Tire mi bolso sobre el sofá y rápidamente saque mi móvil. Le envié un mensaje a Nelly avisando que ya me encontraba en casa y que podía pasar a buscarme. Estaba un poco ansiosa porque el mensaje de la novia de Mauro llegará, pero nada. Quiero abofetearme por no pedir su número para ser yo la primera que enviará un mensaje. No me había dicho prácticamente nada, pero yo sentía que había algo detrás al decirme que Marlon no es lo que aparenta. Estaba deseosa por saber quién era aquella mujer que me lo había arrebatado todo. Y pues nada, no rebajaría mi orgullo haciéndole un escándalo porque claro, lo que yo debía hacer era invitarle un maldito café a esa mujer y agradecerle por abrirme los ojos y dejar de ser la misma estúpida que fui por casi cuatro años.
—¿Regresaste temprano?.
Mi abuela se tallaba los ojos y traía puesta la pijama de dormir.
—Si algo, tuve una ligera discusión con Marlon pero estoy bien.
Mi abuela negó un par de veces y paso de largo para llegar hasta el refrigerador y de el sacar un cartón de leche para servirselo en un vaso.
Guardo el cartón de leche una vez que
lo desocupó y vino a sentarse justo a un lado mío.
—¿Que vas a hacer Mayte?.
Solté un suspiro guardando algunos momentos de silencio, todo este asunto comenzaba a fastidiarme y sobre todo por la fabulosa idea de mi abuela al querer hablar siempre de eso cada que tiene oportunidad. No quería hablar de eso, estoy luchando y dando todo de mi para llevar este tema de la mejor manera y sin embargo no podía olvidar que lo que estaba haciendo estaba mal.
—Ya no quiero hablar sobre eso...
—Pues lo siento mucho señorita, pero no puedo permitir que sigas con eso. ¿Por qué insistes en hacerte aún más daño dime?.
—Porque si solo mando al infierno al imbécil de Marlon no voy a encontrar la calma y la paz. Quiero que sufra...
—Eres una necia. Pero no voy a interferir en tus planes cariño, solo quiero que estés bien.
El tono de llamada de mi celular me sacó de mi trance, saque mi móvil y vi que se trataba de Nelly. Sonreí como una boba y atendí de inmediato.
—Nelly...
—Si, estoy afuera de tu casa.
—Dame un segundo, ya te abro.
Colgué con una sonrisa en mi rostro y dejé mi celular en el sofá. Mi abuela me miraba con atención, como si intentará descubrir algo pero no me dijo nada.
—Abuela, ¿Puedo pasar a Nelly?
Mi abuela parpadeó un par de segundos, se lo pensó demasiado pero termino asintiendo. Corrí con demasiada prisa para abrirle a Nelly. Para mí sorpresa ella traía en su mano una rosa. Sonreí mirando a Nelly queriendo preguntar a qué se debía pero ella contestó antes de que preguntará.
—Se supone que ésto— señaló la rosa que tenía en su mano izquierda —es lo que debo hacer ¿No?. Ya sabes, se supone que soy tu novia, o ¿Debería llamarme amante?. Jaja como sea, toma...
Tome la rosa y me hice a un lado para que ella pasará por delante de mí. Nelly parecía muy tranquila hasta el momento en el que miró a mi abuela sentada en el sofá. Se detuvo y giro para darme una mirada cargada de reproché, creo yo por no haberle dicho que mi abuela se encontraba en casa y sobre todo porque estaba justo en la sala, mirándonos a ambas con atención.
—B-buenas noches. Ah, yo soy Nelly y soy amiga de Mayte...
—Buenas noches Nelly, adelante siéntate como en casa.
Nelly estaba por sentarse pero me adelante ganandome una mirada de sorpresa por parte de mi abuela.
—No, de echó yo tengo que platicar unas cosas con Nelly y planeó llevarla a mi habitación si no te molesta.
La peli roja me miraba constantemente sin comprender.
—Ok está bien, ya tendré tiempo para interrogar a esta jovencita.
Caminé por delante de Nelly para que me siguiera hasta mi habitación y aún que tardo un poco en hacerlo me siguió. Abrí la puerta y me hice a un lado para que ella entrara primero.
—¿Que sucede?.
Preguntó un poco confundida.
—Bueno, es que necesito decirte algunas cosas que no puedo decirte frente a mi abuela porque ella va a regañarme y ya estoy un poco fastidiada de eso.
Ella comenzó a reír y con mucha confianza se sentó en el borde de mi cama mirándome con una sonrisa.
—¿No la pondrás en agua?.
Entre cerré los ojos sin entender hasta que ella me señaló la rosa que ahora estaba en mi mano. Me sonroje de inmediato sin saber en qué dirección mirar, tal vez traerla a mi habitación no había sido la mejor de las ideas.
Tome una botella vacía que se encontraba en mi tocador y de inmediato fui al baño para echarle una cantidad de agua considerable y allí poner la rosa.
—Gracias— me dijo sin apartar la vista de mí. —eso ayudará en caso de que quieras que te dure algunos días y si no, supongo que puedes tirarla a la basura en cuanto me marche.
—¿Piensas que voy a tirar la rosa que me acabas de regalar?.
—Bueno tampoco es como que yo lo afirmará. Pero bueno, ¿Que eso de lo que quieres hablar?.
Le relate a Nelly lo sucedido para ponerla al tanto, claro que con quién debí hacerlo primero era con Sasha pero me moría de ganas por ver a Nelly. Ella escuchaba atentamente sin intervenir en ningún momento lo que yo le iba contando, desde la charla que tuve con mi abuela aquella noche que casi nos besamos hasta lo que había sucedido hoy en la fiesta con Marlon. Ella comenzó a reír cuando le conté de mi pequeña pelea con el al verme tan entretenida charlando con alguien en el celular, y a su vez me dijo sentirse alagada por elegir venir a mi casa para charlar con ella en lugar de irme con mi chico a dormir en su apartamento. Se mostró igual de sorprendida que yo cuando le conté acerca de la novia de Mauro y que hasta el momento ella no se había comunicado.
—¿Y estás segura de que ella sabe quién es esa chica?.
—No lo sé Nelly pero supongo que sí me dijo que mi novio no es lo que aparenta, debe saber que me engaña y con quién.