La Última Lágrima

EL CAMINO

Mi nombre es Paolo Camargo y ya hace mucho tiempo desde que se celebró el último Iron Soul, mi padre, Dennis Camargo me instruyó bajo el yugo del estilo de Aries y me preparó en el arte de la explosión, esto es algo que nunca quise pero con cada entrenamiento perdía lo poco racional que quedaba de mí. Me adapte al estilo del carnero y con ello mis emociones dejaron de existir, mi país necesita esta victoria y yo el deseo que se concederá al ganador.

Mirando a mi padre repliqué:

- Padre, es obvio que quieres que gane el torneo, pero dime, ¿por que hay que matar a los otros competidores?

El padre mirando fijamente a Paolo Camargo dijo:

-Paolo, el arte de la guerra es un escenario en el cual aprenderás muchas cosas, te he preparado bajo el estilo de Aries y tu afinidad al arte de la explosión es innata, no obstante aún tienes sentido de culpa, te será innecesario en la lucha pues debes aniquilar a los otros 11 contrincantes. El por qué de matarlos lo descubrirás tú en su momento, al igual que lo hice yo en el mío.

Paolo con mirada confundida, miró al suelo y dijo:

-Padre, no sé si estás guerras tienen sentido, pero si sé que estás orgulloso de mí y prometo no defraudarte. Seguiré entrenando arduamente y dar resultados en el terreno de batalla.

El silencio dejó un eco mientras mi padre se alejaba, entendí que debía dejar en alto el apellido Camargo y aún más al noble signo de Aries.  Aún por mejorar en el arte del combate, me quise embarcar en un viaje hacía Ciggeta pueblo en el que los sabios siempre aconsejan a los 12 del zodiaco mediante el oráculo.  Listo para la tarea y a falta de 3 días para el torneo me embarqué en el viaje. Antes de llegar a Ciggeta debía pasar por algunos pueblos, el primero era llegar a Sellá.  Encaminando el viaje, este era un basto camino árido casi desértico, estaba listo para el camino con todos los explosivos que se me habían encomendado.

Llevaba horas caminando sabia que el camino no sería fácil, cuando me percaté de un movimiento brusco en la tierra, observando me fijé en una Tralla que salía de la tierra, estos seres son como ciempiés gigantes que arrasan a todo lo que ven, sin prestarle atención decidí cambiar de rumbo para no molestarme con estos fastidiosos insectos, a escasos metros de mí escuché un estruendo, opacado por la curiosidad decidí ir a investigar.  Al llegar al punto, me percate que era una Tralla la cual yacía en el suelo con signos de haber muerto.

Una extraña silueta se veía entre el polvo y la arena, de lejos se escuchó:

-Hey, tú, si vas por este camino te encontrarás más de estas cosas, no son aptas para humanos.

Mirando al frente contesté:

-Al parecer no eres un humano común, gracias por la información, pero no pensaba tomar ese camino, me dirijo hacía Ciggeta.

La sombra se esclareció y refiriéndose a mí, dijo:

-Ya veo, te diriges al mismo punto que yo, en ese caso te acompañaré para que no te aborden de esas cosas.

Mirando al sujeto:

-No es necesario, puedo ir solo, estos insectos no me asustan.

El hombre en cuestión siguió insistiendo:

-Insisto, además ya te dije que yo también debo ir a Ciggeta, debo hablar con mi Oráculo.

Al escuchar esto, la curiosidad me empezó a entrar y repliqué:

-¿Eres uno de los 12 guerreros? Sí es así presentate.

Mirándome el hombre dijo:

-De Laet, Romel De Laet es mi nombre soy el guerrero bajo el signo de Leo, he viajado desde Bélgica mi país natal para hablar con el oráculo.  Tú interés me da a entender que eres uno de los 12.

Sorprendido lo miré directamente y le dije:

-Soy el guerrero bajo el signo de Aries, Paolo Camargo, no esperaba encontrarme contigo, sin embargo es un honor conocerte antes del torneo, aún así quiero conocer tú habilidad.

Con mirada desafiante, Romel me miró y dijo:

-Adelante después de matar al insecto me quedé con ganas de seguir probando y que mejor manera que ante el hijo del último campeón del torneo, nada más ni nada menos que el Hijo de Dennis Camargo.

Ante este desafío sólo sonreí y le avalance un pequeño explosivo, su expresión era firme, al percatarse del explosivo, este alzó una roca gigante como si nada y la uso a modo de escudo, sorprendido ante semejante fuerza decidí combinar mi elemento Fuego con mis explosivos, la sorpresa mía fue al ver que los puños de Romel empezaron a ponerse llameantes y se avalanzó a mí logrando propinarme un puñetazo, la fuerza era tal que mi cuerpo quedó inmóvil ante semejante fuerza, caí a varios metros, el cuerpo se adormeció por unos minutos mientras el acercándose me decía:

-Esperaba mucho más del hijo del campeón, sin embargo no te mataré pues sería descalificado.

Me tendió la mano, ayudando a pararme, yo la acepté y me incorporé.  Aún bajo los efectos de dicho puñetazo, el me miró y dijo:

-Paolo Camargo por lo que veo tienes el mismo elemento que yo, tú estilo de lucha es impecable y tu especialidad de explosivos es inmejorable, sin embargo te falta experiencia.




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