La Ultima Guardiana

CAPITULO 10

El aire en la habitación se espesa, cargado de una tensión que oprime cada pensamiento coherente. Rowan se mueve con calma, incorporándose sobre un codo. Sus movimientos son medidos, pero cargados de intención, y su mirada, oscura y penetrante, parece atravesarme.

Sus ojos grises no se apartan de los míos. Hay algo en ellos que me desarma, como si estuviera despojándome de todas mis defensas.

—Layla... por favor... —murmura, su voz grave resonando en el silencio—. Te deseo.

El sonido de esas palabras me descoloca. Mi pecho se tensa, y mi respiración se entrecorta mientras lo observo, incapaz de apartar la mirada. Él se inclina un poco más cerca, y puedo sentir el calor que desprende su cuerpo. Cada línea de su cuerpo exuda fuerza, seguridad, algo que me resulta imposible de ignorar.

—Déjame tenerte... —continúa, acercándose más. Su aliento roza mi piel, y mi corazón late desbocado—. Déjame hacerte mía...

Mis sentidos están en alerta máxima. Cada palabra suya, cada movimiento, cada roce de su mirada sobre mí, despierta algo dentro de mí que había intentado mantener dormido.

—Rowan... —susurro, intentando aferrarme a algo que me devuelva el control.

Su mano se eleva lentamente, y sus dedos rozan mi mejilla con una delicadeza que me paraliza. El calor de su toque se filtra en mi piel, enviando una descarga que recorre todo mi cuerpo. Deja que sus dedos bajen por mi mandíbula, trazando su contorno como si quisiera grabarlo en su memoria, a la vez que sus ojos recorren cada linea de mi rostro, hasta posarse en mis labios.

—Dime que no lo sientes también, —dice en un tono bajo, cargado de una emoción que no puedo ignorar—. Dime que no has pensado en esto, que no me has deseado ni una sola vez.

No puedo responder. Mis labios tiemblan, pero ninguna palabra sale. El torbellino en mi interior me tiene atrapada, dividida entre el deseo de rendirme y la necesidad de levantar una barrera que él parece derribar con cada gesto.

Él lo sabe. Lo veo en su mirada. No necesita palabras. Su rostro se inclina aún más, y siento su aliento, cálido y pausado, acariciando mis labios. Sus dedos bajan hasta mi cuello, donde trazan un camino que enciende cada célula bajo su contacto, provocando un escalofrio que me recorre la columna y mis ojos se cierran involuntariamente mientras inclino mi cabeza hacia atras.

Cuando sus labios tocan los míos, es como si el mundo entero se detuviera. Es un roce suave, deliberado, cargado de una emoción que va mucho más allá del deseo. No hay prisa, solo una certeza que se instala en cada rincón de mi mente.

El beso se profundiza, y el control que había intentado mantener se desmorona por completo. Mis manos suben hasta sus hombros, buscando algo a lo que aferrarme mientras la habitación parece tambalearse a mi alrededor.

Él me envuelve con sus brazos, uno rodeando mi cintura y atrayéndome hacia él, mientras el otro se desliza hasta mi cabello, sus dedos entrelazándose con suavidad. Cada movimiento suyo es preciso, una mezcla perfecta entre cuidado e intensidad, como si el momento fuera demasiado importante para apresurarlo.

El calor de su cuerpo contra el mío me envuelve. Sus labios, firmes y seguros, me reclaman con cada segundo que pasa. La tensión que habíamos contenido durante tanto tiempo se libera en un instante, derribando cualquier resistencia que pudiera quedar entre nosotros.

—----------------------------------------------

El golpeteo en la puerta me despierta de golpe, arrancándome de un estado que solo puedo describir como puro desconcierto. Abro los ojos de inmediato, con el corazón martillando en mi pecho y la respiración agitada. Un calor extraño recorre mi cuerpo, y mi mente tarda unos segundos en procesar lo que acaba de ocurrir.

"No puede ser..." pienso, llevándome una mano a la frente mientras intento ordenar las imágenes que se agolpan en mi mente. "¿Acabo de tener un sueño erótico con Rowan? Esto no puede estar pasando."

El golpeteo en la puerta suena de nuevo, esta vez acompañado de una voz masculina que me arranca de mis pensamientos como un balde de agua fría.

—Señorita, ¿está despierta? El desayuno está servido. El príncipe Rowan me ha pedido que la avise.

—¡Ahora bajo! —respondo rápidamente, aunque mi voz sale más alta y aguda de lo que esperaba, traicionando mi nerviosismo.

Me quedo sentada en la cama unos segundos más, intentando recuperar el aliento. "Esto no es real. Fue solo un sueño," me repito, pero el recuerdo es tan vívido que mi piel aún hormiguea, y el calor que creí imaginario sigue presente. Sus labios, sus palabras, sus manos...

Suelto un gruñido frustrado, tratando de sacudir la sensación que todavía me invade, y me levanto de la cama. Lo primero es una ducha. Quizás eso ayude a despejar mi cabeza.

El agua fría golpea mi piel, arrancándome un jadeo inicial, pero cumple su propósito. El frío me obliga a concentrarme en el presente, apagando parcialmente las brasas que el sueño dejó encendidas. Cierro los ojos bajo el chorro, dejando que el agua se lleve lo que pueda de mi confusión. Sin embargo, no importa cuánto lo intente, las imágenes siguen acechando en los rincones de mi mente, nítidas como si fueran recuerdos y no un producto de mi subconsciente.

Finalmente, salgo de la ducha, envuelta en un aire renovado aunque no completamente libre del peso del sueño. Me seco rápidamente y me dirijo al armario de Rowan, donde una selección de vestidos me espera, impecable y claramente seleccionada con un propósito.

Los vestidos son todo lo que podría esperarse de alguien que aparentemente debe lucir como una reina: opulentos, elegantes y pensados para destacar. Me tomo un momento para revisar cada opción, mis dedos rozando las telas cuidadosamente y los bordados intrincados.

Finalmente, mis manos se detienen en un vestido violeta que parece llamarme. Es delicado y, al mismo tiempo, imponente. La tela fluye con suavidad, irradiando elegancia con cada movimiento. Bordados plateados recorren la amplia falda, formando patrones florales que parecen cobrar vida bajo la luz que se filtra por las ventanas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.