La última hija de la Luna

Desde el inicio

Íbamos camino a casa, miraba por la ventana, pensaba en lo que había pasado, ¿todo fue real? Pensé un momento si había aluciado todo, pero su tacto con sus suaves manos aún estaba en mi cara, su mirada seguía viendo mis ojos y su abrazo seguía tan presente como si en ese momento me estuviera abrazando.

Observé un poco el cielo, estaba estrellado y la luna… brillada de una manera tan hermosa, sentí nostalgia al mirarla.

- ¿Todo bien? ¿en qué piensas? – mi abuelo tomo mi mano y me miro con atención.

- Perdóname, por haberte dicho eso yo… - mi voz empezó a romperse, - Enserio no quería decirte eso lo siento mucho. – abrace a mi abuelo.

-Lo sé no tienes que disculparte te entiendo. – acariciaba mi cabello, -Te amo y eso no cambiará por nada, todo estará bien de ahora en adelante, toma aire y respira Katia. –

Sentí como mis parpados se cerraban lentamente hasta que me quedé dormida, durante todo el camino dormí en los brazos mi abuelo.

-Kati, Kat, ya llegamos despierta. – me decía mi abuelo con voz baja.

Salí del auto, llegué a la sala y me senté en uno de los sillones, no estaba Cora.

- ¿Dónde está Cora? – le pregunte a mi abuelo.

- Cuando te fuiste se empezó a sentir mal, así que le dije que se fuera. –

Me levanté y fui a mi cuarto, me tiré en la cama y empecé a observar todo mi cuarto, observaba cada minúsculo detalle como si cuarto tuviera la respuesta y para mi sorpresa parecía tenerla. En la repisa arriba el escritorio había un libro peculiar que no había visto antes, me pare y tomé el libro, era el libro de la biblioteca no lo había devuelto, se me había olvidado.

“Los Secretos de los Últimos Seres de la Luna”, hojeaba el libro observando detenidamente, “Los de la Luna eran seres hermosos, sus ojos grises, pieles blancas, su cabello también era blanco y lardo, por naturaleza largo, tenían alas de ángeles, pero cuernos como demonios”, releí esa parte muchas veces tratando de entender que estaba pasando y por qué esa descripción quedaba tan bien con ella y conmigo, a no sabía que pensar todo se volvía cada vez más confuso, ya no sabía si estaba soñando o si estaba en el mundo real.

Observaba las paginas arrancadas y lo mucho que me gustaría poder leerlas, tal vez así podría entender todo mejor, mientras leía imaginaba cómo sería el Reino Lunar y todos sus habitantes.

Mis ojos se cerraban, tenía mucho sueño, lentamente sentía como perdía la conciencia. Estaba completamente dormida.

Veía una silueta acercándose a mí, cambie mi dirección y a dónde yo veía para irme aquella silueta, se veía familiar, pero a la vez me daba mucho miedo que se me acercara…



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En el texto hay: seres miticos, guerra y amor, rencarnaciones

Editado: 03.12.2021

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