La Vida del Pequeño Tomás

Querido diario

Ahora que ya conoces la historia de Tomás, ya podrás saber por qué Tomás y su familia no son la familia perfecta.

Tomás se fue a su cuarto y empezó a escribir por primera vez en su libro. "Diario, hoy mi hermano entró a la casa; parece que regreso de vacaciones." Tomás quería solucionar las cosas con su padre y madre, intentaba y sus padres y hermano no lo perdonaban. Una vez, trató nuevamente despertar su creatividad; en un papel escribió un poema para su madre y padre.

"El amor, el amor que le tengo a mis padres,

Es un amor único y especial

Que guardo en mi corazón celestial

Calmando sus lágrimas y alejando el mal".

Sus padres, al haber leído ese poema, lo tiraron a la basura, y el pobre Tomás triste y llorando por el poema que hizo con tanto cariño para sus padres lloró al verlo en la basura.

Tomás buscaba y buscaba la solución para que sus padres ya no estuvieran tan molestos con él. Tomás saldría de su casa y iría directo a la escuela con su amigo, Raúl.

"Bueno, niños. Hoy aprenderemos sobre los valores y la dignidad" dijo la maestra de Tomás.

Tomás escucho con atención la clase. Al finalizar la clase, Tomás saldría con su amigo Raúl al reseso. En eso llegó un bullying a decirle a Tomás...

"Miren que veo aquí, ¡Es Tomás, si quieres te daré mi jugo. No quiero que te MUERAS de sed". Tomás al escuchar, se ofendió y inicio un pleito con el niño, se golpearon y Tomás gritó.

"¡Cállate, cállate, Yo solo era un niño!" Cuando Tomás estaba apunto hacer algo de lo que se arrepentiría, llegó la maestra y dijo. "¡Qué pasá aquí, Tomás!". Tomás, rápidamente, solto al bullying y con lágrimas en los ojos dijo "Maestra, todos me recuerdan la muerte de mi hermano. Dicen que es mi culpa, no entienden que yo solo era un niño, solo un niño." La maestra vio a Tomás con lástima y dijo lo siguiente "Tranquilo Tomás, ve al salón, necesitamos hablar".

(En el salón)...

"Tomás, dime ¿qué sientes al recordar a tu hermano?". Dijo la maestra. "Maestra, cada que me recuerdan la muerte de mi hermano... Quisiera que yo hubiera sido el muerto. No soporto a mi familia. (Tomás llorando diría...) "A veces solo pienso en maneras de desaparecer y no volver a la vida de mi familia".

La maestra, sorprendida de la respuesta de Tomás, lo abrazaría y le diría...

"Tomás, no estás solo. Cuando te sientas mal, no dudes en contarme; tal vez para tí solo soy una maestra, pero tú para mí, eres como mi hijo."

Tomás regresaría a casa, vería a su hermano, y su hermano le gritaría...

"¡Miren quién llegó, ojalá no esté enojado y ¡Haga una locura!" Tomás no pudo evitar enojarse, se lanzó contra su hermano y le gritó "¡Cállate, ¿acaso todos ustedes no tiene corazón? No piensan que yo sufro al escucharlos hablar así de mi?" Tomás fue directo a su habitación, lloró y lloró y se quedó Dormido...




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