La última canción

Capítulo 80

Tan solo tú. 

Ximena. 

No había pasado demasiado tiempo desde el día de la pelea y creí que él y yo no tendríamos riñas como la que está pasando en este momento. Creí por segunda vez en que alguien no me dejaría a mitad de un proceso de recuperación, de sanación, pero sobre todo de aceptación y realmente estaba demasiado segura que entre nosotros todo comenzaba a marchar mucho mejor del punto en donde nos estamos encontrando ahora mismo parados uno frente al otro con las expresiones más egoístas de mi parte hacía él. Tal vez y sí me estoy convirtiendo en la persona más egoísta del mundo, pero es que Luke provoca muchas sensaciones dentro de mí que me es imposible ser racional y menos egoísta con él cuando lo único que ha hecho Luke es ayudarme a encontrarme sin haberme dado cuenta de que me había perdido dentro de mí misma y hasta ahora me estoy encontrando con su ayuda.

Comencé a negar con la cabeza cuando lo escuche decir que se iría de nuevo. No de nuevo, y mucho menos ahora que lo necesito más que nunca aun no me siento del todo bien, aun siento que podría romperme y volverme a perder en mi propia miseria. No dejare que se vaya por segunda vez, no si puedo evitarlo y hacerlo quedarse conmigo, por qué así lo quiero a mi lado no a lado de alguien más que no sea yo.

¿Eso que significa? —pregunto a medida que deje de responderle.

—Significa… que me gustas mucho. O sea, muchísimo.

No sabía si lo que estaba diciendo si era lo más correcto en ese preciso momento, pero por la cara que puso no era la respuesta que él esperada. Y posiblemente él no estaba buscando una declaración de amor y quizás la cosa sea más sería de lo que creo dentro de mí cabeza era lo que tenía que decirle.

—Elaine —me llamo arrastrando cada letra que compone mi nombre.

—¡Por favor dime que tú también sientes lo mismo que yo siento por ti! —suplique.

—Yo nunca te prometí un amor para siempre, Elaine, es más ni siquiera creo haberte dicho que estuviera enamorado de ti.

Su tono de voz es gélida y doloroso.

—Yo… yo creí que tú también sentías lo mismo que yo.

—Yo nunca te dije eso, o al menos mis intenciones nunca fueron hacerte creer que me podría enamorar de ti. Elaine yo amo a otra mujer y aunque conozca miles y de esas, miles de mujeres entren y salgan de mí vida no puedo amar a dos mujeres, aunque quisiera sería demasiado egoísta de mi parte hacerlo.

¡Joder eso me dolió demasiado!

—Lo… lo siento de verdad.

—Pues no lo sientas. ¡Joder! Yo nunca te prometí un amor como el de las novelas y tampoco que sería yo quien te rompería el maldito corazón, es lo menos que quería hacerte, pero es necesario para los dos poner distancia de nuevo. No quiero que te sigas haciendo ideas erróneas dentro de tu cabeza sobre nosotros.

—Yo… —yo mejor guarde silencio.

—El mundo no cambia. Pero los sentimientos de las personas sí —no sé a qué vino eso, pero creo que quiere que lo recuerde por la forma sería y directa en la que lo dijo.

Me quede sin palabras. Le quería gritar que se podía ir al maldito infierno si así lo deseaba, pero yo lo amo, lo amo como jamás había amado a nadie antes pero no importa ya porqué él lo acaba de decir, está enamorado de otra mujer y todas esas tardes, noches e incluso momentos románticos que vivimos para él únicamente fueron momentos de caridad, fueron mentiras disfrazadas de verdades a medias.

—¿Entonces… entonces esté es el adiós? —tartamudee sintiendo como mis lágrimas viajan por mis mejillas.

—¿Tú que crees que es un saludo de cordialidad o una invitación al nunca jamás? —utiliza el sarcasmo jamás antes lo había utilizado conmigo—. Claro que es el adiós, Elaine.

—Vale —trague en nudo que se me formo en la garganta.

—No quiero que sientas que todo lo que pasamos fue un maldito acto de caridad por no fue de esa forma. Lo intente, de verdad que lo intente, intente enamorarme de ti, pero simplemente no lo logre, no puedo amar a alguien si no he podido olvidar a la otra persona y es mejor para ti que yo me aleje de ti por tu bien y no por el mío. He visto a personas intentar enamorarse de alguien más demasiadas veces y ningún intento los llevo a sentir amor verdadero tal vez sí pueda comenzar a desarrollar sentimientos por ti y los tengo, pero no es amor lo que siento y de verdad lo siento demasiado, creí que podía enamorarme de ti, pero fui yo quien se equivocó y te termino lastimando como otros antes de mí ya lo han hecho —se explicó mirándome directamente a los ojos.

—Claro, tienes razón —dije junto aún sollozo—, ¡tienes toda la maldita razón, Legarda!

—No lo hagas del modo difícil, Elaine. Esto no tiene nada que ver contigo.

—¡Claro que no tienes que ver nada conmigo al contrario todo gira únicamente entrono a ti! —le grite sintiendo arder mi garganta.

Me dolió llamarlo de esa forma. Me está rompiendo su seriedad. No quiero ni siquiera saber qué es lo que debe de estar pasando por su cabeza en estos momentos. Quisiera que se largara de mi vista que desapareciera para siempre de mi vista y de mí vida. ¿Cómo puede estar enamorado de otra mujer? ¿Cómo es que nunca me di cuenta de que estaba enamorado de alguien más?

Mi madre está encerrada en su oficina que mientras April y Cher están viendo una película en mi habitación y yo aquí en el patio delantera discutiendo con Luke o mejor dicho gritándonos. Me abrace a mí misma para tratar de consolarme un poco antes de que él volviera a decir algo:

—Tienes razón —dijo él.

—¿En qué tengo razón, Legarda?

Guardo de nuevo silencio.

—Tienes razón en decir que lo hago por mí y no por ti. Nunca será por ti. —Respondió seco.

—¿Por qué? ¡Dame una maldita respuesta coherente! —exigí.

—Por qué el tiempo me enseño que debo amarme primero a mí antes de amar a alguien más y tú no te amas y yo no puedo, así de simple. No puedo amarte porque hay cosas que debes resolver por tu propia cuenta y no por la cuenta de alguien más.




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