Capítulo 23

Te necesito…

Legarda.

Cerré la pantalla de mi ordenador, clave mi mirada en el horizonte. La noche es fría, el aire me abraza y atrae a mi nariz ese olor de la hierba húmeda y con diversos olores. Como han cambian tanto las cosas después de tantos años, la historia debe siempre estarse alterando constantemente para no perder el ritmo que lleva hasta el día de hoy. Siempre debemos ocultar la verdad para no lastimar a nadie con el coeficiente bajo, ella siempre decía que una mentira no te mata tanto como escuchar la verdad salir de entre los labios de un ser amado que los ha engañado. El amor no te ama por qué no existe persona que haya muerto por amor.

En estos seiscientos años creo que he entendido bastantes cosas sobre como los sentimientos reales se acercan demasiado a extrañar tanto a una persona que no sabes si llegara de nuevo o se volverá a perder en el espacio tiempo. Darleen Kane, me dio el poder de conocer las segundas oportunidades, me enseño muchas cosas de las que hoy en día no necesito utilizar pero que aun así perduran dentro de mis recuerdos por si en algún momento ella decide regresar, yo sé qué sus enseñanzas jamás las podré olvidar, aunque quiera hacerlo. Me demostró que a pesar de los años los sentimientos no se terminan e incluso si se hacen mucho más fuertes con el paso del tiempo que ha transcurrido desde que el sentimiento nacido desde en un principio.

—Me haces bastante falta, bonita… — susurré al cielo sintiendo que mis ojos me pican—. Siempre intento decir que no es cierto y que no puedo extrañarte tanto pero únicamente siempre me termino engañando a mi mismo por qué más te amo, menos tiempo; más me siento alejado de la realidad, más lo siento. Restas a tus ojos grises azulados, le sumas más a mí sufrimiento.

Solo quisiera saber si ella es la correcta o es simplemente un bache más dentro de mi vida que tengo que superar y dejar atrás como a todas las demás. Elaine, ¿quién eres en realidad? ¿de dónde has venido?, y, sobre todo, ¿cómo carajo me tienes todo el día pensando en las mil formas de matarte? Solo quisiera una maldita señal de ella, que me explique por qué el olor de su sangre me atrae tanto hacia ella, por qué siento la necesidad de querer saber más sobre ella, saber si esta bien o si está mal, si ya ha comido o aun no lo hace, conocer sus gustos y las cosas que no le gusta. Simplemente quiero saber todo y a la vez nada de Elaine.

—Desde que te fuiste no se en dónde está mi cabeza, te fuiste y te llevaste mi corazón contigo, aunque eso ya lo sabias desde un principio, Darleen, te llevaste todo y me dejaste sin nada, sin ganas de vivir, sin razones y sin motivaciones para volverme a enamorar de alguien más que no fueras tú, ¿ella es tu señal para que vuelva a creer en el amor? ¿para qué me vuelta a enamorar de alguien más que no eres tú? Por qué si esa es tu señal, déjame decirte que no puedo, no puedo hacerlo y después hacer lo mismo que hiciste tú me hiciste sería injusto abrir un corazón y después dejarlo roto, no puedo dejarla si tú regresas… —suspiré tan profundo que sentí un gran nudo en mi garganta. No mienten cuando dicen que un vampiro es un ser demasiado peligroso hasta para si mismo.

Siempre serás tú, aunque yo nunca seré para ti.

Te lo hubieras llevado todo antes de irte, te lo hubieras llevado todo y nos hubieras dejado sin nada. Por qué sufrir en silencio por tu ausencia es mucha más complicado de lo que creíamos que sería el querer olvidar y no poder hacerlo por qué tú fuiste la primera persona que creyó en nosotros y nosotros creímos ciegamente que siempre estarías para nosotros.