No me toques.
Ximena.
Al fin se han terminado mis clases del día de hoy.
Por el día de hoy puedo decir que soy una mujer libre de tener que entregar más trabajos o poner atención a un profesor que no para de hablar durante cuatro horas seguidas.
Fueron mucho más largas que de costumbre, no sé si sea porque tal vez hoy no estuve con Jack, ya que por la noche me había mandado un mensaje diciéndome que no podría asistir así que de favor me pidió que sí podía poner toda la atención posible a las clases para que él no se atrasara y claro que le hice caso y creo que por primera vez en toda la semana no he estado pensando en Luke como de costumbre. Suena bastante extraño, pero desde antes de poder entablar una conversación de más de diez segundos con él ya no podía dejar de pensaba en él. No lo sé. Tal vez es raro mantener a una persona tanto tiempo dentro de tu cabeza que solo has visto cinco veces en toda la vida por menos de treinta minutos y que solo han compartido tres palabras si no es que diez y con dificultad de hablar de mí parte.
Pero, en fin, tal vez solo es lo que una fan sentiría de hablar con su artista favorito. Yo siento que cada que enciendo la pantalla el corazón se me saldrá del pecho. Las mariposas comienzan a volar por todo mi estómago y a veces hasta mi nublan el juicio imaginando como sería tomarlo de la mano, abrazarlo, mirarlo por más de veinte segundos seguidos a los ojos, el cómo será el sonido de su risa. Se que suena patético y tal vez si así sea. Pero desde hace bastante tiempo que no sentía algo de esta forma. No sentía la necesidad de querer hablar con esa persona todo el día, tarde y noche. Hablar de cualquier cosa con tal de quererlo conocer más a fondo de saber que esconde detrás de esa mirada fría y esa distancia que pone entre las personas que no son parte de su círculo de comunicación diaria.
Tengo bastante claro que Luke Stone, no es como los artistas normales. Él tiene algo más viviendo dentro de él que me da tanta curiosidad saber; sobre todo en la forma que acepo la separación con su ex novia. Quiero saber cómo fue su tiempo de aceptación y de adaptación yo aun no termino de acostumbrarme a tenerlo que ver sonreír con alguien más. Aun sigo mirando la pantalla de mi celular hasta las altas horas de la noche con lágrimas en los ojos cayendo por mis mejillas en la espera de un mensaje suyo que diga: «Lo siento, sé que me equivoque y esa no era la forma de tratarte, pero quiero arreglar las cosas, por favor». Es bastante estúpido de mi parte seguir esperando un mensaje así de su parte después de lo que me hizo. Pero aun así lo extraño, lo extraño tanto que no se si sería capaz de tenerlo enfrente y no lanzarme sobre sus brazos, probar de nuevo sus labios y pedirle que regrese conmigo y que olvidemos el pasado e iniciemos desde cero de nuevo.
No es nada sano y lo tengo bastante claro, he hablado con mi terapeuta de todos estos pensamientos que tengo todos los días cuando estoy sola, cuando simplemente me dispongo a pensar siempre termino llorando. Siempre reviso nuestras últimas conversaciones en donde aún nos decíamos «te amo», no sé en qué momento pasamos de ser esa pareja linda a ser mentiras frente a las personas que nos querían, a bajar la cabeza y decir que te has golpeado con alguna cosa en el baño o en la cocina mientras buscabas algo. Esas pequeñas mentiras que después comenzaron a sentirse como si fuera la cruda verdad.
Deje escapar un gran suspiro mientras me dirigía hacia la salía del campus. Tengo la mirada clavada en mis pies, mi cabello me cae por enfrente y lo único que puedo escuchar a mi alrededor es la música de mi lista de canciones. Me siento bastante nerviosa de andar sola por los pasillos del campus y encontrármelo, no es por qué le tenga miedo o algo así al contrario porqué cualquier cosa que él diga me puede hacer caer de nuevo en sus brazos y tal vez lo necesito más de lo que quiero admitir, pero no puedo negar que aún no me siento lista para verlo directamente a esos ojos color café claro, piel morena clara, pestañas largas y chinas, nariz pequeña y recta que hacen lucir su rostro simétrico, con sus rulos. Cerré mis ojos unos segundos antes de levantar la mirada y encontrarme con la suya, tuve que parpadear tres veces seguidas hasta darme cuenta de que no era un recuerdo qué es verdad que nuestras miradas se están fundiendo en una misma. Mi corazón comenzó a latir de forma frenética, todo mi cuerpo comenzó a tensarse cuando él comenzó a caminar en mi dirección despidiéndose de sus amigos con una media sonrisa en sus labios mientras se aleja y yo me quedo congelada en dónde me he quedado.
Mis ojos se abrieron tan grandes que podía sentir como me comenzaban a picar, pero también como si se me fueran a salir de la hordita ocular. Mi respiración se comenzó a entrecortar en cuanto se detuvo frente a mí y con una de sus manos retito de mi frente uno de mis pechones de cabello pasando detrás de mi oreja, yo solo pude cerrar mis ojos lo más fuerte que pude al sentir el roce de su piel contra la mía y dar un paso hacia atrás.
—No voy a hacerte daño —dijo él con tranquilidad. Aún tengo los ojos cerrados evitando que mis lágrimas comiencen a descender por mis mejillas—. Ya han pasado meses, Ximena, ¿cuándo piensas regresar conmigo?
Su pregunta me hizo abrir de golpe mis ojos. Pero no fui capaz de formular alguna palabra, tampoco de dejar de perderme entre sus grandes ojos cafés que me miran como la primera vez, con intriga, interés, curiosidad.
—Debí suponer que lo de mis sospechas eran ciertas, ¿no? —volvió a hablar dando un paso al frente—. ¿Dónde está Jack?
—Qué… qué te importa a ti en dónde esté él —logré formular con voz temblorosa.
—Ximena, sabes que no me gusta que me hables de esa forma —espeto.
No dije nada.
¿Qué carajo le tenía que responder? Se supone que no somos nada y que él tiene novia, ¿tiene celos? ¿esta celoso de Jack? ¿por qué tiene celos de Jack?