La Siesta

Salí de la habitación y solo llegue a ver a la niña como se alejaba mientras tarareaba, tras de ella solo se veían las gotas de sangre al caer.

Mi mente ya se encontraba totalmente agotada, los horrores y  todo lo que estaba viendo era asqueroso y repugnante. Aun no podía creer que existían ese tipo de torturas e incluso estando en una utopía. Se supone que vivimos en la mejor URBE.

Mi cuerpo temblaba y mi corazón se aceleraba, podía sentir como cada una de mis venas y arterias se hinchaban, la presión se me subía y bajaba constantemente….

Pero que hago recostado en la pared, mis manos me duelen, ¿acaso sufrí un desmayo? Me siento algo lento, todos mis huesos me duelen y empiezan a tronar, como si hubieran estado en constante uso… veo que todo mi cuerpo está completo, empiezo a contraer mi cuerpo y no encuentro ningún daño a la vista, creo que solo me quede dormido en una mala posición. Pero no sé por qué siento que me sigue doliendo el cuerpo, más no veo nada, todo esto es muy raro

Todo está muy silencioso por aquí, no logro escuchar, ni percibir los gritos de dolor y desesperación.

-eso es porque solo estamos tu y yo.

-¿Quién eres?  (Giro mi cabeza de derecha a izquierda, buscando de donde venía esa voz)

-eso no te lo puedo decir, pero es en vano que me estés buscando.

-mi oídos y el resto de mis sentidos están desarrollados, solo es cuestión de cerrar los ojos y concentrarme (cierra los ojos y se concentra) Te encontré!!! Estas en mi cabeza, aunque es curioso

-siempre supe que eras alguien notable, siempre quise experimentar contigo, pero nuestra querida Princesa, siempre se opuso a que te hiciera algo.

-¿Cuál Princesa?

-entonces el rumor es cierto, la verdad no lo puedo creer.

-¿Que rumor?

-se rumorea que la Princesa, te dejo de lado y te abandono a tu suerte en las Cuevas de Antares

-¿Cuevas de Antares? ¿Así se llama este lugar? ¿Quién construyo toda esta locura?

-creo que estás jugando conmigo, pero me gusta divertirme, aparte yo tengo todo el control.

-¿Cuál control?

-todo esto es gracias a ti, tu bautizaste este lugar, yo era una de los psicólogos de este lugar, me pediste encarecidamente que te apoyara en la construcción.

- yo no recuerdo nada de ello la verdad, y la verdad yo creo que tú estás loco

-tu no conoces la locura, nadie lo conoce!!! Y si quieres saber algo, tu hace me enseñaste sobre la locura y una de las frases que siempre ronda en mi cabeza, fue gracias a ti “La locura es lo único maravilloso en este mundo de mierda” esas fueron tus palabras mientras reías a todo pulmón

-yo jamás diría algo tan irreal como ello

-tu no conoces que es lo real y lo irreal, nadie lo sabe. La verdad no te pareces en nada a lo que te recuerdo, hasta Nelida tenía miedo de ti y no sé qué es a lo que temía?  Tú eres patético.

-¿Nelshu? ¿Nelida? Eso no tiene sentido, ella jamás permitiría todo esto, ella es una de las pocas féminas que considero una verdadera amiga

-eso es cierto, ella jamás iba a permitir todo ello, recuerdo que fue una de las que te enfrentó cuando la Princesa llego a tu vida, ella era tú mano derecha, pero tú la desplazaste cuando la Princesa llegó, vi como tú te subordinaste ante ella, y a mi querida inspiración, mi Nelida simplemente la apresaste, yo no pude hacer nada ante ello, solo pude ver como se alejaba de mi vida mientras lloraba por dentro

-yo nunca le haría daño a ella, yo jure que como Christian nunca haría daño a ninguna fémina

-¿Christian? ¿Acaso no eres Alexander?