Bad Liar.
Ximena.
Hacia menos de quince minutos que me había despertado por un par de voces que parecían estar discutiendo. No sabía si Luke tendría visitas tan temprano pero cuando me gire para asegurarme de que no fuera él quien estuviera involucrado en la pelea el lado de la cama en donde él durmió estaba frío y el reloj marcado las siete de la mañana con cinco minutos. Me estire e intente quedarme quieta para no ir a averiguar qué era lo que de verdad estaba pasando allá afuera, pero me fue imposible cuando se escuchó un golpe sordo. Sentí miedo de que Jorge fuera quien estuviera ahora afuera discutiendo con Luke. Me levante tan deprisa de la cama que ni siquiera me importa darme cuenta que tengo puesta una playera de Luke y mi ropa quien sabe dónde quedo.
No tuvimos relaciones, aunque parecía que el momento entre nosotros por fin iba a pasar y él me iba a besar, pero fue solo una maldita ilusión mía de nuevo. Sali a hurtadillas de la habitación hasta la cocina que es de donde prevenían los gritos y los golpes. Me llevé una de mis manos a la boca cuando vi que Luke estaba abrazando a una chica un poco más baja que él, con el cabello castaño claro y un poco corto que va vestida de negro completamente de negro y eso que la luz no les ayuda en lo absoluto a los dos. Ella se aferra a él como si tuviera miedo de perderlo y él la abraza como queriendo no dejarla ir o yo qué sé, pero por lo que estoy observando eso se dé demasiado íntimo.
Pero después de ese abrazo los gritos regresaron y el aire estaba demasiado pesado, ambos me miraron y yo intente alejarme de la situación caminando hacia la sala para que la chica de ojos verdes saliera. Ya la había visto hace tiempo abrazada a Luke junto a otra chica de melena de color azabache el año pasado, pero ahora únicamente es la otra chica que me asesina con la mirada. Y cuando creí que todo se había acabado la chica se dirigió hacía a mí de una forma vil y cruel.
—No te acostumbres a su compañía —me dijo. Sentí que su referencia era precisamente a que Luke y ella no solo son amigos, sino que son algo más— tú no eres con la única que comparte la cama cuando se sientes mal. No te acostumbres muñeca, no eres la primera en realidad eres la segunda. Pero eso ya deberías de saberlo tiene a la única mujer que él ama de verdad frente a ti.
Después de que me dijera eso me tuve que sentar en uno de los sillones blancos de la sala del departamento. Luke no tardo ni diez minutos en dejarme sola regresando a la habitación, el silencio que se hizo me dejo escuchar a la perfección que se estaba dando un buen daño. Parecía una persona distinta mientras peleada con ella, parecía que Luke tuviera problemas demasiado grandes como para dejarlos salir a la luz fácilmente por un segundo temí que él fuera de esa clase de chicos que se esconde detrás de una sonrisa y una mirada gélida pero no. Simplemente Luke no es como los demás, en ningún momento perdió la compostura, pero claro que si le elevo demasiado la voz y aunque realmente no entendía lo que estaban hablando por la forma en que se miraban entendí que no era una discusión para nada bonita o agradable. Recogí mis piernas para poderlas abrazar mientras esperaba a que Luke regresara a la sala. Del otro lado del sillón encontré su guitarra eléctrica y me dio demasiada curiosidad así que me estiré para poderla agarrar y dejarla sobre mi regazo. Es muy hermosa.
Cuando sentí la mirada de Luke fue fría y confusa al principio me hizo dejar a un lado la guitarra y ponerme de pie.
—No quería causarte problemas —dije en cuento encontré mi voz. Luke lleva puestos unos pantalones deportivos y absolutamente nada en la parte de arriba dejándome observar sus tatuajes—. De verdad que no quiero acusarte más problemas.
Comencé a caminar hacía la habitación para buscar mi ropa y largarme en ese preciso momento, pero el brazo largo de Luke me lo impidió haciéndome regresar sobre mis pasos. Me rodeo por la cintura hasta que mis pies dejaron de tocar el piso frío y me deje de nuevo sobre el sillón y él se sentó del otro lado cogiendo la guitarra.
—Ya te he dicho demasiadas veces que no eres la causante de mis problemas. Zoé y yo hemos tenido problemas desde siempre. No siempre coincidimos en algunas cosas y por eso peleamos.
Zoé. Con que así se llamada la chica.
—Luke, pero si ella mismo me dijo entre líneas que ustedes dos son más que amigos.
Eso me quemo la garganta.
—Zoé y yo crecimos juntos, vivimos juntos, compartimos demasiadas cosas juntos. Ella es mi igual en muchas cosas, Elaine —comenzó a explicarme mientras pasa las yemas de sus dedos por las cuerdas—, no te tomes tan apecho sus crueles palabras, es demasiado celosa de mí y de otras personas más. Como bien dirían le gusta marcar su territorio y que nadie más lo hurte, pero no te preocupes dudo que te pueda hacer algo, es inofensiva.
Sus palabras me ayudaron a relajarme un poco más pero aun así no puedo dejar de mirarlo.
Estoy pecando con los pensamientos de todas las cosas que quisiera hacer en este momento con él, pero únicamente quiero estar así más tiempo con él. Uno acompañando al otro sin decir nada fuera de otro mundo o incluso de este mundo.
Note que Luke estiro la mano para coger unos audífonos de la mesita que me tendió. No tenía idea de que a las guitarras se les podían colocar audífonos.
—Ponte eso —me indico.
—¿Para qué son?
—Tú solo hazme caso, Elaine.
Puse los ojos en blanco, pero seguí sus indicaciones.
—Espero que lo que sea que pretendas hacer sea terriblemente bueno, Luke.
—No prometo nada.
Dijo antes de comenzar los primeros acordes de una canción que no reconocí de momento.
En realidad, me hubiera gustado escuchar su voz para poderla entender mejor, pero no me importo. Deje que él siguiera tocándola hasta el final. Nunca he sido demasiado fan de la música de fondo, o la sinfonía de las películas, por lo regular me gustan las canciones con letras y no solamente instrumentales, pero Luke ha hecho que me entre una gran curiosidad al escucharlo tocar únicamente la pieza con la guitarra. Observe cada uno de sus gestos, la forma en como movía sus dedos sobre las cuervas y como él cerraba los ojos cada que sentía una nota más alta y luego regresaba a las bajas. Probablemente me esté haciendo una idea errónea dentro de mí cabeza, pero Luke me gusta, me gusta demasiado y no quisiera que jamás se fuera de mí lado, aunque eso suene demasiado egoísta hasta para mí misma.