La Vida Cabal Tomo 1 Terminado

Capítulo 11 Nicol ✔

NICOL

- Oye has escuchado algo de lo que he dicho —pregunta Camilo, mi novio

- La verdad no, lo siento, pero estoy algo distraída —digo

- Jum ya no importa —regresa al vestidor para cambiarse, una vez más reviso la hora y ya son pasadas las 6 de la tarde y tengo ganas de irme— ¿qué tal este? —dice cuando sale de nuevo del vestidor, este es el quinto traje que usa y todo para una reunión que se realizará en un mes aproximadamente. Quiere lucir bien, pero se excede en vanidad y en capricho.

- Ese te queda genial —respondo y sonríe, le devuelvo la sonrisa— ¿ya casi nos vamos?

- Es en serio, definitivamente sólo quieres irte ¿cierto? —niego con la cabeza— más te vale, no olvides que soy tu novio y debes apoyarme en todo o ¿acaso no está en el acuerdo?

- Sí —respondo, se acerca y trata de besar mis labios, pero yo me giro y el beso me lo da en la mejilla— yo te apoyo, pero estoy cansada, vamos a la casa y luego regresamos para que elijas el vestido

- Está bien, espera me cambio y regreso —dice y me alegra que no esté de nuevo, no lo soporto ni un poco todo sea por el maldito acuerdo, éste consiste en ser la novia de Camilo ya que es hijo de un gran senador que lo puedo llevar a ascender de congresista, mi padre nunca me preguntó si ese acuerdo me gustaba o no, simplemente pensó en él y su codicia.

Me llega una notificación y es un mensaje de mi supuesta mejor amiga, se llama Alison, me pregunta si voy a salir con ella, la ignoro porque es una perra que se ha besado con Camilo un par de veces y sigue como si nada fingiendo ser de nuevo mi “mejor amiga” lo cual me fastidia por su hipocresía, aunque no me duele porque hace tiempo deje de sentir atracción por Camilo. Llamo a mi madre mientras espero y me contesta al segundo pitido.

- Hola mami ¿dónde estás? Y ¿cómo estás?

- Bien hija, en el trabajo aún, tal vez no alcance a llegar a casa —un silencio se crea y me siento de nuevo mal porque debo cenar sola otra vez— y tú ¿Qué tal las compras? —pregunta mi madre (Erica)

- Ha sido estupendo —respondo con una alegría fingida— y tranquila mamá ya me acostumbré a comer sola con Rita

- Hija perdón por no alcance, haré lo que más pueda

- Ya no te preocupes y deja así, mejor sigue trabajando —sale Camilo del vestidor—. Te dejo mamá ya vamos a salir del centro comercial

- Está bien hija, gracias por entender —responde mi mamá

- Adiós —antes de que llegue Camilo a mi lado guardo el celular y afuera de la vitrina va caminando una niña con su mamá y la carga con mucho cuidado, se ve el amor que le tiene a su hija y es algo que envidio porque conmigo no siempre fue así.

Camilo me rodea con sus brazos y no me gusta, lo bueno es que colgué antes de qué llegará ya que suele ser un poco metido cuando se trata de mi familia y como existe un desgraciado acuerdo cree que tiene voz y voto en opinar frente a las decisiones por ser mi novio.

- ¿Estás listas para irnos? —pregunta y me safo de su agarre

- Sí, ya es hora de ir a cenar, está noche quiero pizza —respondo, ya que es mi comida favorita

El resto de la tarde termina un poco mejor, por primera vez que no salgo peleada con Camilo. Cuando entro saludo a Rita y la invito a que se vaya a dormir porque nadie va a llegar a casa, accede a mi orden y se va a dormir, primero deja todo totalmente cerrado antes de dormir. Así tengamos seguridad mantenemos las puertas cerradas para una mayor tranquilidad.

 

- Hija a levantarse, tienes que ir a estudiar —dice mi padre dándome un tierno beso en mi frente

- Ya voy —respondo con bostezo— papá, pensé que no me ibas a despertar

- ¿Por qué dices eso hija? —da un sorbo a su café—. Como sea hija hermosa, abajo te espero ¿llamo a Camilo para que venga por ti?

- No, por favor no lo molestes, yo pediré el favor a Mateo para que me lleve

- Bueno hija, como quieras

Sale de mi habitación y cierro la puerta. Mateo es mi chofer y guardaespaldas en algunas ocasiones, él me ha cuidado desde que mi papá entro al consejo entre otros cargos que ha tenido, siempre me ha querido como si fuera su hija porque la maldad existe y para ninguno es una mentira por lo cual concuerdo con que mi papá me proteja. Aunque estoy en clases de defensa personal para no siempre depender de alguna persona.

Reviso la hora y tengo el tiempo a su medida, cepillo mis dientes, me depilo mis piernas con una crema que no me genera irritación o dolor, por último, me baño y uso mi uniforme, éste tiene una corbata, falda azul con rayas blancas, camisa, chaleco y gabán, sus tonos me resalta mi piel y pecas, las amo así sean feas para muchos.

A pesar de ser flaca por pesar 50 kilogramos, amo mi cuerpo así tenga una cara llena de pecas. Desenredo mi cabello con facilidad por ser tan liso y lo adorno con una horquilla color plata; bajo las escaleras y veo que mi papá está leyendo el periódico y sonríe cuando me ve bajar, luego mira detrás de mí y sus ojos se deslumbran, volteo a mirar qué hay detrás y es mamá con un vestido de muerte, está bellísima haciendo uso de un vestido y perlas.




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