La última hija de la Luna

¿Qué soy? ¿Qué eres?

¿¡Ella me había convertido en el monstro que soy ahora?

Con todas mis fuerzas la empuje lejos de mí, eso provoco que saliera volando y cayera sobre una lápida.

-Luna… - dijo, pero la interrumpí.

- ¡No me digas así! ¡¿Tu eres la responsable de esto?! – dije señalándome, - ¡Tú me convertiste en un monstro! ¿Por qué lo hiciste? ¿Cómo lo revierto? –

-Yo no te hice nada, por favor cálmate, aun no lo has entendido del todo. – trato de acercarse a mi pero la tome de la mano y la sujete por el cuello.

- ¡Dímelo!, tu eres igual a mí esto es causa tuya. - la mire directamente a los ojos.

-Por favor cálmate, no dejes que la ira te controle. - dijo con el poco aire que tenía. –Por favor suéltame te lo contare todo. –

-No – dije con firmeza, -Hasta que me lo expliques todo te soltare. –

-Yo no te hice esto. – tosió.

-Mientes. -  apreté más fuerte su cuello.

- ¡Ya basta! – movió su mano de una manera extraña y de repente me sentí débil, mi cuerpo no me respondía y solo estaba de pie frente a ella sin poder moverme. –Al parecer esta es la única manera para que me escuches. –

****
Todo me estaba dando vueltas, estaba muy mareada.

- ¿Estas bien? – dijo una persona al lado mío, no reconocía su voz.

Me sentía débil como si no hubiera comida en días y mientras sentía esto solo podía pensar en cómo matar a todos los que estaban conmigo…
****

-Eres bastante fuerte. – tosió mientras masajeaba su cuello. –Escúchame bien, yo no te hice esto, nadie te lo hizo, esto… - me señalo, -Esto es tu verdadero yo, empiezas a despertar… sé que estas confundida y aterrorizada, pero todo esto tiene una explicación, una razón. – Miraba atentamente mis ojos como si ellos hablaran por mí, no podía articular ni una palabra.

-Te voy a soltar, pero debes de controlarte, la furia ni el miedo traen nada bueno ¿está bien?, está bien. – hizo otro extraño movimiento de manos y puede volver a controlar mi cuerpo.

- ¿Qu-que fue eso? – tartamudee.

-Un hechizo. –

- ¿Disculpa?, es no puede ser real. –

- Tu no deberías de ser real y mírate. –

- ¿Qué me vas a explicar? ¿Cómo es que me convertí en e esto? –

-Tu solo despertaste. –

- ¿Desperté? ¿Cómo si estuviera en un sueño? –

- Si. – analizaba todo de mi con sus penetrantes ojos blancos, - Eres hermosa. –toco mi mejilla, la miré directamente a los ojos, una imagen vino a mi mente.

Era ella, cantándome…

Me aparte de ella, -Por favor explícame, ¿puedes explicarme? Que es lo que me sucede. –le suplique.

Acaricio mi cabello, - No solo te sucede a ti, le sucede a todo a todos. –

-¿A qué te refieres? – no la entendía.

- Esto es como una reacción en cadena. Algo te hizo despertar, alguna acción algún sentimiento te despertó por completo, lo que ocasionó que yo también despertara y más lo harán, muchas cosas sucederán y muchas cosas faltan por suceder. –

- ¿Qué clase de cosas? – la miraba con atención.

-Cambios… en la tierra en la humanidad el mundo que ahora conoces cambiara. – bajó su cabeza, -Cosas buenas, como cosas malas pasaran. –

- ¿De dónde vienes? – le pregunté me intrigaba saber de qué clase de mundo venían seres tan extraños y hermosos como ella.

- De la Luna. –

- ¿¡Como!? ¿¡Estás jugando conmigo? –

- No –

- ¿Qué eres? –

-Que somos, más bien. – se sentó en un banco de aquel tétrico lugar, estaba obscureciendo el cementerio se había vuelto un lugar tenebroso...



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En el texto hay: seres miticos, guerra y amor, rencarnaciones

Editado: 03.12.2021

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