Te escucho

Todo puede ser normal, incluso tu día puede ser normal, tu tarde de la misma forma, incluyendo tu noche. Pero nunca sabes cuando tu vida normal o tu rutina puede ser rota por un visita inesperada o más bien una sorpresa de aquellas que te hace llorar de felicidad. Siento que este tipo de sorpresa es una experiencia maravillosa de noche ¿por qué de noche? Bueno, la noche es un ambiente que a mí en lo personal me abraza y me hace sentir tan cómoda que el impacto de la sorpresa hace que lloré de felicidad como nunca lo he hecho. Mi sorpresa fue que te escuché fuerte y claro.
Después de tanto tiempo, después de tanta búsqueda sin ganas, después de tantas oraciones vacías, después de tantas hipocresías, te he vuelto a escuchar, escuché cuando me hablaste, escuché ese momento exacto en que me dijiste "Estoy aquí". Las lágrimas no tienen fin, las sensaciones en mi corazón son muchas que incluso no podía describirlas o especificar cuál es más fuerte,  el arrepentimiento, el perdón, o la alegría, la tristeza son algunas que logro distinguir, pero hay algo más en el corazón, es un sentimiento fuera de este mundo y es el efecto que causas Tú en mí. A pesar que me he alejado, a pesar que he fingido todo este tiempo, hiciste que te escuche. No existen palabras para poder describir lo que me haces sentir, no hay palabras para describir del cómo estoy gozando esto. El saber que te escucho no es algo que pueda asimilar rápido por que realmente estoy disfrutando la sorpresa de escuchar tu voz. Incluso un simple gracias no puede devolver el valor que tiene este hecho. Lo único que queda es disfrutar, y seguir sintiendo aquella emoción que has despertado. Gracias Padre.