Capítulo 18 ✔

NICOL

Al despertar, un incesante dolor siento en mi cabeza debido al golpe que me dieron al quedar inconsciente, abro los ojos y no logro ver nada porque estoy vendada, me intento levantar, pero mis manos y pies están atadas a una silla. No sé quién me ha puesto en este lugar, pero sé que es alguien que ha trabajado en la casa y lo creo porque me husmeaba o si no cómo me salvo de Erica. Me duele la cabeza de solo pensar.

- Alguien ¿está aquí? —digo y nadie responde, lo que me comprueba que estoy absolutamente sola

Pasan unos cuantos minutos y siento que se aproximan unas pisadas hasta mí, me asustó porque no sé quién me tiene aquí y si es un hombre o una mujer, si me quieren hacer daño o no, si es un rapto por dinero o no. Lo que más me tiene llena de los pelos de punta es qué es lo que no me debo enterar según mi papá, no sé si el malo de está historia siempre fue mi papá y tal vez Erica no tenga mucho que ver en mi pasado.

- ¿Quién anda ahí? —pregunto y carraspean

- Estás seguro —pregunta una voz que se me hace muy conocida por el dolor no recuerdo dónde escuche esa voz. Se acercan hasta mí y me susurran en la oreja:

- Te voy a quitar las songas, la venda, pero si gritas o haces algo estúpido te mato —asiento y trago duro, no sé en que estoy metida, pero debo saber quiénes me tienen aquí

- Sebastian no la intimides —dice la voz de ¿Javier? Creo que es Javier y el que me acaba de amenazar es Sebastian, no sé si es el Sebastian que era el mejor amigo de Juan; ¿por qué me tienen acá? ¿qué me hicieron?

Se me sale un par de lágrimas, aunque no me gusta que me vean llorar es inevitable ante la poco sutilidad que tiene al quitar la soga y la venda, el gruñe ante la humedad de la venda, le fastidia al parecer. Cuando mis ojos quedan descubiertos a una mayor iluminación, mis ojos se acostumbran y veo que estamos en el sótano también confirmo mis sospechas, Javier está acá y Sebastian él que me acaba de quitar las sogas es el mismo chico que vi en el valle, pero me pregunto ¿qué hace aquí? ¿si éste Sebastian es con quién compartió con mi hermano?

-  Nicol, esto no es lo que parece, mira yo…—interrumpo a Javier y Sebastian parece que me recuerda muy bien

- Cállate, ¿por qué estoy acá Sebastian? —me quito la humedad que había en mis ojos y me pongo de pie para estirarme un poco. Me quedo mirando fijamente a Sebastian porque no sé que carajos pasa con él y sobre todo cómo tiene acceso al valle; por otro lado, No miro a Javier, de nuevo he caído en mentiras, pensé que era mi amigo y ahora me encuentro acá.

- A ver —dice Sebastian mientras se acerca a mí con aires de causar temor, saco de su bolsillo una navaja y juega con ella. Miro detalladamente la navaja y es de solo una hoja, sé de ello porque a Camilo su padre una vez le compro una navaja suiza y me enseño de los tipos de filos y hojas que tienen las navajas.

- ¿Qué? —respondo

- No te tengo que decir nada, él que te contará las cosas será el idiota de Javier, recuerda que si gritas te matare —me río

- En serio me piensas matar ¿ya olvidaste mi cara? —su cara cambia un poco, pero no deja su rudeza

- Javier comienza a hablar —dice Sebastian mientras se aleja para sentarse en una butaca que puse hace unos días para buscar las cajas

- Primero, Nicol me siento muy apenado contigo, segundo estamos en tu sótano —dice Javier

- Si lo sé —le digo

- No te queríamos hacer daño, créeme que todo lo que te digo es la absoluta verdad —giro mis ojos—. Él es Sebastian el mejor amigo de tu hermano, Juan —cuando menciona su nombre un escalofrío me da—, también fue el que te ayudo para que Erica no te encontrará, nosotros hemos estado en tu casa hace un par de día y…

- Por eso me comenzaste a hablar y por cierto debo agradecerle entonces a Sebastian por salvarme —bufa Sebastian

- No le agradezcas nada, solo te lo decía y créeme que no te empecé a hablar solo por eso ¿leíste el papel que te di que día?

- No

- Pues debiste leerlo por esa razón no me vas a entender nada, acá tengo el complemento de la información —saca un sobre de su chaqueta— lo abrirás cuando hayas leído lo que te pase; hemos estado aquí vigilando a tu padre, porque es un desgraciado, sin ofender —dice Javier

- Tranquilo —me siento por un ligero mareo

- Tu padre, quiere vender un terreno que es tuyo, tu hermano te lo dejo, quiere crear una empresa cuya finalidad desconocemos y por eso estamos vigilándolo desde su casa para descubrir su plan y defender lo que tu hermano te dejo a ti. Así que no quiero que firmes nada que tu padre te pida, te puede poner una trampa para arrebatarte lo que Juan te ha dejado

- ¿Cómo saben de eso? —digo

- Porque el socio de tu padre es el jefe del clan Urquijo —hago una mueca porque no tengo idea de quien son los Urquijo—. El clan Urquijo es la pandilla que mató a tu hermano

Solo basta que mencione eso para reaparecer el dolor de cabeza, no entiendo porque mi padre está tratando con personas que mataron a su hijo o si solo fue coincidencia, creo que mi padre siempre supo de que Juan estaba vivo. De nuevo muchas dudas sin respuestas