Extra uno

Chelsea

     Querido padre:

   Siempre me pregunto cosas, todos los malditos días de mi vida, y esas cosas logran carcomerme el cerebro, como cuando las avispas atacan a las flores, solo con el fin de alimentarse y no caer en la muerte. Me interrogó del porqué de mi existencia, de mi vida, de mi camino… de las razones por las cuales tú me has despreciado desde el momento en que vine al mundo, o al menos, tú mundo. No era mi intención nacer defectuosa, sin poder, sin nada que un extraterrestre normal hubiera querido en su cuerpo. No estaba en mis manos nacer de esta forma, tampoco quise ganarme ese notable fastidio que evidenciabas hacía mí.

   Mi madre siempre intenta animarme con palabras dulces, pero aunque lo haga cada vez que puede, no logra que deje de odiarme. ¿Por qué me siento de esta manera?, ¿Por qué no puedo soltarlo y ya, como se sueltan a las cosas banales? Tal vez, si hubiera sido como ella, como Lara, solo tal vez… tú me hubieras querido.

   Todavía recuerdo los rincones de la Luna Azul, sus jardines y rosas, sus calles y sus hermosos cristales lunares. Lo guardo todo en mi mente, repitiéndolo como una película vieja y entretenida, deseando verlo y tocarlo en persona. Amó a mamá, la quiero más que a nada en este loco mundo, y quisiera ser una mejor persona para ella, que no se decepcione de mi cuando escucha que golpee a alguien débil, que no lloré a la hora de verme frente al espejo, que ya no suspire cuando le avisé los miles de castigos que debo de cumplir en la escuela.

   ¿Por qué no puedo, simplemente, tranquilizarme? ¿Por qué rayos tengo una ira imposible de apagar? No la controlo, padre, lo intentó, pero es como un fuego que arde en mi interior, uno que nunca se apaga, y que quiere seguir incendiando todo a su paso. En los pasillos de la secundaria me temen, no quiero que me teman, no deseo hacer daño, pero no puedo evitarlo: es como ser otra persona, como un fantasma que logra manipularme cuando se lo permito, que es todo el tiempo. Pese a eso: lo disfruto, disfruto de hacer que lloren, disfruto de ver moretones en sus rostros, disfruto que me supliquen que no los lastime más. ¿Y sabes que es lo peor de todo? Que yo sufro después de unos instantes, que yo derramo mares por haberlos dejado con esas heridas causadas por mis demonios, que grito por las pesadillas que tengo con ellos, cuando me buscan con el fin de sentenciarme. Lo detesto, lo odio, lo aborrezco… tal vez algo estuvo mal en mí desde mi niñez, tal vez pasó algo conmigo y tú y mamá no se dieron cuenta, o tal vez… solo quiera escapar de mi misma, y la única manera de hacerlo, sea esa.

    Te extraño, aunque no lo creas, te extraño como se extraña el calor en el invierno. Es horrible, porque tú no lo sabes, es terrible, porque si llegas a enterarte de que tengo esos sentimientos por ti, me echaras mierda asquerosa que no estoy dispuesta a pisar. Aun revivo todas esas veces en las que me lastimabas con el látigo, aun puedo sentir la sangre oscura derramándose por mis piernas, aun llegó a escuchar los gritos de mi madre, pidiéndote a todo pulmón que pares, y aun veo tu cara, mirándome como al ser más inservible de la galaxia. Como era de esperarse, nunca parabas con tus reprimendas, con tus insultos y con tus amenazas, y gracias a eso, mi mente es un poso de imágenes podridas que, a la hora de dormir, siempre logran alinearse para crear una película maldita. El dolor era como el inframundo: frío, caliente, oscuro, maloliente, y no lo podía explicar, porque, ¿Cómo le explicas a las personas que tu padre te golpeaba con un látigo eléctrico?, ¿Cómo le explicas a las personas que tu padre hacía tal atrocidad, solo porque no te parecías a tu hermana?, ¿Qué cumpla tengo yo de haber nacido así, tan simple y frágil?

    Hay esta otra vez: las ganas de gritar, de llorar, de tirar todo contra la pared, solo por el simple recordatorio de no ser parecida a Lara, de no tener una habilidad, un poder que me defina como extraterrestre. En estos momentos, en estos instantes del carajo, solo me hago rollito en mi cama, me cubro con las frazadas y lloró hasta que el cansancio me ciegue. Y quien sabe, posiblemente las olas de los sueños tengan piedad de mi esta noche, y al final, logre descansar un poco.

Tuya siempre, Chelsea.

¡Hola, hola, mis mundanos de Booknet! Espero estén muy bien :D. Como podrán haberse dado cuenta, ya empezamos con la publicación de los caps extras, los cuales trataran de dos personajes secundarios: Chelsea y Peter. En total, serán seis, siendo este el primero: por favor, no olviden dejar un comentario, una estrellita y su follow, para que así no se pierdan ninguna de mis novelas. Gracias por la paciencia, por las lecturas y por todo su apoyo ;). ¡Hasta luego!

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Besos infinitos, G.S

PD: estos capítulos serán un poco cortos, y en general, cada uno será en formato carta. ¿Qué les parece?