Raíces del Secreto

Avanzaron en silencio, cada paso medido, cada sombra una posible trampa. El Valle parecía cambiar con ellos: árboles que antes no estaban, caminos que se desdibujan. Era como caminar dentro de un recuerdo que no les pertenecía.

Lyra consultó el mapa antiguo una vez más, frunciendo el ceño.—Esto no tiene sentido. Según este trazado, deberíamos estar en un claro… pero no hay nada más que niebla.

Kaelen extendió la mano hacia un tronco cubierto de líquenes oscuros. Al tocarlo, una oleada de imágenes lo golpeó: fuego, gritos, una torre que caía envuelta en humo violeta.

Se apartó bruscamente, jadeando.—Este lugar… guarda memorias. Y no son nuestras.

Alina se detuvo. El suelo bajo sus pies brillaba tenuemente, formando un símbolo antiguo, casi borrado por el tiempo. Una espiral rodeada por tres líneas entrelazadas: el emblema de las Guardianas del Primer Pacto.

—Esto es una cripta —susurró, arrodillándose—. Aquí… aquí hubo un santuario.

Colocó ambas manos sobre el símbolo, y una ráfaga de magia recorrió el suelo, revelando por un instante inscripciones ocultas que latían con una luz suave, azulada. Nadie respiró.

—Las Guardianas del Primer Pacto —murmuró Lyra, tocando con reverencia una de las líneas del emblema—. Este lugar fue consagrado por ellas.

Eiran miró alrededor con tensión en los ojos.—Entonces también puede ser el lugar donde se selló algo... o alguien.

Un crujido sordo emergió del suelo, como si las raíces comenzaran a moverse lentamente bajo tierra las hojas temblaron el Valle una vez inmóvil despertaba.

Kaelen desenvainó su espada.—Algo ha sentido nuestra presencia.

Alina no se movió. Mantenía las manos sobre el símbolo, su mente inundada por una voz lejana, casi imperceptible… que susurraba su nombre como una plegaria antigua.—Alina… Alina...

—¿La escuchan? —preguntó, sin alzar la vista.

Los demás intercambiaron miradas.—¿Escuchar qué? —preguntó Kaelen, tenso.

Pero Alina ya estaba en otro lugar, sus ojos abiertos y fijos, como si su alma mirara más allá del velo del tiempo.