La venganza de la mejor amiga

[4] Vengativas

El plan se ha puesto en marcha cuya primera fase es "Reclutar" al igual que Valery hay varias chicas que también fueron víctima de la arrogancia de Josh y, son esas chicas a la que buscamos para el ejército "Vengativas" Chicas dispuesta a hacer cualquier cosa para darle una lección a ese canalla. Valery seguía sin estar de acuerdo, pero al final terminamos por convencerla.

Hemos tenido que prometer y firmar un documento de diez hojas donde se especifica que nadie saldrá herido, al menos no físicamente. Nada de material punzante o cortante, nada de fuego, sogas o sierra eléctrica.

Lo que me lleva a cuestionar ¿Dónde quedó el espíritu aventurero de mi amiga? ¿La diversión? ¿Dónde está el "si matas a alguien, yo escondo el cadáver".  En fin, Deborah, la chica que está ayudándonos con el plan "La venganza de la mejor amiga" muy creativo el nombre, lo sé. Fue quien sugirió buscar a otras chicas que estuvieran dispuestas a ayudarnos, chicas que al igual que ella y Valery  fueron usadas por Lucifer Mathew O Josh Mathew, como ustedes quieran llamarlo.

Es por esa razón por la que me encuentro en este lugar, un centro de yoga, si, Samantha Suárez practicando yoga. Si mi madre se entera de esto estaría riendo a carcajadas sueltas, llamando a todos mis tíos y primos para contarle, también existe una pequeña posibilidad en la que tome un vuelo hasta New York para tomarme una foto y en enmarcarla como recuerdo ante un hecho que no volverá a repetirse en la vida. Sí, definitivamente eso sería lo más acertado.

—¿Es qué acaso esa chica es elástica? —bufa Deborah quien se encuentra a mi izquierda intentado imitar la posición que hace nuestra futura miembro del equipo.

—Es cuestión de práctica, tienes que dejar que toda tu energía positiva salga—responde Valery, al parecer esto del yoga si va con ella.

—Claro. Dejaré que toda mi energía surja—afirma Deborah—, pero será para estampar mi puño en la cara del idiota que está detrás de mí y no ha dejado de mirar mi trasero en ningún momento —hasta yo puedo sentir su mala vibra

Al escucharla, abandonamos la posición en la que nos encontramos para observar a un señor de unos cincuenta años pasándose la lengua por los labios de forma lasciva sin quitar los ojos del trasero de Deborah .

—¡Oiga!—. Grito llamando la atención de toda la sala, incluso de la maestra quien pone en pausa la música—. ¿Se le perdió algo en el trasero de mi amiga?—. Interrogo. Mira hacia los lados ignorando que es a él a quien me dirijo—. No se haga el tonto—le regaño—. Es con usted con quien hablo ¿Quiere hacernos un favor y dejar de mirar a mi amiga como un cerdo preparado para navidad? Si no lo hace, tendré que tomar otras medidas—amenazo—. ¿Sabe cómo me llaman? —. Pregunto de manera retórica—. "Kane, el demonio de ojos rojos" Si alguna vez vio la WWE se dará cuenta porqué —-varios jadeos de sorpresa se escuchan alrededor, mientras una sonrisa malévola se dibuja en mi rostro al ver como traga saliva.

—No te creo nada—dice no muy convencido, su voz tiembla un poco—. Solo eres una niña estúpida intentando jugar al héroe—. ¡Oh! Este sujeto realmente es estúpido.

—Eso cree—me levanto de la alfombrilla caminando con pasos decididos hacia él.

—¡Samantha, por favor, no!—. Suplica Deborah deteniendo mis pasos —. Prometiste que no matarías a nadie más, que no ibas a permitir que te lleven a la cárcel otra vez—mi ceño se frunce con confusión, sin embargo, me guiña un ojo y el entendimiento llega.

—¡Déjame matarlo!—. Exclamo entrando en mi papel—. No voy a permitir que ese degenerado te siga violando con la mirada, es un depravado, no merece vivir—empleo una gran fuerza dramática.

Veo los ojos del señor llenarse de terror y sonrió internamente.

—Vamos Samantha, nos lo prometiste —el que Valery se una a nuestro pequeño show lo hace más divertido. Paseo la vista rápidamente por la sala, solo se encuentra la maestra quien nos observa con cara de pánico, todas las demás personas se han ido—. Juro que lo haré rápido. Tengo un arma en mi bolso, luego podremos escapar juntas lejos de aquí—camino hasta los casilleros en busca del arma inexistente, al voltear nuevamente hasta donde el señor está, este ha desaparecido de la sala.

Estallamos en carcajadas al unísono, la maestra nos mira con los ojos fuera de órbita.

—Pensé que se haría en los pantalones—habla Deborah sin dejar de reír.

—Su cara es algo que no podré sacar de mi memoria en mucho tiempo —comenta Valery cuando logra controlar un poco la risa.

—¡U...us..tedes están locas!—. Grita la maestra—. Quiero que salgan de aquí en este instante o llamaré a la policía—amenaza. La observamos por unos segundos para luego volver a reír a carcajadas—. ¿Es qué acaso no me escucharon? ¡Fuera!—. Señala la puerta con su dedo índice.

—Eso no será posible, hemos venido hasta acá con una propuesta que te puede interesar y no nos iremos hasta que nos escuche—-afirmo con seguridad.


 


El ruido a nuestro alrededor es ensordecedor, pero esto parece no molestarle a Deborah quién va por tres chupitos y la sonrisa en su rostro no se borra.

—¡Oye!—. Grito llamando su atención —¿Estás segura que esta chica trabaja aquí?—. Asiente dándole otro trago a su bebida haciendo una mueca rara con sus labios.

Si no lo han notado, nos encontramos en un bar llamado "Las chicas de Joé" porque según Deborah nuestra próxima cómplice, que nos ayudará con el plan "La venganza de la mejor amiga" trabaja en este lugar los fines de semana, en varias ocasiones intentamos localizarla en la universidad, sin éxito alguno, y como dice un dicho por ahí "Si Mahoma no va a la montaña, la montaña viene a Mahoma" lo que me hace preguntarme. ¿Qué haría Mahoma con una montaña?

Está bien, no nos desviemos del tema.

El caso es que no nos quedó de otra que buscarla en este lugar, que más que un bar parece un prostíbulo, Valery se encuentra frente a mí con una copa dándole pequeños sorbos de vez en cuando, y no parece importarle nada de lo que ocurre a nuestro alrededor, Deborah se encuentra en la misma situación, creo que ya está borracha. La que parece no estar muy cómoda es Nathaly, nuestra nueva aliada y la calma hecha carne. 



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En el texto hay: universidad, mejores amigas, arte

Editado: 03.06.2021

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