La última canción

Capítulo 75

The reason. 

Legarda.

Estos últimos días los he pasado del hospital a la casa de Elaine y de regreso al comienzo como si comenzara a ser una rutina diaria para mí. Ahora entiendo porque Alexia me dijo que si quería seguridad la podía mandar ahora la quiero más que nunca, tenía aun grupo de repartidores de muerta a su alcense que con gusto me podrían asistirme pero me he negado a esa petición que me ha hecho, no quiero llamar tanto la atención dentro del hospital por lo cual hemos decidido que es momento de reunirnos todos pero para mí desgracia había quedado en salir con Elaine y bueno, no podía cancelarle a la mera hora, ya le he cancelado tres veces en esta semana y no creía nada apropiado cancelarle de nuevo eso hubiera sido demasiado descortés de mí parte, más a parte Mitchell sigue insistiendo en que tenemos una relación y yo le digo que no pero en fin cuando algo se le mete a la cabeza a él es difícil de sacársela hasta que se aburre y se inventa otra cosa dentro de la su cabeza.

Desde el momento en que la saqué de su casa hasta este punto a mitad de camino no he dicho ni una sola palabra la situación de Padme me ha traído demasiado distraído más aparte las cosas que Alexia me ha estado ocultando y me he estado enterando gracias a Mérida. Las situaciones me han desquiciado demasiado. No sé en donde carajo tengo la cabeza y tampoco se sí quiero recuperarla.

De vez en cuento la volteaba a ver, sigue igual de pálida que antes, se por las ojeras marcadas y los labios resecos que apenas y duerme, no come lo suficiente como para tener suficientes fuerzas y tampoco toma demasiados liquitos para mantenerse hidratada. No entiendo el afán de los mundanos en quererse matar de hambre, lo mucho que yo me he intentado matar de hambre fue el primer siglo de mí vida cuando sentía que nada tenía sentido y que había cometido el peor error de mí vida, pero después de esa crisis jamás me volví a matar de hambre, bueno a veces se me olvida que tengo que alimentarme, pero solo se me olvida y no pasa de los tres días a menos de que me sienta demasiado culpable para no querer comer.

El restaurante no es público. Es de la familia Black y nos lo han prestado para hacer una pequeña reunión únicamente de los integrantes de nuestra familia, Elaine no era parte del plan y espero que eso no le moleste a Hadley. Ella ha sido demasiado buena conmigo estos días, me ha estado apoyando con lo necia que es Padme y me ha sacado una que otra sonrisa con sus comentarios fuera de lugar; pero así somos nosotros, nos cerramos a las personas externas y nos abrimos a las que no conocemos, pero sabemos que estamos en la misma sintonía. Hadley es demasiado hermosa, Alonso ha intentado acercarse a ella, pero simplemente no creo que sea su tipo de hombre al contrario se cuál es su tipo de hombre especifico.

—¿No es una comida privada? —pregunto mientras se desabrochada el cinturón de seguridad.

—Ya eres parte de la familia, Elaine —le respondí ignorando su pregunta—. Siempre has sido parte de la familia.

—Básicamente soy familia de Mitchell, pero no de ustedes —respondió nerviosa—. No quiero ser un problema para ustedes.

—No eres y jamás serás un problema para nadie, ¿entiendes? Vienes conmigo y sí eso les incomoda entonces que se jodan, eres mi invitada y punto, Elaine.

—Pero…

—Pero nada, Elaine —suspire— cuando te des cuenta que eres mucho más valiosa de lo que crees serás capaz de cometerte al mundo entero, pero mientras sigas pensando que no vales nada y que puedes llegar a ser una carga o un problema no vas a poder lograr nada en la vida. ¿Sabes por qué las estrellas jamás se apagan?

Elaine negó con la cabeza.

—No. No tengo idea.

Me baje del coche pasando por enfrente de este para poderle abrir la puerta y ayudarla a bajar, de todos los días que nos hemos visto es la primera vez que no la veo utilizando pijama.

—Las estrellas, al igual que las personas, nacen, crecen y muere. Según lo que tengo entendido las estrellas nacen a partir de grandes nubes de gas y polvo que se encuentra únicamente en el espacio. Después de miles de años ese polvo y ese gas se juntan para formar una gran bola que gira. La bola se calienta tanto que comienza a brillar. Eso deberías de saberlo, supernova.

—¿Qué es una supernova? —pregunto.

He olvidado que nadie, más que las personas que se especializan en el espacio saben lo que significa. También había olvidado que fue por Darleen que comencé a estudiar el espacio y amar cada fase de la luna, las estrellas y todo lo que compone el espacio.

Hice que me tomara del brazo para comenzar a caminar hacia el interior. Deje escapar un poco de aire para parecer más normal y entonces las palabras brotaron de entre mis labios:

—Una super nova o del latín «nueva» es una explosión estelar que puede manifestarse de forma muy notable en el espacio incluso a simple vista, en lugares de la esfera celeste donde antes no se había detectado nada en particular. Por esa razón, a eventos de esta naturaleza se les llamó inicialmente stellae novae o simplemente novae. —Le explique.

—Sabes demasiado de astrología, ¿verdad?

—Es un gusto que no puedo superar desde niño —confesé.

—Me gusta cómo se te ilumina la mirada cuando hablas de algo que te gusta de verdad.

—No existe nada que no me gusta de verdad. Pero la astrología es algo que casi nadie sabe, así que eres una de las personas más afortunadas en saber un pedazo más grande de mí vida. Si no me hubiera dedicado a estudiar medicina probablemente hubiera sido astrologo y no músico.

—Si hubieras sido astrologo jamás nos hubiéramos conocido —dijo ella intentando entrelazar nuestros dedos. En cuanto las puertas del restaurante se abrieron note la mirada de Hadley sobre mí.

—Ve con los chicos —le dije— yo tengo que ir a solucionar algo.




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