Suene el clarín
Legarda.
Me quede sentado en el sillón del fondo de la habitación con el uniforme de médico que me han obligado a ponerme para estar con ella. Todos sus amigos y su familia han estado viviendo a verla y básicamente a despedirse por así decirlo. No busco una salido de emergencia para poderme liberar de esta gran carga con la que me ha hecho quedarme, la última persona que está con ella es Jack mientras yo finjo estar dormido para darle un poco de privacidad, verla conectada a una maquina es la peor forma de verla morir ella no quería esto y yo tampoco quiero esto para ella. Tengo dolor de cabeza, pero no es por la presencia de tantas personas sino porque realmente no me he tomado el tiempo suficiente para asimilar que la estoy perdiendo y que no la valore lo suficiente como debí de haberlo hecho cuando aún estaba bien. Mitchell hablo con Elaine y básicamente le dijo que la había dejado porque la amaba y no es mentira la quiero demasiado, pero es demasiado peligroso que ahora mismo que ella esté cercas de mí o al revés. La única mujer que ahora me importa es Kate.
Han pasado los treinta minutos de visita y Jack ha salido casi hecho un mar de lágrimas. Ya lo había visto llorar antes pero no de esta forma tan desconsolado y dolido. Me puedo apiadar de él y borrarle un poco su dolor, pero creo que es parte del ser mundano el tener que superarlo a su tiempo y no por medio de la compulsión. Me acerque a Kate para tomarla de la mano, está demasiado fría menos que la mía, pero su pulso es débil.
—¿Tienes frío? —le pregunte.
—¿Tú sabías que la novia de Jack había muerto? —evito mi pregunta haciendo otra.
—Yo la asistí medicamente como a ti —le respondí siendo sincero.
—Creo que Jack te necesitara después de que yo me vaya, Luke.
No sé qué es lo que debería de responderle en estos momentos así que guarde silencio un segundo.
—Tendrá todo el apoyo que él necesite —le asegure.
—¿Qué hay de Elaine, Luke? ¿Qué paso con ella?
—No paso nada, ¿vale? Ahora mismo necesitas descansar.
Se negó a ponerse la mascarilla.
—No quiero que intentes ser un héroe conmigo Luke, quiero que seas completamente sincero ¿puedes hacerlo por mí?
—Claro que puedo hacerlo por ti.
—Dime que paso entre ustedes dos, por favor.
Fingí un gran suspiro antes de responderle con sinceridad.
—Me enamore de ella, pero no me enamore de sus virtudes al contrario me enamore de sus defectos, pero los problemas son demasiado grandes como para que ella pueda cargar con todo eso. La vida de un famoso no es una carga linda para una chica que ha pasado demasiado. Lo intente, pero no pude hacerlo, no puedo atarla a una vida que no prosperara nunca. Ella necesita a alguien que este junto a ella todo el tiempo y ese alguien no puedo ser yo, lindura.
—Estás completamente jodido, amor —se burló de mí la desgraciada.
—¿Qué otra cosa necesitas?
—Necesito que me digas que pasara contigo cuando yo muera, Luke.
—Me tirare del último piso para seguir tus pasos a donde sea que tú vayas yo estera ahí contigo para cuidarte y protegerte siempre —hizo una broma de mal gusto.
—Eso no es para nada gracioso, Fabio —gruño tomándome de la mano con fuerza y dibujando círculos en el dorso de mi mano.
—¿Qué es lo que quieras que haga por ti? —pregunte tomando con mi otra mano para cubrir la suya y depositarle un beso corto.
—Quiero que te subas a ese escenario y cantes todas las canciones del nuevo álbum no me importa si no quieres cantar mis canciones, pero debes de hacerlo. Quiero que me dediques el primer concierto de la gira y todos los demás eso quiero que hagas siempre.
—No sé si pueda hacer eso, Kate —dije bajando la voz.
—Tienes que hacerlo, por mí, por nosotros.
La observe intentar sonreír.
—Me harás demasiada falta vaquera.
—No me eches tanto de menos vaquero.
—Ahora necesito que descanses, ¿vale? saldré un momento y en cuanto tenga los resultados de tu sangre vendré a ver cómo estás, ¿vale?
Kate asintió.
—¿Le puedes decir a Alice y a Yoshi que se queden conmigo? —pregunto.
—¡Claro amor! Ahorita te los mando.
Me levante de la silla para acercarme a la puerta, le hecho un ojo antes de salir y camine hasta la sala de espera del piso en donde están los chicos les dije que pasaran a verla y Margot está abrazando a Jack con demasiada fuerza, Froy está recargado sobre el muro demasiado pensativo. Pasé de largo para buscar a una de las enfermeras y me encontré a las chicas hablando con Carter.
—¿Ya tan pronto están conspirando en mi contra? —pregunte sarcástico.
Los tres me lanzaron una mirada desaprobatoria.
—¿Quién se quedó con ella? —pregunto Alexia con tristeza.
—Pidió que sus dos mejores amigos se quedaran con ella, yo únicamente venía por los resultados, pero veo que no se puede ya hacer nada.
Nos quedamos unos minutos hablando antes de que una de las enfermeras saliera corriendo a buscarnos y los cuatro corriéramos a la habitación. Al menos hicieron bien en sacarlos de la habitación, ¡mierda! Se esta convulsionando.
—¿Cuánto tiempo lleva así? —pregunté mientras la poníamos de lado.
—Acaba de comenzarse a convulsionar Dr. Stone.
Esperamos a que la convulsión pasara y entonces intentaron hablarle las enfermeras. Carter se encargó de que nadie pasara excepto nosotros cuatro. Las enfermaras que nos asistieron tuvieron que salir tienen la orden de no resucitar entonces solo estamos esperando a que el corazón se le detenga. Zoé decido que mirar por la ventana era lo mejor para no presenciarlo. Alexia se quedó recargada en la pared como Carter a la distancia mientras yo me acerque tanta que quede cercas de su oído y entonces le susurré:
—Tal vez en otra vida te pueda llevar a conocer las estrellas —susurré—, pero en esta vida y en la siguiente —sollozo—… recuerda que siempre te amaré, pequeña, nunca lo dudes. Tal vez no en esta, pero si renaces, te buscare y te amare por el resto de tu vida.