La Vida Después de ti.

CREI QUE PODIA VIVIR SIN TI.

Pasaron varios días, Vilma ya estaba mejor, en mi trabajo me iba muy bien, Alan, no me ha molestado, la policía sigue buscando a Silvia que no aparece, de Joshua no sé nada, lo extraño mucho pero no quiero buscarlo, he estado estos días muy tranquila como para complicármela.

Estoy en mi trabajo, un poco aburrida, me desespera que tenga que ordenar tantos archivos, pongo un poco de música, pero ni eso me anima. Salgo a tomar un poco de aire y escucho la voz de Alan discutiendo con alguien, me da curiosidad y veo que es Catalina, ella quiere casarse con él porque acaba de descubrir que está embarazada, otra embarazada, ya parece epidemia, la verdad es que un hijo no amarra a nadie, el que se quiere ir se ira, así le des 3 hijos.

Regreso a mi puesto a seguir trabajando cuando llega Catalina detrás de mí a reclamarme sus cosas.

—No sabes cuanto te odio. —Regreso a verla y me sorprende, yo a ella no le he hecho nada.

—¿Por qué me atacas? Aquí la única a  que le hicieron daño fue a mi o se te olvido. —Me mira con odio, ahora estoy viendo en realidad su verdadera cara.

—Mira estúpida, siempre has tenido lo mejor, todos te quieren y a mí nadie me soporta, ni porque me embarace a propósito, Alan no se quiere casar conmigo, solo piensa en recuperarte, por eso te odio.

—Me odias a mí, que soy pobre, siempre me decías que tenías todo lo que podías desear.

—Pero no atención, no cariño a ti tu hermano te adora, así seas una huérfana, lo tienes a él, en cambio yo no tengo a nadie. —Me quede pensando por un segundo y tenía razón sus padres solo se la pasan viajando o sino en sus eventos a ella no le ponen atención.

—No es mi culpa, me tenías a mí, con un cariño incondicional y lo único que se te ocurrió fue traicionarme, meterte en mi relación, así me perdiste.

—Te odio, debes morirte para que yo este tranquila. —Esas palabras, me asustaron un poco, no pensé que ella sería capaz de desearme la muerte. 

—Catalina compórtate.

—No, no voy hacerte caso nunca, me la vas pagar. —Se acerca y me da una fuerte cachetada, no puedo creerlo, lo único que hago en ese momento es devolvérsela, de la misma manera, ella se cae al suelo no se si es actuación o de verdad la golpee muy fuerte, comienza a gritar llamando a atención de todos. —¡Ayuda! Me quiere matar, quiere matar a mi bebe. —Grita desesperada y todos los trabajadores llegan al lugar, incluido el padre de Alan junto con él.

—Deja de ser exagerada, tú me golpeaste primero.

—Alan, mi amor quiere matar a tu bebe, está loca.

—No quiero este tipo de escándalos, Alan controla a estas mujeres ahora. —Dice el padre de Alan con arrogancia.

—Papa, Catalina llego a buscar problemas.

—Te vas a casar con ella por tu hijo, no se diga más y tu muchachita, va a tener que aceptarlo, eres demasiado pobre para mi hijo, entiéndelo. —Nunca me había tratado así, aunque sé que en realidad no le caía muy bien, pero como era novia de su hijo se aguataba las ganas de humillarme, pero no me dejaría.

—Señor, disculpe, pero su hijo no me interesa, estoy enamorada de otra persona, así que su hijo se puede casar con mi ex mejor amiga, ya que ellos me traicionaron, son tal para cual, no tengo ningún problema con eso. —Catalina me quería matar, ya que todo comenzaron a murmurar a lo que dije que ellos me habían traicionado, Alan estaba muy enojado.

—Solo no quiero escándalos. —Dice el señor y se marchó, Alan saco a Catalina a arrastras del lugar, y los demás salieron me quede sola, y un nudo en la garganta, ese señor siempre pensó que era muy poca cosa para su hijo, nunca me hubiera aceptado.

—Estarás contenta, mi padre ya sabe que te traicione. —Regreso Alan molesto. —Y como es que estás enamorada de otro. — Me toma con fuerza de los brazos.

—Si, amo a Joshua, él es mucho mejor persona que tú.

—Es un maldito muerto de hambre.

—Así mismo como yo, y tu estabas según enamorado de mí, ahora entiendo que los ricos solo se aprovechan de las personas pobres.

—Puede ser, pero yo si te amaba, Irma, te amo.

—Una persona que ama no traiciona.

—Te traicioné porque eres pésima en la cama, por eso me fui a buscar a otra. —Le di una cachetada, no iba a dejar que me humillé.

—Pues quédate con ella, la perfecta zorra, porque para ser buena, paso por muchos, veo que prefieres las cosas usadas. —Se enojaba un más con mis palabras. 

—Te vas a q quedar aquí hasta la 9 de la noche. —De quiere vengar de mi de alguna manera así que lo único que se le ocurre es esto. 

—Mi hora de trabajo es hasta las 7.

—Me vale, te quedas y punto, si no estas, despedida. —Se fue dejándome ahí, quise llorar, pero tenía que trabajar, así que me quede, eran las 7 y todos se fueron menos yo, si salía me despedirían y no quería eso, al contrario, tengo que buscar otro trabajo para así renunciar, no regresaría a donde Don José después de todo este problema.

Estaba totalmente sola, los guardias estaban en la entrada y no los veía para nada, mientras ordenaba, pude pasar cerca de los cajones rojos, me gano la curiosidad, me asegure que no había nadie y los abrí, eran demasiados tonto para no asegurarlos bien, comencé a leer y podía observar muchos casos sin resolver y otros de corrupción, me quede sorprendida de tanto casos de corrupción, acuerdos secretos que solo sabia el padre de Alan y otros cómplices, jueces, donde redactaban que recibían dinero a cambio de dar un veredicto injusto.




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