Jade: eso dilo por ti, hermana. Nosotros no tenemos la culpa de que estés resentida con la vida, porque yo si soy una mujer perfecta ante los ojos de mi futuro esposo.
Mariana: nunca he sido una persona rencorosa y la prueba de eso es que te deseo que seas feliz con él. Además, el señor McGregor solo fue una simple ilusión para mí, pero jamás fue amor lo que sentí por él, así que no tengo ninguna necesidad de seguir con esta conversación.
Jade: no te quiero cerca de nosotros. Eso significa que yo seré la única hija de nuestros padres de la cual se sentirá siempre orgullosos de tener.
Mariana: es triste darme cuenta de que nunca me quisieron. Solamente les prometo que seré feliz en mi nueva vida donde ustedes no lo estarán.
Amelia: nunca pude aceptarte y me daba mucha vergüenza presentarte antes nuestras amistades que se burlaban de nosotros por tener una hija fea.
Nicolás: no quiero que continúen con esta conversación. Debemos dejar que se vayan y espero no arrepentirte de lo que estamos haciendo con Mariana.
Mariana: muchas gracias, padre. Llego el momento de retirarme y en verdad espero que sean felices sin mí, porque yo si lo seré y sobre todo encontrare un amor correspondido.
Ella sale de su casa con su maleta, pero esta sería la última vez que iba a llorar. Porque a partir de este día se acabó todo el sufrimiento que tenía al lado de su familia, nada más que antes de salir le mando la carta a Lucas explicándole que se iba a vivir a la casa de su tía y esperaba que la recibiera en sus propias manos
En la casa de la familia Hamilton
Lucas: esto es extraño mi bonita me dice en su carta que se va a vivir con su tía. Seguramente su familia le siguió dando el mismo trato de siempre y ahora mismo iré a verla.
Sebastián: no debe de ir a visitarla sin ningún presente, señor Hamilton. Además, usted más que nadie conoce perfectamente cuáles son sus gustos.
Lucas: le llevare un hermoso ramo de flores rosas ya que son sus favoritas y de postres un flan napolitano. Pero tampoco debo olvidar su anillo de compromiso.
Sebastián: es muy pronto para que haga su propuesta de matrimonio. Necesitará esperar tan siquiera una semana y después la señorita Silverman decidirá si aceptara ser su esposa.
Lucas: mi corazón me dice que me ama. Porque soy su primer amor y cuando nos volvamos a ver nuestras almas se reconocerán y van a querer amarse.
Sebastián: tal vez piense que usted está confundido y debería también darle tiempo. Solamente que su amistad fue verdadera y la señorita se veía que lo apreciaba.
Lucas: lo único que quiero es su amor y no descansare hasta que acepte sus sentimientos por mí por más que lo niegue y un beso de amor puede aclarar tantas cosas que seguramente se va a negar a ver.
El sale de su casa y de camino a su destino el compro su hermoso ramo de flores y el postre de Mariana. Lucas se sentía nervioso de volver a verla y este día sería especial para ellos