Nelly acariciaba mi pelo con delicadeza mientras que yo abría mis ojos con pesadez. Hacía algún tiempo habíamos cogido la costumbre de dormir juntas, unos días en mi casa y otros días en la de ella. La convivencia con sus padres avanzaba de manera positiva conforme pasaban los días, su madre incluso algunas veces bromeaba recordando el bochornoso momento en que le di una bofetada a Nelly frente a ella. Su padre solía ser un poco serio, pero no sé mostraba en contra de nuestra relación. Nelly me tomo del cuello y me besó, no la pasábamos realmente bien. La principal razón de ello, fue porque Sandra le pidió a Sasha que nos dijera que evitaramos ser vistas en la calle, pues según ella era lo mejor para que Marlon creyera que había cumplido su cometido. Mi amiga ya me había puesto al tanto del plan de Sandra y a mí parecer era una buena idea. El plan aún no se ponía en marcha ya que Nelly aún no convencía a Daniel para ser la carnada de Marlon.
—¿Cómo amaneciste?—. Me preguntó luego de un rato mientras acariciaba mi rostro.
—Con mucho sueño...-dije mientras me estiraba. Abracé a Nelly y luego ambas nos pusimos de pié. Ambas fuimos al baño para echarnos un poco de agua en el rostro y así poder despertar al cien. —¿Preparamos el desayuno juntas?.
—Claro que sí preciosa...-
Ambas bajamos mientras conversábamos un poco, todo marchaba bien hasta que comentó algo que me desconcertó un poco.
—Mayte, tengo que decirte algo.
Me dijo mientras entrábamos a la cocina. La miré con curiosidad esperando que hablará.
—¿Que cosa?.
—Creo que a partir de la semana próxima solo podremos vernos tres días a la semana.
Me dijo un poco triste.
—¿Ah sí?.— asintió —¿Por qué?. Tan rápido te aburriste de mí...-
Hice un puchero y ella me tomo del rostro de inmediato mientras me daba besos cortos.
—No, ¿Cómo se te ocurre?. Sucede que conseguí un empleo como camarera en uno de los hoteles cercanos al centro...-
Me sorprendí un poco sobre todo porque en los últimos días no había mencionado nada sobre buscar empleo. No me molestaba tampoco, ambas éramos maduras y sensatas para respetar el espacio de la otra. Simplemente ya me había acostumbrado a su presencia, iba a extrañarla mucho y tres días para verla no eran suficientes para mí. Mi ánimo decayó un poco y ella lo notó.
—Me da mucho gusto hermosa, pero te voy a extrañar mucho ¿sabés?.
Enrede mis brazos en su cuello y me acurruque contra su pecho.
—Bueno en realidad lo hago porque como te dije hace no mucho, yo quiero que vivamos juntas. Pero antes de que podamos hacerlo necesito ahorrar un poco de dinero, así qué...-
—¿Es en serio?.
Pregunté en un tono alegré. La verdad me emocionaba el echó de que lo hacía por pensar un futuro para las dos, creó que no me había sentido tan feliz hasta este momento.
—Te amo mucho Nelly...-
—Tambien te amo preciosa. Voy a demostrarte que valió la pena elegirme, voy a conquistarte todos los días.
—Bueno yo acepto gustosa una vida a tu lado, solo esperó que no te aburras de mí y me dejes por alguien más.
Ella comenzó a reír mientras hacía una mueca.
—¿Por qué piensas que eso pasará?. Yo estoy muy enamorada de ti, y estoy segura de que vamos a estar juntas toda la vida, por eso solo quiero hacerte feliz como tú me haces feliz a mí. Te amo demasiado.
Una sonrisa se apoderó de mi boca. Nelly era algo tan irreal.
—Voy a creerte si está noche me llevas a bailar, la otra noche se arruinó gracias a Sandra. ¿Que dices?.
—Despúes de lo de anoche, pídeme lo que quieras chiquita.
Soltó en tono pervertido, comencé a reír un poco apenada y me apresuré a encender el fuego de la estufa. Debíamos darnos prisa para ir a abrir la tienda de mi abuela como hacíamos todas las mañanas.
••••
Llegamos hasta la mesa del lugar un poco agitadas debido al cansancio provocado por bailar aquella canción. Cuando la escuché sonando a un volumen excesivo, tomé por el brazo a Nelly y la jale hasta el centro para bailar con ella, pues aquella canción que se escuchaba era la misma que bailamos la primera vez que venimos aquí. Le dí un trago a mi cerveza y encendí un cigarrillo, saque el humo luego de darle una calada y encendí la pantalla de mi celular. Quería saber si Sasha había enviado una respuesta a uno de los tantos mensajes que le envié. En la tarde la llamé para invitarla y ella nos aseguró que vendría, pero conforme pasaba el tiempo me di cuenta que ella realmente no tenía intenciones de venir. Era un poco extraño, hacía algunos días que comenzaba a desaparecer y yo tenía la ligera sospecha de que aquello tenía que ver con Sandra aunque mi amiga juraba que no la había vuelto a ver desde aquella cita, de la cuál solo me dijo que la llevó a su casa pero que no había intentado propasarse o algo por el estilo. Casi ya no nos veíamos, y cuando sucedía solo se estaba dos horas y después se marchaba con apuró. Decidí llamarla pero no me atendió, aquello no me importó y marqué hasta que en uno de mis intentos contestó por fin.
—¿Dónde estás?. ¿Por qué no querías contestarme?. Te estamos esperando...-
La bombardeo con preguntas de inmediato. La escuchó suspirar y luego de ello contesta con un tono nervioso.
—Estoy en casa...- "¿Quién es linda?. Logró escuchar una voz femenina un poco más alejada. Un ligero golpe se escuchó, así que supuse que taparía la bocina para que no escuchará que sucedía.
—¿Con quién estás Sasha?. ¡Sasha!. Ya escuché que tapaste la bocina del celular...- ¡Ah!
Nelly me miraba un poco confundida.
—Estoy en casa Mayte, tengo que irme.
—¡¿Qué?! ¡No!, no sé te ocurra colgarme. ¿Por qué no has venido ni te has tomado la molestia en avisar que no vendrás?.
—P-pues yo ah...- estoy en casa cuidando a Katia, se ha enfermado y mis padres tuvieron que salir. Me pidieron que me quedara a cuidarla por si su fiebre empeoraba, no puedo salir.
—Pues se escucha muy bien, a menos que te encuentres con alguien más.
Le dije con obviedad esperando que se diera cuenta que estaba casi segura de que Sandra estaba con ella.