La vida de Yudith

La gran confusión

Luego de un rato la ambulancia al fin llegó, mientras subían a Erick a la ambulancia, la gente de alrededor miraba desconsertada como lo llevaban, sin decir nada.
Yudith subió a la ambulancia junto con Erick, y se quedó en silencio en todo el viaje al hospital.

Cuando llegaron al hospital Yudith bajo impaciente, siguiendo a los doctores que recibieron a Erick en la puerta del hospital, pero luego entraron a una sala privada a tratarlo.
Yudith se quedó sentada en la sala de espera, mientras pensaba que todo era muy raro, porque nunca había visto que los doctores atendieran tan bien, y con tanta comodidad a las personas con lesiones leves.

Al esperar aproximadamente una hora, aparecieron dos personas mayores que aparentemente eran los padres de Erick, pero la madre venía completamente furiosa hacía Yudith.

Conversación:

La madre: -casi gritando- ¡¿tú eres la causante de que mí hijo esté aquí?!

Yudith: -levantándose del asiento, y mirándola enojada- Discúlpeme señora, pero no tiene porqué hablarme en ese tono.
Si, yo soy la causante de que su hijo esté aquí, y lo siento, pero él decidió salvarme.

La madre: -gritando- ¡Pero mira que insolencia la tuya, niña malcriada, no te vuelvas a acercar a mí hijo, vete ahora, y no vuelvas!

Yudith la miró con indiferencia y se dirigió a la puerta del hospital, totalmente enojada, pero de repente sintió que alguien la tocó en el hombro, así que volteó, y vió que era el padre de Erick.

Conversación:

Padre: Disculpa la arrogancia de mí esposa, así que me disculpo en su lugar -bajando la cabeza-.

Yudith: No se preocupe señor, pero necesito que me haga un favor.
Si puede, dígale a Erick que lo siento mucho.

Padre: Está bien niña, yo le diré, ahora vete antes de que mí esposa te vea.

Yudith se fue rápidamente, pero al llegar a su casa se sintió un poco adolorida, y al abrir la puerta su madre la vió.

Conversación:

Su madre: -mirándola con preocupación- Hija por dios mira como vienes, estás llena de tierra y con raspones por todos lados.
¡¿Que te pasó?!

Yudith: -con una sonrisa- No te preocupes mamá, me caí cuando estaba caminando, ¿puedes ayudarme a desinfectar las heridas por favor?

Su madre: Eso te pasa por distraída niña tonta -riendo-, siéntate en el sofá, voy a buscar el botiquín al baño.

Luego su madre le desinfectó las heridas, y le puso algunas curitas. Yudith le agradeció y se fue a su habitación, agarró su celular de la cama, y se puso a buscar una palabra en Internet que había visto en el edificio, a dónde había visto entrar al chico que se parecía a Erick.

Cuando puso el nombre de "Magic Mirror" inmediatamente aparecieron un montón de resultados en Google. Yudith quedó estupefacta, ya que la imagen de Erick estaba por todos lados, aunque ella ya lo venía sospechando, pero aún así, se quedó helada.

Ahora ya sabía el porque de la actitud arrogante de Erick. 
Yudith siguió revisando y encontró algo aún más impresionante; vió una publicación de revista, en la cual salía Erick y una chica, y ambos se iban a casar próximamente para unir la empresa "Magic Mirror" con la empresa "Shinwa"

 

Luego de ver esto, Yudith apagó su celular, y se puso a leer un libro, tratando de olvidar lo que vió, sumergiendosé cada vez más en la lectura.
Al leer encontró una frase reconfortante:
 


 


"...Todo el mundo quiere Felicidad, nadie quiere angustia, pero no puede haber un arcoiris sin un poco de lluvia..."
 


Yudith cerró su libro y se recostó a dormir, pero se la pasaba dando vueltas en la cama pensando en como estaría Erick, hasta que después de varias horas logró dormirse. 
Al despertarse por la mañana, decidió seguir durmiendo, ya que no había dormido lo suficiente, pero Yudith se quedó tan dormida que se quedó sin desayunar, y tuvo que almorzar al levantarse de la cama.

Ese domingo se la pasó mirando por su ventana leyendo libros, y escuchando música.
Al llegar la noche Yudith preparó sus cosas para el día siguiente, y se fue a dormir tranquilamente.

Ya había llegado el lunes, y Yudith se había ido a su escuela por la mañana, -por suerte ya sólo faltaba un mes para terminar la escuela- aunque estaba un poco despistada, llendo y viniendo por todos lados, en los pasillos de la escuela.

Cuando salió de la escuela, Yudith fue a visitar la gran biblioteca de la calle principal, para terminar de leer el libro que tanto le gustaba, y al entrar vió que la biblioteca estaba casi vacía, entonces agarró un libro, se sentó en el piso, y se puso a leer.
Después de un rato, Yudith escuchó a alguien susurrar una frase, al lado del estante donde estaba ella;

"...Pelear contra tu destino es como luchar contra ti mismo, el destino es como un río, es más fácil simplemente fluir con él..."

Al terminar de escucharlo Yudith se dió cuenta que ya había leído esa hermosa frase en algún libro, así que le dió una hojeada a su libro, y efectivamente tenía razón, esa persona de al lado, también estaba leyendo el mismo libro que Yudith.

Yudith se levantó del piso, y fue hasta al lado del estante, pero se encontró con un chico sentado de espalda con el libro en sus manos.

Conversación:

Yudith: ¿De casualidad también te gusta el libro "Polvo de estrellas"?

Chico: Pensé que era el único tonto -dándose vuelta, para ver a Yudith-

Pero al darse vuelta, Yudith vió que se trataba de nada menos que Erick.

Yudith: ¿Erick? ¿Ya te dieron de alta tan rápido?

Erick: - riendo- Encerio te gusta preguntar tonterías, si me ves aquí es porque obviamente me dieron de alta.



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En el texto hay: soledad, juventud, sociedad

Editado: 24.04.2020

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