Mariana: tienes razón y se que mi comportamiento no es el más correcto contigo. Porque ahora eres mi esposo, siempre debo de darte tu lugar.
Lucas: yo no tengo ningún problema con eso. Además, se perfectamente que esa es tu manera de ser y te muestras ante mi tal y como eres.
Mariana: eres demasiado lindo cuando me dices esas cosas y quisiera que pasara el tiempo para convertirme en tu esposa por la iglesia y esa es la más importante, ya que no me siento como si estuviéramos casados de verdad.
Lucas: lamento que te sientas así. Nada más que estamos casados y tú eres completamente mía, porque existe un acta de matrimonio que lo prueba.
Mariana: te aseguraste de casarte conmigo en la fecha que habías establecido y sobre todo te encargaste de cumplir a la perfección tu promesa de matrimonio.
Lucas: eso es algo que siempre tuve presente y también regresar por ti. Solamente que tu recuerdo me dio la fuerza necesaria para seguir esperando.
Mariana: ahora me dices hermosas frases y tu manera de expresarte es lo que más me gusta. Pero el verdadero amor es el único sentimiento que unos unió desde siempre y tampoco debemos olvidar nuestra unión en el matrimonio.
Ella sabia que había llegado el momento de cumplir su palabra, Mariana se acerca el para besarlo y por primera vea había tomado la iniciativa por ella misma y después de terminarlo, ella evita verlo directamente a los ojos
Lucas: mi mujer nunca debe de evitar mi mirada. Eso es algo que deberías de entender y me gusta demasiado cuando me miras y no deberías de hacerlo.
Mariana: para los hombres es fácil no sentir vergüenza alguna. Nada más que ya no te volveré a besar, porque es preferible que tú lo haga.
Lucas: está bien, mi princesa. Espero que esta vez nadie vuelva a interrumpirnos y siento que eso no va a pasar, además las cosas en pocas ocasiones no salen como yo las espero.
Mariana: será mejor que evites esos pensamientos y te recuerdo que eso paso antes de que llegaran mis padres, pero ahora faltan que lleguen los tuyos y a ellos si tendrás que recibirlos.
Lucas: por supuesto que los recibiremos y te presentare ante ellos como mi esposa. Solamente que me imagino la cara que podrán y vendrán a comprobar si les dije la verdad de que me casé con mi novia de toda la vida.
Mariana: es la segunda vez que me dices lo mismo y algo que yo recuerdo es que nunca me pediste que fuera tu novia. Aunque eso no era necesario.
Lucas: nunca te lo pedí. Porque tenia miedo a que me rechazaras y preferí ser tu amigo para que pudiera conquistar tu corazón de poco a poco.
Mariana: los amigos no se comportan como si fueran novios celosos. Precisamente eso es todo lo contrario a lo que me acabas de decir.
Lucas: tenía que protegerte y esa era la razón por la cual no dejaba que nadie se acercara a ti. Además, sigues siendo hermosa y sabia que mi deber seria cuidarte de aquellos que intentaban separarme de ti, pero todo cambio cuando mis padres decidieron por mí.