La última canción

Capítulo 50

Dr. Stone, ¿regresara?

Abril, 2018.

Legarda.  

Un mes más.

Un día más siguiendo mis propias reglas dentro de mi vida de mierda.

Es demasiado complicado cuando comienzas a depender tanto del bienestar de otras personas.

Me importa esa chica más de lo que quiero ser capaz de admitir, pero mis deseos me podrían ganar y ella podría perder la vida en un abrir y cerrar de ojos. Las consecuencias serían demasiadas y yo no sé si esté listo para cargar con todas ellas.

Los días han pasado demasiado rápido que apenas y puedo liberarme de Cristal para ir a beber un poco de sangre por cinco minutos antes de que haga que regrese mi trasero al estudio y le dé una suma extensa de explicaciones para querer retrasar la publicación del nuevo álbum y me ha cansado todas esas mismas veces de tener que explicárselo como si fuera la primera vez. Me gusta demasiado lo que hemos logrado desde enero hasta ahora pero no siento que sea un buen momento para soltar tanto material inédito al público. Sobre todo, no quiero que nuestros fans se hagan a la idea de que haremos una nueva gira que posiblemente sea corta como lo hemos estado arreglando y fijando con demasiado detalla miento para que sea perfecta. Lo he estado comentando demasiado con Cristal y solo quiero que sea por ciertos países, aunque me duela admitirlo no quiero ir a estados unidos posiblemente sí a países como México, Venezuela, Colombia, posiblemente Colombia sea un país al que más quiera ir a dar un gran concierto, entre otros países de Latinoamérica quisiera darles la oportunidad de tenernos subido en un escenario y cantarles.

Durante tanto tiempo hemos recorrido de cuidad en cuidad, dando atención a todos aquellos estados pequeños y grandes de todos lados menos en Latinoamérica y eso ya es una gran ofensa para algunos y para otros es discriminación o al menos eso es lo que he estado leyendo en los últimos meses los mensajes de nuestras fans. Ser chismoso es el trabajo de Mitchell, pero ahora creo que Alonso le ha quitado el puesto de chismoso y esa no es una buena señal. Hemos estado encerrados por demasiado tiempo juntos como para no conocernos los suficientemente bien.

Cristal me informo hace veinte minutos que teníamos una visita demasiado importante.

Nunca se con certeza que tan importantes suelen ser esas visitas que ella anuncia con sorpresa. Le gusta dramatizar algunas cosas como lo hace Mitchell, pero es comprensible de su parte nos aguanta y a veces hasta nos carga sin que nosotros se lo pidamos ella siempre nos ayuda.

Entre a la sala de estar observando a una parvada de aves a su alrededor. Lo reconocí desde antes de caminar por el pasillo largo que conecta desde las habitaciones, la entrada principal hasta este lugar ahora centrada en donde antes era el estudio. Carter. No podría ser otra persona que él, cabello rubio cenizo, piel blanca, ojos azules y el perfil perfecto para ser el siguiente Timothée Chalamet o mejor aún un Johnny Depp, pero por sus facciones tan marcadas me quedaría con la primera mención. Él chico levanto la vista de la pelirroja hasta que nuestras miradas se cruzaron y nos hicimos un saludo con la cabeza. Alemania por fin lo soltó, (Alexia no lo deja respirar demasiado).

—¡Hey! —dije mientras tomada asiento.

—Hola a ti también —respondió el rubio.

—¿Qué es lo que te trae al otro lado oscuro de la cuidad en donde vives? —las bromas no son de mi estilo así que procuro no hacerlas, pero está era necesaria.

Él rubio soltó una pequeña risita.

—Creo que es más que obvio —objeto él encogiéndose de hombros—. Quería hacerte una consulta en privado sobre la salud de una de mis pacientes que atiendo en California para ser más exacto ella es de Carolina del Norte, ¿podrías darme tu opinión médica sobre sus estudios?

Su pregunta realmente me ofendió, pero me entro una gran curiosidad de saber quién es.

—¿Puedo saber el nombre de tú paciente, Dr. Carter? —sobre todo se debe hablar con propiedad cuando se trata de un colega (omitamos la parte en que yo no trabajo más como médico).

—Kate Gracia —la simple mención de su nombre hizo que el aire se hiciera pesado. Mi pequeña vaquerita esta ¿enferma? ¿de qué mierda se ha enfermado ahora? Dentro de mi cabeza se han comenzado a formular miles de pregunta que no se su podré responder a todas las preguntas del doctor—. Se que debería de consultarlo con un médico en servicio, pero sé que tú has tenido mucha más experiencia que un médico de área o un directivo medico a cargo.

Iba a hacer mención de algo antes de que los tres solados a cargo del fusilamiento lo comenzaran a bombardear con preguntas.

—¿Qué es lo que tiene ojos bonitos? —pregunto Alonso demasiado preocupado.

—¡Joder! ¿Quiero saber que carajo le está pasando a mí ojitos pispiretos? —exigió una respuesta Mitchell.

—¡Maldición habla Carter! —Está vez Padme le grito con agresividad—. ¡Queremos saber qué es lo que le está pasando a nuestra niña, Carter! ¡Si no comienzas a hablar en medios de tres segundos mi puño se estrellará, contra tu mandíbula y ni siquiera Luke será capaz de reconstruírtela! —Esa fue una de sus amenazas más fuerte que haya escuchado en está semanas.

Carter me miró con cara de que le ayudara, pero ni siquiera yo sé si tengo la capacidad para responder todas esas preguntas. Kate no es cualquier persona dentro de nuestras vidas, ella es un motor fundamental dentro de nuestro día a día, tenemos algunos trabajos en este álbum con ella.

—Dime en que te puedo ayudar —formule después de un largo silencio demasiado incomodo—. Chicos es mucho mejor que salgan de la sala y vayan a tomar un poco de aire, no es buena idea que escuchen esto —pedí de forma amable pero únicamente recibí una mirada fulminante de todos. Le hice una seña de rendición y Carter se ha quitado un peso de encima ya no lo están asesinando con la mirada por qué ahora el objetivo soy yo.




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