Bienestar

En su pueblo encontraron a Esperanza, una mujer de edad indefinida que ayudaba a todo aquel que salía de las torres.

La torre es solo para aquellas personas que sufrieron mientras estaban lucidos en el pueblo, las torres fueron creadas para que esas personas que sufrían en sus almas tuvieran un lugar para sanar, un lugar para reflexionar, se les borraba la memoria para que sus mentes no les jugaran una mala pasada en la torre, muchos no volvían, ya que se perdían en la oscuridad del último piso, pero otros salían y buscaban luchar. Ambas decisiones en la torre requerían de gran valor, ninguna de las dos era fácil.

Andrea había entrado en la torre por abuso ejercido por su pareja, jamás le contó a nadie, sus padres se dieron cuenta cuando ella casi muere una noche.

Esmeralda, la mujer de mediana edad rellenita, había entrado a la torre por su baja autoestima al mucha gente tratarla con comentarios ofensivos por su cuerpo.

Marcos, el niño de no más de 8 años había sido maltratado por sus compañeros de clases, estuvo al borde de la muerte mediante sus propias manos.

Carlos, el hombre mayor, había llegado a la torre por su soledad al sus hijos no visitarlo ni siquiera para las festividades.

Todos llegan a la torre por diferentes motivos, pero lo que realmente importa es que quienes lleguen ahí puedan salir y buscar ayuda, pedirla no te hace débil, de hecho te hace más fuerte, No creas lo que te dicen, no permitas que te digan loco por pedir ayuda, no permitas que te digan que tus problemas no son terribles porque solo tú sabes lo que sufres, confía en quienes crees que te apoyaran, no estás solo porque siempre hay alguien para ti, puede ser un amigo, tu primo, tus padres, en cualquiera que confíes, pero pide ayuda, pedir ayuda no te hace débil, te hace ser una persona consiente de tus capacidades, las personas no somos indestructibles y menos cuando nuestro interior está en ruinas, busca la verdadera felicidad y nunca olvides esa sensación porque cuando vuelvas a caer porque lo harás, levante con más ganas para volver a esa felicidad, sé Feliz, nunca dejes que nadie te destruya.

Luego de muchos meses Andrea fue feliz, ya no sufría, pudo reencontrarse con sus padres y nunca más se separó de aquellas personas que la apoyaron en sus momentos difíciles; Esmeralda, Carlos y Marcos, se habían vuelto grandes amigos y ya no podían separarse. Entre ellos se curaron y ahora estaban bien, sus ropas ya no eran grises, eran de colores brillantes, la alegría les había llegado, después de todo esa era la función de la torre, hacer que las personas volvieran a su estado natural de felicidad.