo,estaba empezando el frió que día tras día se iría acentuando. Estaba muy emocionado las vísperas navidad se acercaban en conjuro con la nieve, estábamos aquí para ir ala tienda del señor Iuston la abuela necesitabas comprar unas cosas que necesitaba y ademas de eso, le venia a entregar un obsequio que que le quise dar. - Lo pensé entre mi sobre el comportamiento de el había mi había sido muy cariñoso y eso, ademas que la ultima vez que estuve allá me regalo una cadeneta colo terracota con u dije en forma de búho . - Con mis propias manos le hice un porta retratos de papel, no me imagine que el origami era mi fuerte,ademas de que no sabia que mas hacerle, lo adorne con dibujos, no era un picaso ni nada parecido pero hice mi mejor esfuerzo.
Bajamos del bus y nos encaminarnos dos cuadras de la avenida estela, - Caminando unas cuadras mas allá te encontraba con una plaza la cual no recuerdo el nombre pero llegabas allí sin perdida. Antes de entrada a la tienda estuvimos en una cafetería en la esquina unos negocios antes e la tienda; tomamos un café con leche acompañado de pan y galletas, con esa espuma.. mientras criticaba a gran escala la paleta de colores tan muertos, - Y estaba casi seguro que ella misma estaba en su mente pintando el lugar. - Tenia una cara de realización muy rara, lo único que yo demedia ¡las mesas de caoba! que era lomas lindo del lugar.