Capítulo 9 ✔

LUISA

Ya casi llevo dos semanas en el hospital, Laura al parecer ha encontrado un trabajo decente, después de casi 14 años de búsqueda de un empleo formal, uno dónde si tendrá sus prestaciones y eso me alegra bastante porque sé que está cambiando para bien y sobre todo porque no está vagando y mucho menos metiéndose con el uno y con el otro. En definitiva, reconozco mucho el paso que acaba de dar, eso me enorgulleces demasiado.

Mañana me van a dar salida, me he recuperado muy rápido y sobre todo muy fuerte, quién me autorizará para salir será la mamá de Sergio ya que la mía trabaja y no le darán permisos por ser nueva. Llevo ya dos semanas largas sin haber fumado ni un poco y eso me hace falta al menos fumarme uno o dos cigarrillos como lo solía hacer, he mantenido mi auto control, pero ya sé está agotando, sé que a Sergio no le gusta que fume, pero tan pronto salga lo haré.

Mi madre me ha dejado ropa para vestirme y me alegra mucho, saber que está pendiente de mí es un milagro, de Fernando no he vuelto a saber absolutamente nada. Me ha causado un poco de ansiedad porque esos que guardan silencio son los más peligrosos por esta otra razón me quiero fumar un cigarrillo.

Al siguiente día a las 5 am viene el doctor y las enfermeras para recibir por última vez mi estado de salud, que se encuentra totalmente bien. Luego que se van, duermo un poco más a las 7 am llega el desayuno, lo cual no es rico porque no tiene sal y es muy simple, como y me voy al baño. tomo una ducha está vez poniéndome mi ropa con mayor tranquilidad y me quedo esperando hasta las 2 pm que vengan a sacarme de aquí. Cuando llegan Sergio me marca y dice que ya vienen subiendo, lo que me emociona y sobre todo no sé cómo saludarla

Camino de un lado a otro y la puerta se abre, entra el doctor, Sergio y la mamá. Ambos se parecen mucho, sobre todo porque ambos tienen un lunar en la mejilla

- Bueno mami, ella es Luisa, la chica que siempre te he contado…—dice, pero es interrumpido

- Mami ella es Luisa, no sé si recuerdas la chica de la cual estuve enamorado desde niño pues...—la señora lo interrumpe

- Oh, pero mucho gusto, entonces eres mi futura nuera. Me siento extremadamente feliz porque has aceptado a mi hijo —quedo atónita—, y que pena mi falta de educación, mi nombre es Juana y soy mamá de este chicuelo —dice con mucho entusiasmo, se ve su emoción a cientos de kilómetros.

- Mucho gusto señora Juana —respondo

- No me digas así, solo Juana

- Está bien —sonrío

- ¡Mamá! —dice Sergio y me pasa encima su brazo encima para poder caminar—. Luisa te dejaré en casa, pero no quiero que me acompañes —le dice a la señora Juana. Está asiente con la cabeza y se prepara para firmar los papeles de mi salida.

Ya lista con todas mis cosas, salimos del hospital y siento olor a contaminación mezclado con pureza, percibo el olor a cigarrillo lo que me excita por no fumar hace rato.

- Está bien chicuelos, los dejaré solos para que compartan tiempo —dice y me da alivio que, si nos deje a solas, me agrada, pero estar a solas con Sergio me resulta más cómodo. Guiña un ojo y se va

- Sergio, quiero agradecerte por lo que hicieron por mí y sobre todo por ayudarme a salir del hospital, ya me sentía en un manicomio como encarcelada

- Tranquila —me responde y le sonrío

- Y también quisiera decirte algo, necesito estar solo por un rato —se sorprende— es que haré algo que no te va a gustar y la verdad lo necesito, y mucho

- Mejor te acompaño así no me guste, pero esta vez no te dejaré sola no quiero que nada malo te pase —suspira— y la verdad es increíble que tu no aprendes lo que te pasa, casi mueres y eso le restaste importancia como si fuera algo que pasará todos los días.

- Si, pero tu no entiendes lo que es tener ansiedad, prometo luego pedir ayuda para dejar el cigarrillo por ahora necesito un poco consumir cannabis o lo que tenga Lucas, el era no solo mi novio si no también mi proveedor

- Que yo no entiendo —pregunta retóricamente— no sabes nada Luisa, y sabes algo sería muy bueno que pidas ayuda y recurras a un grupo porque eso te acabará a ti y a tus alrededores

- En serio —respondo sarcásticamente

- Si —dice Sergio

- Lo siento mucho, pero no pedí tu opinión frente a lo que acabé o no en mi vida. Mejor voy sola, adiós —respondo enojada y sobre todo con un objetivo irme hasta la casa de Lucas para que me de algo de lo que tenga

- Luisa —me grita Sergio a mis espaldas, a medida que avanzo me entran unas inmensas ganas de mirarlo y regresar, pero a su vez mi cuerpo exige fumar lo más pronto. Cruzo las calles con suma precaución para no ser atropellada.

Me siento mal por Sergio y justamente me veo como una desagradecida y una canalla muy grande, pero mi cuerpo es el que esta reaccionando en estos momentos y yo no puedo hacer mucho en estos momentos, solo quiero fumar un poco, aunque su compañía me hace tan bien y estar cerca de él es un alivio, sin embargo, está vez no logra ser.

Llego a la casa de Lucas y dudo si entrar o no luego de toda la humillación y lo que me hizo, me da nervios salir lastimada o que me rechacé, pero al final ya estoy en su casa y no me desistiré frente a la decisión que tomé en el momento en que quise dejar a Sergio esperando que por un momento pensará en él y no tomará una decisión que le puede causar mucho daño a él.