Dastan: eso ya lo sé, padre. Además, siempre me lo has repetido muchas veces y sobre todo ya me lo sé de memoria y no es necesario que me repitas lo mismo.
Humberto: solamente te estoy haciendo ver las cosas y mi intención nunca ha sido molestarte con mis palabras, pero debes de entenderte.
Dastan: será mejor que nos vayamos. Porque tengo que regresar a mi trabajo y siento que algo muy especial pasara este día que cambiaría mi vida.
Humberto: seguramente eso se debe a que le vas a pedir perdón o tal vez sea por algo más. Solamente que esta vez te siento diferente y parece que el destino al fin te va a dar lo que siempre quisiste tener.
Dastan: siempre me has hablado de la existencia de las almas gemelas, pero yo nunca he creído en esas cosas. Nada más que ahora pienso diferente.
Humberto: por supuesto que existen y no son solo simples historias de amor que las personas invento para poder creer en el amor verdadero.
Dastan: no me digas que nuestra familia tiene que ver mucho con todo esto. Solamente que no será necesario la conozca, porque prefiero recordarlas como cuentos de hadas.
Ellos salen de la casa y cuando lo hacen cada quien se sube a su auto para poder dirigirse rumbo a su destino y él ya no tenía ningún sentimiento por Mariana. Además, había pasado exactamente un año desde la última vez que la vio y también había perdido los pocos recuerdos que tenía sobre ella. Dastan estaciona su auto cuando llega igual que su padre y esperaba que el esposo de ella no fuera un impedimento para verla, nada más que Mariana estaba sentada en el jardín leyendo un libro y ella se sorprende al verlos. Ellos al darse cuenta de que estaba demasiado cerca tocan el timbre de su casa y ella le dice a la sirvienta que los haga pasar y así lo hace, pero nunca estaba sola, sino que siempre estaba acompañada de sus guardaespaldas por su propia seguridad. Ellos se acercan a donde estaba y Dastan es el primero en empezar hablar
Dastan: hubiera preferido que tu esposo también estuviera presente y como seguramente ya te disté cuenta estoy bien. Solamente he venido a verte para poder pedirte perdón por lo que paso en el pasado.
Mariana: me da gusto saber que estas bien. Eso significa que te diste cuenta de que nunca me amaste y bien sabes que lo único que deseo para ti es que seas feliz.
Dastan: muchas gracias por tus buenos deseos y tengo el presiento que el destino nos va a tener una gran sorpresa en el futuro, pero todavía no se lo que pueda ser.
Mariana: siento exactamente lo mismo. Estoy segura de que mi esposo no tardara en llegar sabiendo que tu estas en nuestra casa y debe de estar imaginándose demasiadas cosas que nada que tiene que ver con lo que estamos hablando.
Dastan: eso me recuerda que también necesitare pedirle perdón a él y si me lo permites me gustaría esperarlo contigo. Nada más espero no ocasionarte ningún problema con él.
Mariana: mi esposo sabrá entenderlo y sobre todo viniste acompañado de tu padre, así que no tendrá porque pensar mal de tus intenciones.
Dastan: ya sabes perfectamente cuales son y me gusta ser demasiado claro. Solamente que hasta ahora decidí verte, porque tenia que estar preparado para volverte a verte y necesito decirte que yo no siento nada por ti, eso seguramente es lo que siempre quisiste escuchar de mí.