37. Estamos dentro

Me quedo mortalmente quieta, esperando despertar o al menos retroceder el tiempo y lograr que esas palabras no abandonaran mi boca

— ¿Qué cosa? —Brayden también se queda quieto, gracias a los dioses el aleja la mano de la empuñadura de la espada, lo malo es que me voltea ver con cara de sorpresa, también siento la mirada de mis padres y la de Ev

—Medea— dice Ev en un tono confuso— ¿Qué dijiste? — Yo no lo volteo a ver, solo veo al piso

—Dije que sé que no soy su verdadera hermana— cuando lo digo escucho un quejido femenino, de reojo veo como mi madre se recarga contra mi padre

— ¿Quién te dijo eso? — pregunta mi padre, de reojo miro a Declan y a Ronan

—No todos son malos— es lo único que digo

—Medea— veo como Brayden se acerca de manera lenta hacia mí— ¿Quién te dijo eso? — me siento como una niña indefensa que dijo una mentira y esta siendo reprendida por ello, no alzo la cabeza

—La carta— por fin tomo el suficiente valor y alzo la cabeza, volteo a ver a mis padres —Encontré la carta que tenían en su cofre— ellos solo me miran

—Nympha— ahora habla Ev, toda mi familia me mira como esperando a que les grite y les diga que los odio por no decirme la verdad si fuera por mi desearía nunca haberlo sabido

—No estoy enfadada— digo — No podría estar enfadada por ello nunca— miro de nuevo a mis padres— Ustedes me criaron y me amaron— Me acerco a ellos — Ustedes son mis padres, para mí no importa si no compartimos un vínculo de sangre

—Creímos que no decírtelo sería lo mejor — Dice mi madre con los ojos vidriosos por las lágrimas, me acerco más a ella y le doy un abrazo

— ¿Cómo lo supiste? — pregunta mi padre

—Es una larga historia — Miro a Brent— Necesito que entiendan que estas personas no son malas, que no todas las personas con magia lo son— sus miradas son confusa— Volvamos a sentarnos y les prometo que les explicare todo

Una vez que mi familia se ha sentado procedo a explicar de la forma más entendible que puedo

— ¿Recuerdan mi marca de nacimiento? — Ellos asienten con la cabeza— Ellos tienen una parecida— Señalo a Brent, Declan y a Ronan

— ¿Cómo? — todos se ven confusos

— Medea es parte de la comunidad mágica—  dice el rey con tono suave

— ¿Qué? — pregunta mi padre

— ¿Tú tienes magia? — Pregunta Bray— yo asiento, mi familia se mira entre si— ¿Alguna vez notaron algo raro? — le pregunta a mis padres, ellos niegan

—No lo entiendo — Dice Ev

— ¿Puedo explicarles? — pregunta Brent en un susurro, yo asiento

—Medea nació en uno de los aquelarres— Toca el collar — El aquelarre era el Medevane

— ¿Era? — pregunta mi madre, parece que es la que mejor procesa todo esto

—Lamentablemente hoy en día el aquelarre ya no existe, Medea es la última Medevane — mis padres abren mucho los ojos, de forma lenta y comprensiva Brent les explica el cómo fue que mi madre y mi aquelarre dieron sus vidas por la mía, en el proceso todos contestamos las preguntas que mi familia formula

—No me jodas que tú eras el pajarraco que seguimos ese día— Dice Ev viendo confuso a Brent, por su parte Brent se ríe y asiente

— Entonces— dice Bray— Si estoy entendiendo me quieres decir que el pájaro al que correteábamos eras tú— Brent vuelve a asentir — ¿Por qué no tienes plumas? — lo examina como esperando encontrar algo

—Porque yo decido cuando convertirme— nos quedamos en silencio, pero este se rompe cuando Ev habla

—No me jodas que tú eres Dux— en este punto ya se ha levantado de su asiento y se acerca a Brent, este de nuevo asiente — Quiero ver cómo te conviertes — dice el, Brent me mira y se ríe

— No puedo hacer eso justo ahora, lastimosamente cuando regreso a humano la ropa no entra en el paquete

— ¿Tú también te vuelves pájaro? ¿Te salen plumas? — pregunta Bray viéndome, yo me rio

—No, depende del aquelarre en el que naces— contesto— Eso influye mucho en el tipo de magia que puedas controlar

— ¿Tu qué haces? — dice Ev, me sorprende el cómo es que la curiosidad venció al miedo con el que llegaron

—Convertirme no — contesto, el me mira como si esperara algo grande, yo miro hacia la chimenea y la flama se hace más grande y toma forma de un girasol

— ¿Tu? — pregunta Bray, yo asiento

—Por dios— dice  ahora Ev— Si yo hubiera sabido que tu hacías eso me la hubiera pasado feliz de la vida cuando era un niño

— ¿Qué más? — Recurro a las primeras cosas que aprendí, saco el vino de la copa de Ev— Wow — dice Bray viéndome

—Entonces supongo que el hecho de que Medea te encontrara no fue una coincidencia — dice mi padre, ambos asentimos

— ¿Porque no nos enteramos de eso? — pregunta mi madre

—Porque Alatar se ocupó de eso — contesta Ronan — Ella sabía que era peligroso que los demás sintieran la magia que se desprendía de ella

— ¿Por qué hablaban del rey cuando llegamos? —  Pregunta Bray

 —Porque así como la magia tiene su lado bueno también tiene su lado malo — contesto y les explico más sobre el aquelarre De’Ath — Sabemos que ese aquelarre tiene que ver con lo que sucede con el rey, Wolfgang sigue sediento de poder así que quiere deshacerse de la familia real y creemos que uno de sus primeros movimientos si es que consigue lograr lo que planea será ir a por KobRose

— ¿Qué es lo que planean? — pregunta Brayden

—Ir a por el príncipe — contesta Declan — Puede que Wolfgang llegue al poder pero si el príncipe sigue con vida entonces el trono será suyo por derecho

— ¿Cómo saben que el aceptara el dejar a su reino? — pregunta mi padre, Declan les explica la personalidad del príncipe, el tiempo pasa y nosotros poco a poco creamos un plan, aceptando y negando ideas, paramos hasta que anochece y el hambre comienza a hacer que nuestros estómagos protesten, una vez que ya hemos cenado comenzamos a prepararnos para el viaje que debemos hacer hasta el reino de Welham, aun nuestros cuerpos están resentidos por el viaje de la academia hasta aquí pero no podemos perder más tiempo, me doy una  última ducha la cual ayuda con el dolor muscular, enlistamos a los caballos y preparamos las pocas cosas que usaremos una vez que lleguemos ahí, me abrigo bien ya que el viento es muy frio, bajamos hasta la recepción del catillo para ir al jardín para partir, de ese modo  llega la hora de despedirme de mi familia, de nuevo