Monotonía

Los días pasaron, y se volvieron semanas, tres para ser exactos.

-Buenos días. – me saludo mi abuelo desde el jardín.

-Hola, buenos días. – me acerqué a él para abrazarlo.

- ¿Ya desayunaste? –

- No, pero a eso vengo – le dije mientras miraba el refrigerador.

- Bueno… oye tengo que salir unas horas, ¿estarás bien sola? –

- Si claro no te preocupes, se cuidarme sola. – sonreí.

-Lo sé, regresare como a las 5 para que no me esperes a comer. -

- Wow, eso es mucho tiempo, ¿A dónde irás? –

- Iré a ver a Alberto. –

- ¿Mi tío Alberto?, no debió de molestarse en venir a vernos. – dije sarcásticamente.

- Katia, se más respetuosa, tu tío no se llevaba bien con tu mamá, pero eso no quita que sea su hermano y que le haya afectado la noticia como a todos. - me miro serio.

-Si en verdad le hubiera afectado hubiera venido desde hace meses, ¿no crees? O por lo menos venir a ver como estabas. –

Me abuelo me mira serio y con cara de reclamo, lo mire, - Bueno yo solo decía, no es para tanto –

-Hay Katia. – me dio un beso en la frente y subió.

Tal vez mi mamá y su hermano no se llevaban tan bien, pero debió considerar a mi abuelo, era su papá, debió de haberle llamado si no quería venir.

Me preparé el desayuno, encendí la televisión y me puse a comer, dejé el canal en uno de noticias.

-De ultima hora: se registra otro terremoto al sur del país, el tercero en la semana en la parte sur, los especialistas están preocupados por los terremotos que han ocurrido en el país como en el mundo, mientras que en la ciudad han ocurrido 4 en mes, siendo la parte menos afectada.
También se registra un aumento en el nivel del mar en las costas, que van de 5 a 20 cm.
En otras noticias se aumenta la actividad del volcán ubicado en las Islas Canarias, los especialistas temen que haga erupción en los próximos días…

-El mundo se está volviendo loco – comentó mi abuelo detrás de mí.

-Supongo…- dije en voz baja.

-Bueno ya tengo que irme. – dijo mientras me daba un cariñoso beso en la mejilla, -Cuídate y se necesitas algo solo llámame o a Cora. –

-Si claro no te preocupes – lo abrace.

Lentamente vi como mi abuelo se alejaba desde la puerta de entrada hasta que lo perdía de vista desde la ventana.

Desayuné en silencio, había apagado la TV no estaba de humor para ver eso. Lavé mi plato y subí a mi cuarto.

“Esto es como una reacción en cadena” recordé mientras subía, “Algo te hizo despertar, alguna acción algún sentimiento te despertó por completo, lo que ocasionó que yo también despertara y más lo harán, muchas cosas sucederán y muchas cosas faltan por suceder”

¿Será esa la causa?

Busque entre mis cosas el libro que tanto evitaba, no estaba, no lo encontraba. Seguí buscando en mi armario, debajo de la cama en la ropa sucia, ¡no estaba!, desapareció, ¿Cómo era posible?, ¿tal vez mi abuelo lo tomaría? No, el no entraba a mi cuarto y si entraba no haría eso, volví a buscar, pero esta vez cuidando cada detalle, así me la pase dos horas, pero no tuve suerte, el libro había desaparecido como si alguien se lo hubiera llevado…

Aunque no quería aceptarlo estaba empezando a creer que todo lo que me estaba pasando era real, que no estaba loca y que todo esto es real, me senté en el piso y me quede pensado en aquella mujer, ya no la había vuelto a ver y nada raro volvió a suceder, todo estaba más tranquilo, a la tranquilidad que estaba acostumbrada, aunque ahora era monótona.

Me pare y empecé a recoger el desorden que había generado en mi cuarto.

Apenas eran las 12 del día mi abuelo no regresaría sino dentro de cinco, seis horas, no sabía que hacer estaba aburrida, tal vez debería llamar a Mel o a Gadea para salir un rato.

Tomé mi celular y llamé a Mel.

-Hablas con Melissa, no estoy disponible háblame en otro momento, adiós. - rayos buzón de voz.

Tal vez Gadea estuviera desocupada, - En este momento no estoy disponible perdón. – todos estaban ocupados o con cosas que hacer menos yo.

Me tire en el sofá y me puse a pensar que podría hacer.