La Vida Cabal Tomo 1 Terminado

Capítulo 15 ✔

NICOL

Los pensamientos irrumpieron mis sueños con solo pensar en lo que me hicieron mis padres ocultando información, no sé porqué dijo mi papá que era lo mejor para mí, cuando en realidad me siento como un pedazo de mierda ante tanta mentira y el cariño que quedo en la nada.

Al despertar siento congestión nasal y no me siento totalmente bien, al parecer comer alimentos congelados me sienta mal, me quedo acostada y al poco tiempo aparece Rita, preguntado si asistiré a clases en lo que yo me niego. Mateo guarda el auto y ambos quedan pendientes de mí, como siempre lo han hecho; me alegra que sean ellos quiénes estén cuidando de mí y no mi papá o Erica, a ellos no los podré perdonar por hacer que todos me mintieran, tengo en cuenta la posición de Rita y Mateo y también hubiera hecho lo mismo que ellos, no decir nada para guardar mi trabajo.

Me siento mal a nivel de salud y emocional, fui una boba al ser tan transparente con Erica, la creí mi verdadera madre y no fue así, le dije cuando tuve mi primer beso, cuando me desarrollé hormonalmente, le conté de mis temores, prácticamente le fie mis cosas como hace una madre a hija, me inculcaron los valores de la honestidad y el ser transparentes cuando ellos incumplieron sus propias normas. El que me engañarán de esa forma me derrumba sin saber que bases tomar, trato de pensar de la manera más madura y que no me afecté tanto para ello necesito despejar la mente, así que le digo a Mateo que se aliste, bajo a la cocina y desayuno con una sustancia que me preparo Rita y luego tomo una pasta para que se me quite el malestar.

Hay un dicho que es mejor no hacerle cama a la enfermedad, lo cual es muy cierto y con enfermedad me refiero a mi salud y mis emociones. Cuando llego al club me piden mi documento para anotar mi asistencia, mientras espero mi mirada se conecta con la de Javier, lo cual me apena y le doy la espalda.

- Hola ¿Cómo estás? —pregunta Javier cuando se acerca a mí, me volteo y le sonrío

- Hola, bien…y ¿tú? —preguntó por cortesía

- Bien. Me gustaría saber ¿qué paso contigo hoy y por qué no fuiste a estudiar?

- ¿Por qué quieres saber? Y… ¿por qué no fuiste tú?

- Me preocupo por ti —dice y yo suelto una carcajada—. No te rías que es verdad —tira un poco de su corbata y carraspea— ya me enteré lo de tu madre y…

- ¡¿Qué?! ¡¿Cómo sabes eso?! —inhalo y exhalo porque presiento que la colera de nuevo quiere aparecer— ¿Quién rayos eres, por qué sabes tanto de mí?

- Cálmate Nicol —me intenta tocar el hombro, pero no dejo y le pego una cachetada— sé que no me vas a creer, pero te lo puedo explicar

- No quiero escuchar nada de ti —digo y rompo a llorar, no sé qué hice, pero todas las personas a mi alrededor sabían lo de mi madre, menos yo; no le dolió la cachetada y me agarra de los hombros, mis manos tiemblan del mal genio.

- Nicol porfa…—le interrumpo, empujándolo con todas mis fuerzas, me safo de su agarre y él joven que se había llevado mi documento aparece de nuevo. Javier se va y yo ingreso al club, me dirijo a la zona de masajes para que me ayuden con el estrés y la ira que me acaba de dar Javier.

Salgo de la sala de masajes y me pongo una toalla para ir al sauna, allí aparece de nuevo Javier

- Ya estás calmada —dice y yo me alejo, no quiero pelear ni desperdiciar mi tiempo con él, me sigue y me toma de la mano.

- ¿Qué quieres? —digo y le suelto la mano

- Solo quiero que me dejes explicarte, no quiero que te lastimen más o que te tome por sorpresa más cosas —me quedo en silencio—, por favor, sé más cosas y te diré cómo lo sé, solo quiero ayudarte porque quiero estés bien.

- Está bien —acepto porque tengo curiosidad y si me está diciendo la verdad quiero tenerla toda—, solo asegúrame que no eres un psicópata o algo —él se ríe

- De eso te aseguro, no soy alguien que quiere hacerte daño y ningún loco soy

- ¿Te parece si te vistes primero? —pregunta y me sonrojo— es que me desconcentras pecosa

- No me quiero vestir, quiero ir al sauna, lo mejor será que me esperes media hora —respondo, así podré estar más relajada para lo que me tenga que decir

- Está bien —dice. Con paz y tranquilidad entro al sauna y cierro los ojos por unos minutos, pero de nuevo mi paz es interrumpida—. Si la montaña no va a Maoma, Maoma va a la montaña —dice Javier sentándose a mi lado

- Quería relajarme —digo

- Lo que te debo decir es muy importante —persiste

- Bueno, entonces cuenta ya, ¿cómo sabes lo de mi madre y por qué tanto interés conmigo?

- Yo soy amigo de Sebastian —lo miro con cara de ¿quién rayos es? — Sebastian es mi amigo

- Por favor no me hagas reír —respondo ante lo que me acaba de decir— nunca había visto tanta sabiduría en un comentario —Javier me mira mal y yo me río, bajo la mirada y hasta ahora noto sus abdominales definidos. Me sonrojo y miro a otro lado

- No interrumpas —dice y lo vuelvo a mirar, veo que es muy simpático, no sé si es por la relajación que hasta ahora lo noto.

- No lo haré, solo sé más concreto




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