Los días de noviazgo habían terminado, terminó en forma de guerra, pues habían intentado robarle lo más preciado que tenía. Discusión, pelea, insultos, todo eso ocurrió por redes sociales y desató algo interno, como un demonio escapando del infierno en busca de sed de sangre.
Destruir.
Aquel joven de 24 años buscaba destruir internamente a aquella ex pareja, pues se había metido e intentado "robar" su propio sueño. ¿Quién era aquella ex pareja?, ¿Existió en verdad?.
Pero al final aquel chico se tomaba las cosas muy personales, y eso lo llevó hasta la actualidad a tal vez no tomarse las cosas personalmente, pero si de cierta forma, tal vez un poco.
Nació un monstruo debido a aquella toma personal de las cosas. Nació un ser que buscaría venganza a la más mínima sospecha, al más pequeño golpe. Y sería un error, ya que el monstruo no se controlaría y ocasionaría un descontrol de sus acciones.
Aquel monstruo interno estuvo a casi nada de tomar el control total de un ser vivo. Una lucha interna entre calmar a la bestia y dejarla salir, dónde afortunadamente pudo ser domada casi en su totalidad. Así nació aquel monstruo que tenía pensamientos grotescos y mórbidos, que estaba pudriéndose en vida. Lastimó a seres que lo rodeaban, destruyó la mayor parte de su vida construida y dejó en ruinas lo que había construido anteriormente. Se quedó en ceros, comprendió que nunca había tenido nada, que nada le pertenecía más que lo qué siempre lo acompaño. Solo se tenía a el mismo.
Si siempre iba a estar con el mismo, tenía que formar un equipo con el, ser un dúo excepcional, hacer las pases y dominar su propio mundo donde nadie más podía estar.
Aprendió de si mismo, se conoció a si mismo, se cuestionó a si mismo, se juzgó a si mismo hasta encontrar la respuesta a su nueva pregunta
¿Quién quiero ser?
Tenía dos opciones, ser aquel monstruo por la eternidad y lastimar sin compasión, o ser un ser vivo por la eternidad y disfrutar su vida.
Eligió ser un ser vivo.
Cuando mi mundo se vino abajo, cuando todo lo que estaba construyendo se derrumbó por mis propias manos, creí que tal vez nunca podría volver a levantarme otra vez. Estuve dos meses en un contacto cero con el mundo, aprendiendo de mi. Aunque fue difícil, ayudó demasiado, y amigo(a) mío(a), quiero que tengas en consideración que soy aquel monstruo que describí.
No soy una buena persona, tuve mis errores, mis metidas de pata, lastime de forma horrible, me odiarias si de entrada te contara todo lo que hice.
Más sin embargo quiero que te quedes con esto:
Nada de lo que hice en el pasado, me define en el presente.
Soy distinto, me equivoqué, si, pero aprendí de ello. De la peor forma, pero eventualmente de la forma justa.
Quiero que si tú, seas quién seas, estás en una situación en la que arruinaste algo, quiero que leas esto. No eres el único o la única que comete errores, todos los humanos lo hacemos. Si estás dispuesto(a) a cambiar, nunca es tarde. No lo hagas por los demás, hazlo por ti y solo por ti.
Al final un cambio siempre te llevará a nuevos resultados y tal vez a uno muy bueno. No temas al cambio, siempre viene bien uno. Y lo más importante es qué ver tus errores dice mucho de ti, pero aprender de ellos te hace aún más valioso. Aquí estarás en sintonía conmigo, al final los dos vivimos una situación similar.
La culpa siempre estará presente, pero debes perdonarte aunque los demás no lo hagan, el único perdón que vale es el tuyo. Las personas tienen su propio criterio extraño y sin sentido, su forma rara de juzgar. Perdonate por todo aquello en lo que has errado, y evita volver a equivocarte. Es imposible no volverse a equivocar, tan solo trata de que las nuevas equivocaciones no sean graves.
Tal vez escribirlo sea fácil, y pensarás: ¿Cómo empiezo a perdonarme?. Conócete primero, acepta lo que eres, acepta tu error, deja que te consuma y que quieras regresar al pasado para cambiarlo. Vívelo con intensidad y deja que te destruya... Y después cierra los ojos, quiero que lo hagas, tómate un tiempo y cierra los ojos, después imagina, imaginate a ti de niño(a). Mírate, observate, ¿Has hecho feliz a ese niño pequeño?, el no tiene la culpa de las desiciones que has tomado, por qué lo que el niño pequeño siempre quiso es jugar y sonreír, ser feliz. ¿Por qué dejaste de hacerlo?, ¿Que crees que te diría ese niño pequeño justo ahora?, no lo abandones otra vez, piensa en el cuando quieras hacer algo que sabes que está mal, por qué eres tú mismo(a), abrazarlo(a) y quierelo cómo tú más valiosa posesión.
Muchas veces creemos que los errores nos definen toda la vida, y no es así. No solo eres errores, también tienes aciertos, victorias, mejoras y muchísimas cosas. Tan solo que los errores son más penetrantes y difíciles de ignorar.
Amigo(a), aunque parezca el fin del mundo, no lo es. Nunca lo será. El mundo es enorme y aún no lo has recorrido, queda mucho por ver y vivir.
Vive por ti mismo(a)