Extra dos

Peter

   Querido diario:

   Una vez, C. S. Lewis escribió: “Hay mejores cosas por delante de las que dejamos atrás”. No sé si tenga razón, y no sé si en un futuro lejano las cosas mejoren, pero por ahora viviré cada día teniendo expectativas más altas que las horas anteriores. No tuve ningún diario antes, y te diré una muy buena justificación: siempre ha reservado los sentimientos para mi persona, no soy alguien que se los diga a amigos, incluso mis padres no saben que te tengo entre mis manos, pero cuando te vi en la vitrina, supe que debía de comprarte, porque sentía que ya era hora de enfrentarme a mis emociones, aun cuando estas solo estuvieran escritas, más no dichas por mi lengua.

   ¿Por dónde empezar? No tengo mucho que decir, ¿Debería presentarme? No lo sé, solo eres un cuaderno, con hojas, líneas y márgenes… pero supongo que le damos mucho significado a cosas que suelen ser algo tontas. De todas formas, sabrás mi nombre al final de este escrito: ya que me gusta el toque que ciertas despedidas suelen dar a momentos oportunos. Mmmm… ¿Qué más podría decirte, amigo? Ya sé: pero, antes de contártelo, ¿Prometes que no me juzgaras? Porque esto me da miedo, la sensación que sentí hoy, fue algo que mi cuerpo nunca antes había experimentado: así que por favor, déjame hablar primero, y luego haz lo que quieras con tus opiniones.

   La clase de Educación Física estuvo normal: sudor, mal olor y la sensación de los cambios hormonales en todos nosotros, sé que apenas estamos en la primaria, pero ciertos individuos comienzan la etapa del desarrollo mucho antes de que lo quieran, porque así es la vida, y así es el cuerpo humano: sufre cambios en una etapa de la vida, y al final, esos cambios son para bien. Sin embargo, los que vi hoy no me parecieron normales: posiblemente sea mi mente y mi alucinación ya que después de hacer cualquier esfuerzo físico, siempre hay mareos, pero es porque mi respiración es pésima (en mi defensa, sigo practicando en eso)

   Como siempre que pasaba al sentir el mundo moverse bajo mis pies, fui al baño: las náuseas atormentaron mi estómago… ¿Puedes creer que aún no las controlo? Es increíble, y eso que mi madre me ha ayudado en cuanto a consejos, pero como siempre, los hago mal. Mi padre también, pero él dijo una vez que si no podía por mi cuenta, que fuera a la enfermería: que pedir ayuda era una opción viable, y sana cuando te estabas casi desmayando. ¿Sabes cuál fue mi respuesta mental? “No”: no quiero que nadie me ayude, al menos no cuando sé que puedo resolverlo sin que nadie me socorra. ¿Sigo… o hasta aquí? Tal vez debería de seguir, ¿No?

   Muy bien: sigo. En los primeros segundos, cuando mi cabeza está cerca del lavamanos, pensé que las arcadas atacarían, pero no fue así (y créeme, eso hubiera sido mejor que lo siguiente): las luces comenzaron del baño comenzaron a titilar, como si la electricidad del colegio estuviese fallando. Pensé que era algo normal: ya sabes, a veces algo puede salirse de nuestras manos, es algo que no se puede controlar. Pero ahí estaban otra vez: apagándose, encendiéndose, apagándose, encendiéndose… y me aterroricé, porque iban al ritmo de mi respiración acelerada. ¿Qué rayos pasó?, ¿Por qué los focos hacían eso, como si trataran de asustarme? Ni idea, no tuve ni la más remota idea en el momento.

   Di vueltas, todas ellas en el mismo sitio: y paré cuando me vi en el espejo. Mi reflejo me decía algo que mi cerebro no podía interpretar, o quizás solo buscaba evitarlo, no lo sé con exactitud. Mis ojos… mis ojos estaban amarillos: y no tengo los ojos amarillos, pero al parecer, en ese instante, sí. Sacudí la cabeza, queriendo que todo eso no fuera real: una, tres, cuatro, cinco veces… hasta que el silencio me dio la bienvenida. Abrí los ojos con cuidado, en preparación para cualquier cosa: las lámparas estaban bien, sin fallar. Respiré como hace unos minutos, y ya no había movimiento coordinado, me miré una vez más… y estaba bien: al menos mis ojos ya estaban como siempre.

¿Crees que todo eso fue un inventó mío?, ¿Crees que ya estoy entrando en la locura?, ¿Crees que debería contarle a papá… a mamá? No sé qué hacer, pero por ahora: prefiero guardármelo para mí, tal vez solo fue una alucinación.

Atentamente, Peter.

¡Bienvenidos sean a un nuevo extra, mis queridos mundanos! Lo sé, lo sé: volví a ausentarme, y de verdad lo lamento, pero en mi defensa, muchas cosas han sucecido en mi linda existencia, así que tuve que atenderlas primero antes de sentarme a escribir jajajaja. ¿Cómo están? Muchas gracias por las casi dos mil lecturas: de verdad que lo aprecio mucho. Por favor, no olviden seguirme en mis otras redes ;). ¡Nos vemos dentro de poco!

*Redes sociales*

◼Instagram: @ginashield

◼Facebook: @shield.gina

◼Tik Tok: @gina.shield

◼Wattpad: @GinaShield

Besos infinitos, G.S

PD: ¿Qué opinan de estos personajes?, ¿Cómo los definirían?