Capítulo 51

Madrid. 

Mayo, 2018. 

Legarda. 

Tomamos un vuelo desde muy temprano para que se retrasara dos horas.

Ahora mismo no tengo ganas de ir a recorrer las magníficas calles de mi bella Madrid. No quiero.

El calor de primavera casi entrando a verano me sofoca hasta los talones. Me gusta el calor, pero no esta clase de calor sofocante que me hace querer ser un ave nocturna y no diurna.

Hemos optado por quedarnos dentro de la habitación del hotel lejos del calor infernal que pareciera derretirnos y eso que no somos de cera por qué si lo fuéramos ya no estaríamos aquí para contar un día más. Hemos estado sumergidos dentro del frío y los días lluviosos del otro lado, el cielo gris es mucho más atractivo que un cielo azul un sol brillante que derrite todo a su alrededor.

Odio admitir que estoy demasiado nervioso hace demasiado tiempo que no me siento frente a un público pequeño a platicar o a resolver preguntas que me tientan a querer salir corriendo por la salida de emergencias. Nunca ha sido demasiado bueno para platicas abiertamente de temas que no seas de música y también tengo bastante claro que esté es uno de esos momentos en donde tienes que abrir el corazón mucho antes que la cabeza, no hablaremos de sentimientos ajenos de los que somos conscientes que podemos o no sentir. No. Claro que no. El día de hoy nos reuniremos con la prensa y algunas seguidoras para hablar de lo que amamos y de lo que hemos estado logrando a lo largo de nuestra carrera. Sobre todo, de nuestro último logro al entrar al top diez de los Grammy latinos de este año. Y es a los únicos premios que me han informado que estamos nominados por el momento y eso para mí es algo demasiado… grande.

—¡Quiero morir! —gruño Padme resbalándose de la orilla de la cama y parándose de manos.

—La sangre ya no te llegara al cerebro, Padme —bromeo Alonso.

—No quiero que me llegue la sangre el puto cerebro quemado que ya tengo, solo quiero que le llegue un poco de oxígeno, ¿acaso es algo que a un tío como a ti no le mola que una mujer quiera pensar? —volvió a gruñirla la pelirroja.

—Estás muerta al igual que todos nosotros —finalice la pequeña pelea antes de que se arranquen un pedazo de carne de cualquier parte de su cuerpo.

—¡Oye no! —se quejó Alonso.

—¡Luke! —grito Padme algo molesta.

—Yo sigo bien vivito y todavía coleando —agrego Mitchell con su tono burlón de siempre.

—¡Qué seas el más nuevo no significa que no estés igual de muertos que los demás! —contraataco Padme regresando a su posición normal.

Verla pelar de cabeza me comenzaba a dar una muy mala espían. Sobre todo, por qué el color de su cabello le estaba comenzando a cambiar a negro.

Me gustaba la idea de estar en Madrid peleando con mis mejores amigos, pero no que se terminaran asesinando con la mirada como hace un mes atrás.

Hemos estado discutiendo la situación de Kate en términos médicos y en términos personales y a todos nos preocupa que no hemos pasado el suficiente tiempo junto a ella como para formar recuerdos hermosos que jamás podremos olvidar, Padme y Kate han estado platicando y cantando canciones de Taylor casi por más de tres horas antes de que sea la hora de dormir de Kate, se llevan demasiado bien para ser sincero y me gusta escuchar la risa sincera de Kate al otro lado de la pantalla. Padme nos ha dicho que la ha visto más delgada que la última vez y no sé si esa sea una buena señal o no, no quisiera tener que ir y asegurarme de que está en complicaciones. Ni siquiera tengo ganas de pensar en que quiere que sea yo quien la declare muerta; ella sabe sobre mi carrera en medicina, pero únicamente tiene conocimiento de que fui médico residente de urgencias por dos años, y más mi servicio y algunos otros oficios que tuve que hacer en el hospital para poderme graduar. Me hicieron falta algunas especialidades, pero ya eran demasiadas y no podía seguir levantando sospechas de todas las personas que me llegaron a conocer.

—Luke —la cálida voz de Padme me hizo salir de mis pensamientos—, sé que tal vez no sea el momento o el lugar, ¿pero has podido aclarar tu mente?

Suspire con pesadez.

Me rasque la parte de mi nuca y con mi otra mano haciéndole una seña para que se sentara en mis piernas como una niña pequeña. De todos ella ha sido la más afecta y no quisiera verla pasar a la oscuridad por no pasar más tiempo con su ahora proclamada mejor amiga, creo que me ha quitado el puesto Kate.

—Lo he estado pensando —confesé.

—¿Y qué has decidido?

—Qué es momento de desempolvar mi título como doctor.

—¿Harás lo que te pidió? —intenté negarme, pero no fui capaz de hacerlo.

—Haré lo que haría por cualquier otro paciente.

—Kate no es cualquier paciente, Lu —recalcando esa parte que no quiero tomar en serio—. Ella es nuestra amiga y hasta podría jurar que es parte de la familia.

—Tienes razón —sonreí— ella es parte de nuestra familia disfuncional y medio muerta.

Padme dejo caer su cabeza sobre mi pecho. Me gusta cuando es sensible y nada gruñona.

Ella es una pieza sumamente importante dentro de mi vida y si la perdiera sería capaz de hacer cualquier cosa, no me importaría exponerme ante los mortales con tal de obtener lo que más deseara si le llegara a pasar algo, la venganza no es mi fuerte, pero Padme es un pilar importante como Alonso, Mitchell y Cristal, dentro del submundo somo una familia fuerte pero fuera del somos una familia poderosa que haría cualquier cosa por los suyos. Eso es lo que hace una familia. 

🎙️🎶🎤

Las horas volvieron a pasar y cuando menos nos dimos cuenta ya estábamos caminado en dirección a donde están las mesas, los micrófonos y varios fans gritando de la emoción. Alonso y Mitchell les regalan algunas fotos y autógrafos ya que son los más cercanos, mientras que Padme y yo estamos casi al otro lado caminando por los perímetros de seguridad. Padme me comenta algunas cosas sobre de lo que posiblemente tenga que hablar ya que soy el vocalista, pero aun así no me apetece tener que hablar aun de esas cosas.