Nelly me besó luego de que ayudara a Sasha y mi abuela a subir las cosas que ocupariamos para nuestro paseo por el bosque. Colocó su sudadera sobre mis hombros para que pudiera atajarme del frío infernal que hacía afuera. Subimos al auto de Sasha y emprendimos el camino hacia el bosque de Chapultepec. En un principio acordamos ir al cine a ver alguna película y después quizás ir a cenar tacos, sin embargo Sasha insistió en que debíamos ir al bosque ya que a ella le atraía la idea de la convivencia con las ardillas. Incluso lleno una pequeña bolsa con galletas y migas de pan para alimentarlas y poder observarlas un poco más de cerca. A Nelly no le desagrado la idea e incluso mi abuela decidió unirse a nosotras para nuestra pequeña visita al bosque, según nos contó hacía mucho que no iba al bosque y deseaba hacer una parada en el zoológico y ver algunos de los animales que ahí se encuentran.
Cuando llegamos al fin, buscamos un lugar para poder aparcar el auto.
—¡Andando, las ardillas nos esperan!. Ya quiero ver su carita cuando sean alimentadas...-
Sasha se encargó de ponerle el seguro a su auto y sacar también las cosas que había guardado para alimentar a las ardillas. Sentí levemente como se erizaba el vello de mi piel mientras nos adentrabamos al bosque, el frío podía sentirse incluso más intenso allí dentro debido a la cantidad de árboles que hay en este lugar.
Nelly enredo uno de sus brazos sobre mi hombro y beso mi mejilla.
Luego de pensarmelo un poco aquella tarde que charle con Nelly, decidí que si quería darle una oportunidad. <<No podía mentirme a mi misma, Nelly me gusta demasiado y Por alguna razón sentía que necesitaba estar a su lado>>.
La hemos pasado realmente bien desde aquél día, podía bromear sobre cualquier cosa con ella sin temor de que pudiera molestarse. Solía llenarme de mimos en cada oportunidad que tenía y aquello sin duda me gustaba.
—¡Ven aquí pequeña! Tengo comida para tí...-
Sasha le hablaba con emoción y un brillo en particular en los ojos al pequeño animal. La ardilla descendía de un árbol un poco temerosa por nuestra presencia, sin embargo no perdía de vista la galleta que la peli negra llevaba en su mano. Mi amiga parecía una niña pequeña emocionada por un nuevo juguete.
—¡Cuidado que te puede morder!.— le molestó un poco mi ahora novia.
Sasha se giró en su dirección dándole una mirada de reproche.
—Ve a besar a tu novia lejos y llévate tus pensamientos negativos de aquí. Nosotras no lo necesitamos.
Ambas comenzamos a reír, incluso mi abuela que se acomodaba en el pasto para descansar un poco y disfrutar de la estancia en el bosque.
Abracé fuertemente a Nelly y llene de besos su rostro. Ella sonreía y recibía gustosa mi muestra de afecto sin importar las miradas curiosas de gente que pasaba por nuestro lado.
Mi corazón me decía que por primera vez en mi vida había tomado una decisión acertada al darle el "si" a Nelly, que con el paso de los días me comenzaba a encantar más que antes.
—Me gusta mucho pasar tiempo contigo Mayte— acomodó un mechón de cabello detrás de mi oreja y luego me besó mientras enredaba ambos brazos en mi cintura.
—Te quiero tontita...-
La tomé de las mejillas mientras unía mi frente a la suya con delicadeza.
—¡Mayte, Mayte, tomanos una foto!.— ambas reímos por la actitud tan infantil de mi amiga y caminamos abrazadas hasta donde ella se encontraba ya con su celular en la mano para que tomará la foto.
Me separé un poco de Nelly y enfoque la cámara para que la foto saliera lo mejor posible. Mi amiga levantaba el pulgar de una de sus manos con una sonrisa amplia en el rostro, mientras que el pequeño animal yacía sentado sobre el pasto con ambas manos puestas en la galleta.
Tome aproximadamente tres fotos y luego le devolví el celular a mi amiga que las revisaba gustosa.
—¡Excelente!.
•••
Nuestra estancia en el bosque estaba resultando ser un éxito rotundo, pasamos un largó tiempo tumbadas en el pasto mientras que Sasha se divertía alimentando a las ardillas y mi abuela tomaba un pequeño descansó. Nelly y yo nos abrabazabamos con cariño y conversábamos de algunas cosillas irrelevantes para pasar el rato mientras que mi amiga terminaba de jugar con las ardillas y que pudiéramos ir al zoológico. La peli negra no estuvo para nada feliz cuando luego de ponernos de pie, le dijimos que ya era momento de irnos y terminamos riendo por la actitud infantil de Sasha. Al final de cuentas terminamos yendonos antes de terminar el recorrido en el zoológico debido a que una intensa lluvia cayó de pronto. Terminamos un poco empapadas pero valió la pena, pues aún con todo y la lluvia la pasamos realmente bien.
—¿Vas a quedarte a dormir conmigo está noche?.— susurré cerca del oído de Nelly para que solo ella pudiera escuchar mis palabras.
Ella sonrió y se giró para mirarme con un gesto gracioso en el rostro.
—¿A dormir?.— preguntó incrédula, como si no creyera en mis palabras y yo tuviera otras intenciones. Aunque si fuera así, ¿Que problema habría?. Es mi novia ahora a final de cuentas, ¿No?.
—Pues sí, ya que si quieres otra cosa puedo darte el servicio completo también.
Ella soltó una leve carcajada ganándose una mirada de parte de mi abuela y de Sasha que nos miraba por el retrovisor.
—Es una oferta tentadora a la que obviamente no me puedo negar.
La mire con algo de ilusión ya que no estaba muy convencida de que estuviese aceptando. Quizás solo lo hacía para ver mi reacción.
—¿En serio?.— le pregunté dudosa.
Ella asintió mientras unía sus labios a los míos en un beso rápido.
—Si, pero parece que no me crees.
—¡Nosotras también existimos ehh!
Y susurrarse cosas al oído es una falta de respeto...-
Nos sobresaltamos al escuchar de pronto la voz de Sasha. No despegó un segundo la mirada del camino lo cuál agradecí, distraerse podría provocar algún accidente.