La confrontación. -[Cap. 25]

Nelly me miraba acongojada desde su sitió, tuve que retirarme un poco ya que no podía controlarme y terminaría por abofetarla de nuevo. Su rostro demandaba arrepentimiento y culpa, sin embargo aquello no evitaba el dolor que me provocó con sus acciones así fueran intencionadas o no. Intentó acercarse un poco pero yo retrocedi de inmediato. No quería tenerla cerca, al menos no por ahora.

—Mayte lo lamentó, de verdad lo lamentó. No me mires así por favor...-

Me quedé en silenció, observandola intentar acercarse a mí y terminar dolida por mi rechazo.

—Lo supe porque Sasha me lo dijo hace un par de días, me mostró una foto de Marlon y fue ahí donde caí en cuenta de que había cometido un error, antes de se momento no tenía idea de que ese idiota era tu novio. No lo habría echo si me hubiera enterado antes.... Jamás he pensado lastimarte...

—Sin embargo lo hiciste, sin querer pero lo hiciste...- mi voz sonó demasiado débil y temblorosa. —¿Cómo se yo que lo que me dices es cierto? ¿Tienes una idea de como me siento maldita sea?.

Se remojó los labios y puso ambas manos en su cabeza, estaba algo inquieta y podía notarlo a kilómetros.

—Planeaba decírtelo esta tarde...- ¿Recuerdas?, Pero tú no me dejaste, se que debí ser más insistente, pero en el fondo también sentía que quería centrar mi atención en ti aunque te suene egoísta.

La manera en que debí haberla visto debió ser escalofriante ya que Nelly tragó saliva con nerviosismo.

—¿Egoísta?, creó que si buscamos el seudónimo perfecto para lo que hiciste, lo correcto sería llamarte cínica.— Negué mientras limpiaba mis lágrimas patéticamente frente a ella, alimentando su ego. Marlon se enganchó con ella hasta dónde Estefanía me había dicho, pero ella no  quería algo serio más allá de lo placentero con él. Y por otro lado estaba yo que sin haberlo querido o esperado, también había sido seducida por su encanto y sensualidad que irradiaba. Ambos caímos bajo y tropezamos torpemente con la misma piedra. —Te cogiste a mí novio y por poco te acuestas conmigo, ahora entiendo porque decidiste no hacerlo en el último momento, debe ser un
tormento el remordimiento de culpa...

Suspiró y desvío la mirada dejándome claro que había acertado, ella no quiso que llegáramos más lejos porque se sentía culpable de lo sucedido.

La puerta de su casa se abrió y de ella asomó la madre de Nelly con algo de preocupación por el estado en que me encontraba y  sobre todo porque no entendía en que problema tan grande pudo haberse metido su hija  para que la abofeteara frente a ella. Sorbi mi nariz y con vergüenza tape mi rostro intentando apaciguar mi llanto.

Nelly le pidió que volviera adentró pero la señora fingió no notarlo y se quedó quieta mirándonos con preocupación.

—Lamentó lo que usted ha presenciado, pero su hija se lo merecía.— Nelly frunció el ceño un poco extrañada y me miró. Menos mal que había decidido llevar mi cabello suelto y podía cubrirme la cara. Me sentía avergonzada con la madre de Nelly.

Ella me observaba con los ojos bien abiertos y su mirada iba de mi hacía Nelly.

—Ella tiene razón mamá— ambas la miramos con asombro por su respuesta. —Ve adentro y déjame hablar con ella por favor, te aseguró que no va a pasar nada.

—P-pero...

—Te explico más tarde, ¿Si?. Ahora solo ve adentro por favor.

Le miró suplicante, su madre se debatía internamente sobre si debía hacerle caso a la peli roja o no.
Con duda entró de nuevo y cerró la puerta. Nelly se acercó e intentó tocar mi rostro pero con un movimiento brusco impedi que me tocará.

—Nelly lamentó lo que hice frente a Tu madre, pero no lamentó haberte abofeteado.

—Lo entiendo, Marlon es tu novio...-

No pude evitar chasquear la lengua y negar un par de ocasiones.

—El me importa una mierda, yo solo quería botarlo y luchar por ti.

No supe describir la expresión de su rostro, lo que si tenía en claro era que aquello la había tomado desprevenida y se veía sorprendida.

—Quería luchar por ti, me enamoré de ti, ¿Sabés?.

Su cabeza bajó y comenzó a jugar con sus dedos un poco nerviosa.

—Y-yo, yo...-

—Creí que podríamos intentarlo, quería entregarte un amor bonito pero al parecer solo yo creí que había una oportunidad. Aunque igual no puedo culparte por eso, nunca me diste esperanzas, fuí yo quien quiso ilusionarse. Por lo menos en eso si fuiste sincera.

Clavo de nuevo sus ojos en mí

—Cuando supe que el era tu novio decidí mandarlo al diablo, le pedí que me dejará de buscar...- incluso le pedí ayuda a Sasha, ella sabe que no quiero que te alejes de mí.

Su discurso me parecía sincero, pero inevitable que yo sintiera mucho dolor. Marlon llegó a ser parte importante de mi vida y ella arruinó lo que teníamos aunque debo admitir que Marlon tampoco es un santo.

—No sé ni qué hago aquí...- admiti.

—¿Te vas a alejar cierto?.

—Dame un motivo para no hacerlo.

Se quedó en silencio. Mirándome con incredulidad. Negué un par de veces y luego limpié mis ojos con ambas manos.

—Olvídalo...- No sé si después de ésto vuelva a verte la verdad.

—Lamento el dolor que te causé...

Le dí una última mirada y dí medía vuelta para marcharme, de nada sirvió la explicación pues aunque su discurso me pareció honesto sentía que no había sido suficiente.

•••

Marlon me miraba desconcertado, detestaba la idea de tenerlo frente a mí buscándome, pero era mejor así terminaría todo con el de una buena vez. Intentó besarme pero gire mi rostro provocando que aquel beso cayera en mi mejilla.

—¿Pasá algo?.

Me hice a un lado para que pasará.

—Si, tenemos que hablar.

El se frenó en seco y me miró muy sorprendido.

—¡Wow, wow, wow!. ¿Que quieres decir con eso?.

Suspiré pesadamanete.

—¿Podrías prestarme tu teléfono un momento?.

El dudo por un momento pero aún así lo saco y me lo dió ya sin la contraseña puesta. Entre directo a WhatsApp para buscar el chat de Nelly, aquél número registrado con símbolos que encontré cuando supe que el me engañaba. Para mí buena suerte no había borrado nada y el chat lo tenía archivado así que entre. Le mostré la pantalla de su celular y el  miró como quien no comprende de que va todo. Luego de mostrarle salí de WhatsApp y entre a su galería donde encontré algunas fotos de ambos que se tomaron juntos. Aquello era como echarle más sal a la herida. Le mostré las fotos y de inmediato llevo una de sus manos a su frente mientras balbuceaba.