Por fin

Después de vernos de nuevo las caras con Michael y Janeth, ellos me acompañaron a casa.
-Creo que este es el momento de dejarles solos.-Dijo Andrew dirigiéndose a su hermano.-No les gustará que nos quedemos mirando.
-A lo mejor si, hay gente de muchos mundos.
-Dejar de decir gilipolleces.-Interrumpí antes de que cualquier otro pudiera hablar.-Me voy a casa a dormir, mañana tengo que madrugar.
Colton se paró enfrente de la puerta de Keira ansioso porque ellos dos se marcharan.
-Ya hemos llegado ¿Os podéis ir ya, no?
-Colton, amigo mío.-Spenser colocó su brazo encima del hombro de Colton, que se molestó de inmediato y lo miró con mala cara.-Puedes despedirte de Abby, nosotros ya hemos visto mucho eso.
Sonreí a Colton, dándole a entender que me diera ya ese beso que tanto ansiaba; al ver que él se quedaba inmóvil pegado a Spenser todavía dije:
-Ven aquí.-Le agarré de la camiseta, apartándole de él.
Le miré a los ojos y a los labios, cada segundo alternando a los mismos lugares, hasta que Colton se decidió en besarme.
Cerré los ojos para que ese momento de ternura fuera aún mejor, más intenso,más apasionado...
Pasé mis manos sobre su suave pelo, mientras tanto su lengua rozaba continuamente la mía.
De pronto sus manos tocaron mis caderas y sentí como se me erizaba la piel con cada movimiento suyo.
Escuché como Andrew carraspeaba, pero lo ignoré por completo, sumergiéndome cada vez más en aquel beso.
El deseo nos iba consumiendo poco a poco, pero el sonido de la puerta nos interrumpió.
-¿Abby?-Olivia se sorprendió y luego soltó una risa no tan silenciosa como ella esperaba.
Alejé a Colton de mí, los dos chicos  nos estaban observando, tronchándose de nuestra reacción.
-Olivia, que alegría verte por fin fuera del hospital.-Anuncié.
-Si, me han dado el alta hace unas horas.-Sonrió cerrando la puerta.-Keira aún no ha llegado ¿Sabes dónde puede estar?
-No le faltará mucho.-Pensé en la excusa que me dijo antes en el baño, será cara dura.
-Entra cuando quieras.
Cuando se hubo alejado lo suficiente, volví a los brazos de Colton, pero esta vez solo para abrazarle.
-Cuantas muestras de cariño, os vais a ver mañana.-Spenser, tan imbécil como siempre.
-Nunca vienen mal.-Respondí.-Y al final, quitando lo sucedido, ha ido bien la cosa, pensé que...Bueno ya os hacéis a la idea...Que se torcería.
-Nosotros somos buenos. Solo tienes que conocernos.
-No lo sé, pero como ambos os comportabais de esa manera tan estúpida pues eso...
-Quizás deberíamos quedar mas veces.-Propuso.
-Si, si.Venga ya lo iremos viendo.-Dijo Colton de brazos cruzamos.
-Hasta mañana, amor.-Le dí otro beso pequeño y abrí la puerta.-Adiós chicos.
Cuando la puerta estuvo de nuevo cerrada, me apoyé en ella y bajé a sentarme en el suelo, recordando aquel cálido beso.
Pero esos pensamientos duraron poco, Keira abrió la puerta de repente y yo solo pude caer de espaldas al suelo.
Me dí un fuerte golpe en la cabeza.
-Perdóname Abby, no pensé que...-Cuando pude enfocar la mirada me dí cuenta de que ella y Tex se estaban riendo.
-¿Muy gracioso, no? Anda que me habéis ayudado.Pero no... Que va... Ellos se ríen y a Abby que la den.-Fruncí el ceño.
-¿Estás bien?-Tex me tendió la mano.
-Gracias ,alguien que por lo menos se preocupa.-Le rechacé y me incorporé yo solita, colocando mi mano en la cabeza a causa del dolor.-Vuelvo para dentro, ya que os dejo partiros de risa a solas.
Me dí la vuelta y Keira me abrazó por la espalda y no pude evitar sonreír.
-Venga ya está, os perdono ,pero dejarme que me vaya a la cama.-Miré el reloj, las las once y media, bostecé.-Buenas noches.
-Espera, que entro contigo.
No la hice caso, rápidamente fui hacia las escaleras y desaparecí entre la oscuridad.                                      Con el pulso a cien por hora, fui al baño.
Me solté el pelo y lo peiné lo más que pude, luego me quité el maquillaje mientras la puerta se abría cuidadosamente, olí un ligero aroma a colonia de coco, la que solía usar Keira.
-Buenas noches, ya veo que al final si tenía razón.-Dije a modo de saludo.
-Algo de razón si, pero no toda.
-Está bien,amiga. Cuéntame en que tenía razón.-Le dediqué una sonrisa pícara.
-Tex y yo nos hemos convertido en algo más que amigos.-Hizo una pausa y se acercó a mi.-Siento haber usado de excusa eso, pero ni yo sabía que él se iba a lanzar.
-No te preocupes, me alegro mucho por ti. Yo en cambio, no lo he pasado muy bien.
-Me imagino, después de haber pasado algo de la noche con ellos.-Me miró de un modo extraño.-Yo pensé que estarías más tiempo juntos, ya sabes...
-Sí, pero algo paso.
-¿Quién te hizo daño? Le romperé los dientes si hace falta.
-Yo se la tengo jurada.-Me lavé la cara y miré fijamente como el agua se vaciaba del lavabo.-Nos quieren matar. ¡El sujeto! El gilipollas que ha acabado con la vida de tres personas, quiere matarnos a mí y a Colton. Está noche no ha sido muy tranquila que digamos; ha habido un tiro que ha dado a una persona inocente que solo se estaba divirtiendo.
Keira se llevó las manos a la boca.
-¿Ha muerto?
-Por suerte, no.-Respondí.-Colton le salvó la vida.
Ella se colocó enfrente de mí, de tal manera que pude mirarla a los ojos, y segundos más tarde me abrazó con fuerza.
-Vas a mandar a la cárcel a ese hombre. Y yo voy a estar ahí para ver tu cara de alegría cuando lo hayas hecho.
Cuando salimos del baño, Keira se puso el pijama y se metió en la cama.
-¿Vas a dormir así?-Arqueó una ceja.
-Ah..No, ahora me cambio.-Lentamente fui cambiándome de ropa para ver si ella se quedaba profundamente dormida.
-Venga, pareces una tortuga.-Bostezó.-No tengo toda la noche para esperarte. Buenas noches pequeña.
-Hasta mañana Keira.
Me miré al espejo de su habitación, me había puesto una camiseta de manga corta blanca, con un gato en el centro de ella ,luego unos pantalones cortos de chándal que también eran blancos.
Ahora solo me faltaba esperar.
Pensé de donde sacaría yo algún coche para ir, y sin previó aviso Andrew me vino a la mente,bueno mas bien su harley.