Nelly me miraba de manera neutral, no la conocía del todo bien pero podía estar segura de que algo no andaba bien. No tenía idea de que preguntarle fuera una buena idea, así que opte por no decir nada.
—¿Por qué no nos conocimos antes?.— le pregunté con una sonrisa para tratar de romper el silenció. Aparte la mirada para mirar hacía el frente, mi mirada se perdía y como si fuese un imán, no podía apartar la mirada de aquella mancha roja de su cuello.
Hizo una mueca y tomo mi rostro para que la mirará de nuevo. Me besó repentinamente. Aquello me gustaba y disgustaba a la vez, no entendía como podía estar entregando mis sentimientos a una chica que ni siquiera conocía del todo bien. Era demasiado tarde para remediar mi error, debí imaginar desde el primer momento que era de ese tipo de personas que causan una buena impresión y es difícil de sacarlas de tu vida. No importa cuan fuertes fueran mis sentimientos por ella, al final también terminaría por romperme el corazón.
—Nos conocemos ahora y eso es lo que importa Mayte.
Me regaló una sonrisa de medio lado.
Mucha gente nos miraba al pasar por nuestro lado. La brisa en la ciudad era fresca y la noche era magníficamente perfecta. Mire aquellos ojos que tanto me enloquecían últimamente.
—Si, las únicas personas que consideré importantes en mi vida hasta hace poco eran Sasha, mi abuela y mi novio. Ahora solo me interesan Sasha, mi abuela y tú...
Ella me miraba con asombro y no era para menos, me estaba exponiendo más de lo debido así que rectifique.
—Digo, ya sabes tú me estás ayudando y eso hace que formes parte de las personas que son importantes en mi vida.
Sonrió mientras asentía y tomaba una de mis manos entre las suyas. Estuvimos hablando un largo rato, tanto que ni si quiera nos percatamos que eran las doce de la noche. Nelly insistía en que podía marcharse así, que caminando pronto llegaría a su casa pero yo no iba a permitirlo.
—Puedes quedarte conmigo si quieres...
Su rostro permaneció serio y puedo asegurar que incluso aquello le provocó nervios, y no la culpó. Dormir juntas me causaba un poco de inquietud, pero no permitiría que se fuera a altas horas y en medio de la oscuridad de la noche.
—No te preocupes Mayte llegaré en una hora si me doy prisa. Abordaría un taxi, pero me he dejado las tarjetas y el dinero en mi casa.
—No creó que esa sea una buena idea Nelly—. Me levanté de la banqueta y tome su brazo para que entrara conmigo a mi casa.
Ella soltó una carcajada y comenzó a reír. Ambas guardamos silenció al entrar ya que mi abuela se encontraba dormida y lo menos que deseaba era despertarla y que me atacará con preguntas.
La lleve escaleras arriba para llegar a mi habitación. Ambas entramos y ella me soltó. Se sentó en el borde de mi cama mientras me observaba algo curiosa.
—¿Que sucede?.
Pregunté algo nerviosa al notar que no me quitaba la mirada de encima. ¿Que estará pasando por su cabeza ahora?.
—Nada en realidad. Es que esto es un poco extraño, no creí que me invitaras a dormir contigo.
Yo me encontraba del otro extremo de la habitación mirándola a través del espejo del tocador. Me estaba retirando los aretes para ponerlos encima del tocador.
—¿Y por que no iba a hacerlo?.
Ella se encogió de hombros intentando encontrar respuestas.
—No sé, pero es extraño.
Me dí la vuelta para mirarla. Tomé una liga y me ate el cabello en una coleta de caballo. Me acerque al armario para sacar de el un pants y una blusa cualquiera a Nelly para que durmiera más comoda. La mirada de Nelly me perseguía por toda la habitación, observaba con atención todos los pasos que daba.
Aún cuando ya me encontraba caminando hacía ella para darle la ropa ella continuaba mirándome.
Le di la ropa y ella la coloco sobre la cama.
—El baño está saliendo de la habitación a la derecha, por si quieres cambiarte o tomar una ducha antes de dormir.
—Gracias quizá tomé una ducha cuando estés dormida.
Me quedé inmóvil, era difícil no perderse en esa mirada.
—¿Crees que te he invitado a dormir para hacerte algo malo?.
Poso ambas manos en mi cintura para hacer que estuviera más cerca de ella. Abrió las piernas para que el contacto fuera más cerca.
—No lo sé...
Un cosquilleo llegó repentinamente a mi estómago. Estábamos solas en mi habitación y mi abuela no daba señales de vida.
—Por ahora se me vienen a la mente muchas cosas que podrías hacerme.
Un escalofrío me recorrió la espalda y me ruborice de inmediato. Planeaba retroceder pero ella apretó su agarré en mi cintura.
—¿Por qué corres?. Me refería a muchas cosas en general y no a algo sexual exactamente.
Me quedé en silenció observando su rostro, ella era muy guapa.
—Eso no lo sé, puede que pienses más cosas y no quieras decírmelo.
Se levantó para quedar a mi altura y me besó colocando ambas manos en mi rostro. La ocasión era más que perfecta sin embargo los nervios me carcomian. Se separó de mi regalandome una sonrisa amplia.
Tomó la ropa de la cama sin dejar me mirarme en ningún momento.
—Voy a salir e iré al baño para tomar una ducha y que tú puedas cambiarte.
Asentí mientras la observaba salir de mi habitación. Me deje caer sobre mi cama mientras tapaba mi rostro con ambas manos.
...
Luego de que me cambié la ropa me metí dentro de las sábanas, estaba demasiado agotada y por el bien de mi tranquilidad no pensaba esperar a que Nelly regresará de bañarse. Cerré mis ojos para dormir al fin pero no lograba conciliar el sueño. Al poco rato escuché la puerta de mi habitación ser abierta. Nelly entro sin encender la luz y para mí buena suerte ya traía puesta la ropa que le preste para que se cambiara.
Cepilló su cabello y luego caminó hasta la cama.
—¿Ya te has dormido?.— susurro.
—No.
Levantó las sábanas y se acostó a mi lado mirándome.