No está bien.
Ximena.
Exámenes finales de este curso y aun no se para cuándo se termina mi sufrimiento que se llama: viva. La mitad del año se me ha ido en un abrir y cerrar de ojos y al parecer en verano me graduó y aun no tengo idea sí seguiré estudiando el master. No sé en qué momento pasaron de ser seis meses a casi el año o mejor dicho en qué momento se me paso todo el año en un abrir y cerrar de ojos. Todo está mal y de eso estoy bastante consiente de por dónde debería de comenzar a ir bien. Salí casi corriendo de casa en busca de un poco de paz y aun así mi cabeza no deja de darme tantas vueltas como sea posible, dentro de mi cráneo todo para un río que no preden dejar de correr dentro de un largo rato. Tengo mil cosas nadando dentro de ella que siento que en cualquier momento me harán caer y caer tan profundo que no podre levantarme. Inconscientemente llego hasta el edificio en dónde viví Jack, por ahora solo. Elizabeth salió fuera un par de días a visitar su familia y lo dejo a él completamente solo. Creo que Jack es de las pocas personas a las que recurriría si no supiera que hacer. Y que es lo que exactamente he hecho, aunque no quisiera haberlo hecho.
El guardia de seguridad ya me conoce por lo que no hubo ningún problema a la hora de dejarme entrar al edificio. Mi mano me comienza a temblar mientras paso el mostrador dirigiéndome hacia los elevadores. El pedazo de metal tardo cinco pisos en llegar hasta el lobby que es en donde me encuentro yo. Cuando las grandes puertas de metal se abrieron me encontré con la vecina de Jack, me salido cordialmente como siempre antes de adentrarme dentro de el y presionar el piso en dónde se encuentra su departamento en la planta número siete de quince.
Llame a la puerta y en menos de tres segundos después Jack apareció del otro lado de la puerta únicamente vistiendo su pantalón deportivo de color negro. Gotas de sudor corren por su pecho y eso me indica que he estado haciendo ejercicio.
—Me hubieras enviado un mensaje, Elaine —protesto dejándome entrar.
—Lo hubieras visto dos horas después de terminar de hacer ejercicio.
—Buen punto, en fin. ¿En qué puedo ayudarle bella dama? —hablo mientras apagada la música. Y se dirigía a la parte de la cocina para servirse un vaso de juego de naranja o al menos eso es lo que parece desde aquí.
Camine nerviosa hasta dejarme caer sobre uno de sus sillones blancos de su sala.
—¿Conoces a Luke Stone? —lancé la pregunta sin meditarla o siquiera pensar en mis acciones.
—Claro, lo conocí en el 2013 después de que Margot rodase uno video con ellos que por cierto fue el video que detono su carrera. Fui con Kate y creo que ellos aun sostienen una amistad bastante estrecha hasta el punto en que Kate tiene foros con él por todo su Instagram, creo que al fin encontró a ese mejor amigo que vale la pena, ¿por qué?
Bueno creía que sería más fácil si me hubiera dicho que no lo conocí y menos de esa forma. No sabía nada sobre ese encuentro.
Posiblemente le hubiera preguntando a Mitchell, pero no quería parecer una loca detrás de Luke.
Aunque pensándolo bien parezco una maldita loca.
—He hablo con él por un mes y medio y no sé, Jack, siento la necesidad de contarle todo, cuando digo ¡todo! es realmente todo… Simplemente me siento en paz, puedo hablar con él sin sentir la necesidad de ocultarle nada. Simplemente quisiera que él estuviera sentado junto a mí y me escuchara mientras yo recargo mi cabeza sobre su pecho y dejo que las palabras fluyan desde el interior de mi sistema.
—¿Te gusta? ¿No es así?
—No. Oh no lo sé. No definitivamente no tengo idea de si esa es la definición correcta.
—Es un buen chico, cuidado mucho a Kate. Si quieres decírselo pues adelante, Mena —adoro cuando me llama de esa forma, tan linda—, pero es tu decisión, tú decides que es lo correcto y lo que parecer ser correcto, pero saber que no lo es, si no se lo has contado a Mitchell es seguramente por qué ni siquiera tú estás segura ¿verdad? o ¿por qué la razón exacta es que es su mejor amigo no? Mena, desde que te conozco siempre has luchado por lo que quieres, lo puedo notar en tus ojos, lo quieres, aunque digas que no sabes, de cierta menara aun lo quieres y eso te está matando y a mí también me está matando por qué odio verte sufrir y detesto saber que aún le tienes afecto a ese malnacido. Odio tanto que no puedas salir de esa rutina cargada de dolor.
—Jack… yo solo quiero dejarlo atrás y Luke me está ayudando demasiado con ello.
—Y lo harás, pero a su tiempo, Mena, pero no buscando a otra persona qué te ayude a escapar.
—Es mi amigo, y no gusta de mí y tal vez yo solo lo veo como alguien con quien puedo ser sincera y me entiende de cierta manera. No lo sé Jack, Mitchell, regresara para las navidades o según eso tengo entendido y yo solo quiero que él venga con él y ha, ¡me detesto!
—Buscar una buena oportunidad no te hará avanzar sin antes haber sanado todas esas heridas que aun sangran por dentro tanto como por fuera, Ximena. Te conozco mejor de lo que lo te conoces ti misma, y sé qué no quieres enamorarte, pero si lo vuelves a ver todas esas emociones que estás reprimiendo saldrán y no quieres que tu pasado salga, no de golpe. Deberías de ponerte a pensar en que a veces la verdad duelen tanto como el querer volver a sentir y no querer caer de nuevo.
Él tiene razón, sé que la tiene, pero sé que él me conoce de pocos años, pero nuestra amistad, es más que un par de años, simplemente me ha conocido más y ayudado mucho más cuando siento que le mundo se me cae encima y eso es mucho más de lo que alguien habría hecho por mí después de que él comenzara a salir con Elizabeth y le ayudaba a superar esa etapa de la cual hasta yo duda que pudiera salir, ella es mi amiga pero también sufrió demasiado, pero al menos ella lo hizo y creo que eso solo nos ayudó más a saber que él es una persona dulce, noble y sobre todo esta igual o peor de loco de lo que ella o yo estábamos mucho antes de que lo conociéramos y nos diéramos cuenta de lo mal que estábamos las dos. Su amistad no solo salvo una vida, sino, más bien salvo dos.