Once

Nia y Rose sabían quién era, su escandalo era lo suficientemente problemático. Pero no conocían el rostro de esa loca que se acostaba con chicos menores que ella, por una gran suma de dinero, algunas veces tenía a los chicos por un largo tiempo y en sus ‘beneficencias’

“Maldita Madison.” Dijo Nia, ellas sabían de Madison y los recursos que tenía ahora. “Esa mujer es un estorbo desde siempre. Nunca le gusto sentirse ‘Perdedora’” Ella pertenecía a una generación dos veces mayor.

“¿Cuál es el informe L?” Rose conocía las reglas de la elite de memoria. Pero debía ser muy malo si la policía estaba involucrada además de los casos de ‘x’

“Cambiaron el numero de la elite, eso quiere decir que alguien pudo llegar al acceso, así que eso me llevo a pensar que la policía tenía el número, y no me equivoque. Mi informante me dijo que así era.”

“Me niego a aceptarlo… Debemos sacar de nuestro camino a Madison.” Dijo Rose.

“No podemos hacerlo, ella está bastante vigilada, y no podemos exponernos de esa manera.” Dijo L

“Bueno, yo creo que, al carajo con eso, podemos hacerlo. Este será otro desafío nada más y…”

“No.” Le corto Nia. En su rostro la determinación brillo con un toque de maldad. “R, quiero que seas tú quien planee esto mejor. Eres brillante, no dejes que tus sentimientos te nublen.” Rose y la chica sonrieron ante tal declaración.

“A tus ordenes N. Debemos hacer esto…” y así comenzó el plan de Rose a tomar forma.

Mientras tanto James se encontraba ya en su departamento, había cosas que no tenían sentido del todo. Pero algo en su mente le hacía pensar que todo estaba frente a él. Era un sentimiento realmente frustrante.

Paso uno, debían encontrar a Madison, lo que significaba que debía ir a Nueva Jersey, pero tratar con una chica fantasma a la vista era algo delicado. Podía estar en los barrios bajos y eso llevaría a James y a Hills junto con el equipo al nido de ratas de distribuidores de droga. O podría ser peor, y estar protegida por alguien poderoso. Y James deseaba con todas sus fuerzas que fuera la primera.

“Aun me gusta la vista desde tu apartamento James.” Hills se encontraba frente a la gran ventana.

“Es una de las razones por la cual lo alquilo Hills.” James fue a su habitación y saco de allí la gran pizarra de corcho.

“Esto debe costar una fortuna James, y de hecho tu auto también, y por la ropa que usas. Mi hija noto eso ultimo con la vez que me diste prestado el traje.” James no quería responder a nada por lo cual dijo un simple ‘Aja’ y puso la pizarra en la sala. “Dime que no eres distribuidor de drogas por la noche y sabré que todo esto es legal” Hills se reía mientras que James solo le observaba.

“¿No vas a dejarlo pasar verdad?” James al ver como Hills movía la cabeza de un lado al otro rio. “Eres un cotilla Luke Hills, pero te diré. Mi familia es poseedora de una gran empresa en Los Ángeles, así que si yo quisiera pudiese abandonar mi trabajo cuando quisiera.”

“Vaya, eso es increíble, pero… ¿Entonces porque eres detective?”

“Tengo mis razones, una de ellas, y la principal, es que no me gusta depender de nadie cuando puedo valerme por mí mismo, llevo mis acciones de la empresa bien. Pero mi hermano mayor es quien la va a manejar. Pero me gusta la sensación de gloria al descubrir casos Hills, por eso estoy aquí.”

“Me impresionas James, pero ahora sigue y explícame que tienes allí.” Dijo señalando la pizarra.

“Veras, la primera pista que tuvimos en la muerte de Daniels fue el nombre de Anelisse y que fuera encontrada muerta antes que él me da un indicio a venganza, pero ¿Cuál? ¿Quién? Mientras todos pensaban que ella había huido con la cita, nosotros le desmentimos, y me llevo a la conclusión de que Joseph Daniels murió como venganza de alguien que conocía a Anelisse. Aunque no fue más que X. Luego tenemos a Grimm y Holly quienes eran consumidores de cocaína y polvo de ángel, y estos se conectan a Madison Clark. Lo que nos lleva a Nueva Jersey y a la elite.”

“Y para saber algo de la Elite, debemos encontrar a Madison Clark. Creo que tendremos que cruzar el rio James…” dijo Hills, la investigación iba tomando forma.

“Pero antes, quiero encontrar al chico que delato a Holly, por lo que vi en los archivos y en las grabaciones de la llamada, todo fue anónimo, en un teléfono público.” James entendía que muchas personas preferían callar y mantenerse al margen.

“Bueno, lo fue, pero Levin podría rastrear el lugar donde fue hecha la llamada, y así, establecer una variable entre chicos de dieciséis a veinte años de edad en un rango considerable.”

“Me parece perfecto, estamos armando un buen equipo aquí Hills, quiero que Marie Ray venga con nosotros a Nueva Jersey, ella es una gran agente, pero dado a que ya esta conectada con Morett, puede ser de mucha ayuda.” O eso esperaba James, ella era increíble en sus papeles, y eso le daría algo de espacio de aquel vampiro bronceado.