Lodo solitario.
Legarda.
Hace tres días que todo ha regresado a la normalidad.
Alonso ha tenido una muy buena recuperación. Mitchell prometió no volver a tocar el tema de Elaine por el bien de los dos. Padme está completamente convencida que la chica a la que le escribió la canción se ha aburrido de ella y se ha vuelto a decepcionar del amor o al menos eso es lo que dice.
Por lo menos hoy es un día radiante y no hay más tormentas con truenos o rayos.
El silencio de puede respirar dentro de la casa sin necesidad de tener que salir y que el aire fresco te golpee la cara. Me gusta demasiado esta tranquilidad. Estar en medio del salón lleno de música observando hacia el exterior y con la mente completamente en blanco como debería de ser siempre. Debería de agradecerle a los chicos por estos minutos de silencio, Padme esta encerrada en su habitación como siempre intentando no hacer enojar a Alonso, mientras que él está escribiendo algo que prometió mostrarme por la noche, me aseguro de que sería una joyita que debería de cantar en el álbum nuevo que por cierto ya se comenzó a grabar y eso me alegra demasiado. Mitchell se pase por los jardines un poco desaminado hace dos días mientras hablada con Elaine escucho una voz masculina y en vez de enojarse se puso triste. Y es como yo se lo dije nadie es dueño de lo que ella hace y si ella quiere equivocarse y caerse otras mil veces, ella sola tendrá que saber cómo levantarse después de tantas caídas y heridas que debe tener su cuerpo.
Detrás de mí sentí una presencia, pero la ignore hasta que escuche que se aclaró la garganta y me hizo sobresaltarme un poco. La voz es de una mujer, no sé cómo lo sé, pero estoy demasiado seguro de que es de una mujer rubia. Su reflejo es disperso reflejado en los vidrios.
—Padme me dijo que te podría encontrar aquí —hablo la mujer ahora frente a mí.
Es alta, de piel pálida y aperlada como la de la realiza, su cabello es rubio. La forma de su rostro es ovalada, tiene la nariz pequeña y recta, el arco de cupido lo tiene bien formado, aunque sus labios son delgados. El color de sus ojos es azul, siempre creí que serían grises como los de ella, pero no lo son.
—Yo también me sorprendería si no conociera la historia —volvió a hablar ella. Su timbre de voz es dulce y cálido a comparación de la de su sobria.
—Pensé que estabas…
Las palabras se me quedaron atoradas en mi garganta.
—¿Muerta? —su comentario lo hizo con gracia.
—Sí.
—Nunca he estado más viva que ahora —dijo mientras se acercaba más a mí— teníamos que hacerle creer algo que no era real. Ella debía de escoger el camino correcto y lo hizo, no de la forma bonita, pero termino haciendo lo correcto.
—No sé qué decir la verdad.
—¿Es necesario que digas algo?
Negué con la cabeza.
—Tal vez eso es lo que ella tanto admiro de ti, Luke. Mason dijo algo de qué tú no lo recuerdas y bueno de Elijah no podría decirte algo al respecto; los tres siempre preferimos mantener la distancia de los tres por motivos estrictos que ahora mismo los han puesto en peligro —volvió a hablar Aleska tomando asiento en el sillón blanco junto a la ventana.
—Realmente no sabría que decirte al respecto.
—No necesito que digas algo importante, Luke, sé que pareciera un reflejo, pero no es así, no soy ella y jamás lo podría ser.
Y ella tiene razón. Demasiada razón.
—¿Te puedo hacer una pregunta? —pregunte nervioso sentándome al otro extremo del sillón.
—Las preguntas que quieras, Luke.
—¿Sabes dónde está? —tal vez mi pregunta estuvo fuera de lugar por la forma en que mi miro.
—Luke —me llamo con dulzura.
—Por favor —mi voz salió como una súplica.
Aleska intento buscar algo dentro de mi mirada que no fuera esa la pregunta que verdaderamente quisiera hacerle, pero es la pregunta que hice, y es la respuesta que quiero saber desde hace demasiado tiempo.
—¿Sabes cuál es la historia de lo que paso esa noche? —Negué con la cabeza—. Bien. Creo que comenzare por explicarte que cuando ella fue puesta en ese hiper sueño no solo se fue ella sino también una bruja que se convirtió en su mejor amiga. Ambas están dentro de un sueño que les muestra una realidad altera que hubiera sucedido en caso de que sus errores jamás fueran enmendados y todos esos sacrificios que se hicieron no hubiera valido la pena y ahora mismo ella están en un lugar seguro del cual nadie se puede enterar por órdenes de Darleen, que más yo quisiera poderte decir en donde está, pero sería romper mi promesa y no puedo hacer eso.
—¿Pero has estado con ella? —pregunte ansioso.
—Ella está bien —me aclaro— se encuentra demasiado bien para llevar seiscientos años dentro de ese sueño. A veces me preocupa que jamás vayan a despertar.
—¿Eso puede llegar a pasar?
—Relativamente sí y es poco probable que pase. Cuando las dos gotas fueron derramadas nació un ser poderoso que aún no es consiente de cuan fuerte es el poder del cual es portador y cuando descubra la mitad de ese poder desprenderá un campo mágico que la hará despertar y probablemente no de la mejor forma. Tampoco esperes a que seas a la primera persona que vaya a buscar, pero te puedo asegurar de que si lo hace no se detendrá hasta termina lo que inicio antes de él y antes de ti.
—¿Crees que ella nos vaya a…? —no fui capaz de terminar mi pregunta.
—Ella los buscara antes o después, de eso estoy muy segura. Nunca los dejara atrás pero las prioridades siempre han sido su fuerte y ella sabe que siempre han estado en muy buenas manos y no tiene nada de que preocuparse si ustedes tres no cometen una locura para hacer que los encuentren antes de que los puedan utilizar en su contra.
Sus palabras la menos me reconfortan algo.
Pero yo únicamente lo que quiero en estos momentos es abrazarla, olor el aroma poco peculiar de su cabello y todas esas muecas de disgusto que ella pondría al recibir demasiado afecto.