Capítulo 3 ✔

LUISA

Sergio se encuentra caminando todo el valle, llegamos hace 30 minutos y está recorriendo todo el lugar, yo lo observo y pienso en la primera vez que conocí el valle, también estaba como él caminando y observando todo el lugar. Antes de entrar, le advertí que nadie lo puede saber y lo ha prometido, espero que no me defraude, aunque si se ve de confiar demasiado; en todo lo que ha visto y caminado no ha dicho ni una palabra lo que me sorprende, pero sé que está impresionado.

- Esto es un paraíso —dice asombrado— ¿eres la única que tiene acceso a este lugar?

- Si, soy la única

- ¡Wow, pues… esto es maravilloso! —dice mientras roza con las yemas de los dedos el Roble de Solano, como si éste fuese un bebé— probablemente la vida quiso que este lugar fuera solo para ti es tu libertad sin salir de tu habitación —se encoje de hombros y nos sentamos al lado del árbol, recostando la espalda en el tronco.

- Bueno, tal vez tienes razón, porque si es el único lugar en dónde me expreso y no corro ningún peligro —digo

- No sé —duda—, ¿Cuál es el peligro que corres? Si se puede saber, no te quiero presionar, peor es muy difícil entenderte sin saber que te pasa, puedes contar conmigo —dice Sergio y observo el cielo, éste me ayuda a meditar.

- Gracias por no presionar, pero a qué te refieres con “la vida quiso que este lugar fuera solo para ti” —respondo

- Muy sencillo la vida es exacta, perfecta o cabal, cómo la quieras llamar, pero todo tiene su significado y las cosas pasan por algo, aunque no lo creas, cada lágrima o sonrisa pasa por una razón. Mira, muchas personas dicen que llevan una vida de perros, pero no es así, la vida de los perros también es perfecta así sean animales, porque Dios lo hizo así —dice Sergio

- Yo no creo en Dios, así que no me metas ese tema, para mí ese señor no existe, y con respecto a la vida no creo que sea perfecta si lo fuera yo no hubiese pasado por muchas cosas y créeme no es nada cabal —respondo

- Respeto tu opinión, si no crees en Dios no hay problema. El hombre, en general, tiende a tener creencias o necesidad de creer en alguien con mayor poder, porque necesitan una fuente de inspiración o un ejemplo a seguir —suspira—. Ahora, tu piensas que la vida tiene que ser siempre alegre, pues no, la vida tiene un significado como dije anteriormente y si crees que las situaciones complicadas no traen alegría, estás muy equivocada —dice Sergio, existe una mínima posibilidad de qué tenga razón respecto a Dios, pero lo último que mencionó no me parece nada bueno

- ¿Cómo qué alegría se da en situaciones complicadas? Te responderé ninguna, porque tú estás loco

- No estoy loco, lo que pasa es lo siguiente, tú crees que una situación complicada puede ser, que el chico que te gusta no te presta atención o que no tienes dinero para comprar las cosas que te gustan, entre otras, entonces en un futuro no muy lejano te das cuenta que esa situaciones complicadas en realidad no lo eran, porque eran unos pensamientos impulsivos y eso te causa gracia ya que están en otra época en la adquiriste madurez. Por eso digo, que los planes de Dios son perfectos o bueno en tu caso el destino, tu creencia —responde Sergio

- Está oscureciendo ¿no crees? —le pregunto para cambiar el tema ya que es muy extenso y se necesita de mucha madurez para hablarlo, creo que ninguno de los dos está totalmente maduro para sacar una conclusión en común.

- Sí, ¿nos vamos? —me pregunta y yo asiento— estos temas son muy complicados ya que aún somos jóvenes, pero yo ya obtuve mi respuesta porque yo era como tú, no creía en él hasta que tuve una seña —sonríe

- Lo sé, apenas tenemos 16 años para hablar de eso —sonrío también

- Así es —dice y se levanta, me extiende su mano para ponerme de pie y la acepto— Tus ojos son hermosos, ese color miel te combina tan bien con tu piel

- Gracias, ¿quieres comer algo?

- Si, ¿Qué tal una empanada[1]? —dice Sergio

- ¡Si! —exclamó con alegría, me gustan mucho las empanadas de carne.

Salimos del valle para comprar unas deliciosas empanadas que son del Tolima[2]. Caminamos y pienso en la vida, sí es perfecta ¿qué me tendrá preparado? O ¿Por qué he tenido que pasar por estás situaciones? Sé que las mías no son nada parecido a las de Sergio. Y solo para obtener algo bueno, me pregunto ¿Por qué no tener las cosas buenas desde ya? Simplemente quiero ser feliz, no desagradezco los pequeños momentos, pero llego a un punto en el que no son suficientes, para todo el sufrimiento por el que pasó.

- ¿En qué piensas? —me pregunta Sergio mientras pasamos la calle, boto en la basura la servilleta de la empanada

- Pienso en la vida, también en él porque del por qué, y, son tantas cosas que son tan complicadas... —Sergio me interrumpe

- Calma —me agarra de los hombros con un ligero movimiento—, el tiempo te podrá resolver todas las cuestiones que tienes, ahora solo somos jóvenes que debemos aprender algo muy importante y es saber vivir con respeto, tolerancia y paciencia —dice

- ¿Cómo lo logras ver tan fácil? —pregunto con frustración, él me suelta y seguimos caminando

- Es sencillo, solo que nosotros tenemos la costumbre de limitarnos, cada cosa esta medida a su tiempo solo que la humanidad no tiene paciencia. Te pondré un ejemplo, nuestro mundo —extiende los brazos—, ves todo esto —yo asiento—, bueno pues te cuento algo está representado por esta diminuta roca —la señala— y sabes ¿por qué?

- No ¿Por qué? —preguntó y nos detenemos para sentarnos en un andén

- Porque somos tan grande que solo ocupamos esa pequeña roca ante la inmensidad, hay muchas galaxias que pueden ser el tamaño de esa roca y pueden existir más personas, en diferentes galaxias que están esperando a que él tiempo les resuelva muchas dudas, como nosotros dos, de cientos de planetas, estrellas, cometas, entre otros, no han tenido una colisión. Porque tiene un determinado tiempo en el espacio y eso hace que todo sea perfecto.