Lágrimas De Las Cenizas

Capítulo 13: Susurros en el bosque

En los días que siguieron, Eldric y Lira profundizaron su entrenamiento. Cada estocada de espada y cada disparo certero iban acompañados de un ardiente deseo de protegerse unos a otros. Sin embargo, las noticias sobre la presencia de criaturas demoníacas en la frontera comenzaron a circular entre los aventureros, creando un aura de preocupación en el gremio.

Una noche, mientras Eldric y Lyre descansaban después del entrenamiento, un aventurero entró corriendo en el gremio, con la expresión pálida.

"¡Demonios! ¡Están atacando la ciudad! ¡Necesitamos a todos los aventureros!", gritó, causando un alboroto entre los presentes.

Eldric y Lira intercambiaron una mirada. La adrenalina se apoderó de ellos. Se pusieron de pie de inmediato, listos para actuar.

—¡Vamos! —dijo Eldric, con el corazón acelerado mientras corrían hacia la entrada del gremio—.

Cuando llegaron al centro de la ciudad, el caos era evidente. Demonios de diversas formas y tamaños invadieron las calles, sembrando el terror. El grito de los civiles y el estrépito de las armas resonaban en el aire, mientras los aventureros luchaban valientemente contra las criaturas.

—¡Lira, a mi lado! —gritó Eldric, sosteniendo su espada con firmeza—. Se movían al unísono, atacando a los demonios que amenazaban la seguridad de los ciudadanos. Con cada movimiento, sentían que la conexión entre ellos se fortalecía, como si estuvieran luchando no solo por sus vidas, sino por las vidas de los demás.

"¡Ten cuidado!" —gritó Lira, esquivando a un demonio que saltaba hacia él—. Disparó una flecha, impactando al objetivo en el pecho, y se giró para proteger a Eldric de otro ataque.

La batalla continuó durante horas, y el cansancio comenzó a pesar sobre los aventureros. Eldric vio a un grupo de demonios cargando contra un niño asustado, y la visión le hizo hervir la sangre.

"¡No! ¡No dejaré que le hagan daño!", gritó, corriendo hacia la niña.

Con un golpe preciso, cortó la cabeza del demonio que estaba a punto de atacar al niño, salvándolo por poco. Pero cuando se dio la vuelta, Eldric vio a Lyre luchando contra un demonio más grande y fuerte. Su corazón se aceleró.

—¡Lira! —gritó, corriendo a ayudarla—. El demonio la presionó contra una pared y la pelea pareció desleal.

—¡Puedo hacerlo, Eldric! —exclamó ella, pero él no podía quedarse quieto.

Con un último esfuerzo, Eldric atacó al demonio por detrás, asestándole un golpe fatal. El monstruo cayó, y Lira se volvió, jadeando.

"Gracias", dijo ella, con una sonrisa exhausta en su rostro.

—No podía dejar que te pasara nada —replicó Eldric, con una mirada profunda y sincera—.

Después de horas de lucha, el gremio finalmente logró repeler a los demonios, pero la ciudad no salió ilesa. Se perdieron muchas vidas y el sentimiento de derrota flotaba en el aire. Kael reunió a los aventureros, y el peso de la pérdida era palpable.

"Cada uno de ustedes ha demostrado valentía, pero tenemos que aprender de ello. No podemos permitirnos más debilidades", dijo, con su voz profunda resonando entre los presentes.

Eldric y Lira se alejaron de la multitud, sintiendo el dolor de la batalla y la pérdida. Sabían que tenían que prepararse para lo que estaba por venir, ya que la verdadera batalla aún estaba por llegar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.