Las mentiras de Adrián.

CAPÍTULO 6.

Acusaciones.
Parte II.

POV. DEBRAH.

—¿Quién es ese? —escupió Ashton.

Miré hacia donde su dedo apuntaba y vi a un chico con capucha negra observando nuestra mesa. Su rostro se me hace difuso por la distancia, pero no hay duda de a quién estaba mirando.

—Un nuevo pretendiente de Nova, creo —respondió Scott sin mucho interés.

Hay mucha gente hablando, el ruido me aturde, y la vergüenza que me generan los nuevos rumores me da ganas de irme a esconder con Lala, la cocinera de la cafetería.

—¿Por qué estás tan callada? —Nova rompe mis pensamientos, acariciando mi cabello.

Está sentada sobre la mesa, con la cabeza de Rafa en su regazo como si fuera su mascota.

—Es que... hay un rumor sobre nosotras —digo, sintiendo cómo el peso de sus miradas recae sobre mí.

Megan y los demás giran su atención, excepto Nayet, quien sigue absorta en su teléfono a mi lado.

—Se dice que... tuvimos un trío —suelto, con un hilo de voz apenas saliendo de mi garganta.

El silencio se apodera de la mesa por un breve instante. Los ojos de mis amigas se clavan en mí, escudriñándome. Rafa frunce el ceño, claramente confundido, mientras que Ashton abre la boca para decir algo, hasta que Nova explota en fuertes carcajadas.

—¿Y te preñé?

—¡Nova! —chillo con las mejillas encendidas—. ¡Estoy hablando en serio!

—Estoy aquí, ¿no? Te prometo que lo que tuvimos no fue solo un polvo.

—¡Megan, dile algo!

Pero ella también se reía de mí.

—Lo siento, pero no puedo —seguía riendo, apoyándose en Isaac para no caerse.

¿Cómo es que no les preocupan los rumores?

—¿Les digo quiénes sí pudieron haber tenido un trío? —motivó Nova, y Rafa le salta encima rápidamente, cubriéndole la boca.

¿En serio solo a mí me afecta? Tener una mala reputación no me ayudará en las votaciones para líder de las porristas.

—Sabes que no hiciste precisamente eso, ¿verdad? —murmuró Nayet en mi oído.

—Ese es el problema, sigo sin recordar nada —admito, sintiendo que mi voz tiembla mientras los recuerdos de esa noche vuelven a acosarme.

De repente, en su frente se asoma una vena, de esas que surgen cuando contiene la rabia que no puede expresar.

—Tú me encontraste en la playa, ¿sabes lo que pasó?

—No —su tono fue cortante.

—Pero...

Nayet tomó su bolso, levantándose de la mesa sin reparar en nadie.

—¿Nayet? —llamó Nova, para luego dirigirse a mí—. ¿Se molestó?

No supe qué responder. Hasta yo estaba sorprendida por su reacción, como si Nayet supiera algo que pasó esa noche y no me lo quisiera decir.

POV. NOVA.

Nayet sigue sin regresar y la hora de almuerzo esta por acabarse.

Desde la distancia, observo y analizo al grupo de amigos. Están a solo dos mesas de mí.

Miro a Rafa y se levanta, yendo hacia Carolina. Ella se ruboriza de inmediato; es obvio que ha estado esperando este momento, el instante en que su crush le invite a estar "a solas".

Lo que hagan no me interesa, solo la necesito lejos para actuar.

Cuando Carolina desaparece Megan me voltea a ver y es mi momento para acercarme.

—¡Hola! —saludo, sentándome de una encima de la mesa.

—¡No-Nova! —balbucea un chico regordete, sonriendo nerviosamente.

—Hola, Ignacio —respondo, y su rostro se pone al rojo vivo al instante.

—¿Sabes mi nombre?

—¡Obvio! Nos vemos todos los días —miento sin pestañear; en realidad me enteré de su nombre hace poco—. ¿Cómo están, chicos?

Varios responden, pero noto que hay alguien que no lo hace.

Ella es la que más me importa.

—Bella, ¿te sientes bien? —pregunto, adoptando un tono preocupado.

—No, es solo que...

—Te preocupa el rumor que anda rodando por ahí, ¿cierto?

Isabella asiente, visiblemente afectada.

Lo sé, porque después de que Carolina nos acusara y confesara que fueron sus amigos quienes se drogaron, me aseguré de que ese rumor se expandiera, poniendo a sus amigos en la mira de todo Belmont.

—¿Si sabes que los rumores son mentiras que solo los tontos se creen? —Levanté su rostro, intentando ocultar mi repulsión ante la cantidad de acné en su cara—. Mírame, dicen que ando con Nayet, ¡que es mi mejor amigo! y que Megan es lesbiana.

—¿No lo es? —exclamó una chica.

—Lamento desilusionarte —sonreí.

—Y... ¿por qué viniste? —preguntó otra chica, pero no me lo tomé a mal; también me sorprendería si fuera ellos.

—Seré directa: Carolina me hizo una acusación bastante pesada, y quiero gastarle una broma.

—¿Y nos necesitas a nosotros?

Que listo es el gordito.

—Mis amigas no me apoyan, pero no lo puedo hacer sola. así que les pido que no le digan nada, por favor.

Ellos, no se lo pensaron ni un segundo. Fue como si en el fondo, ya lo tenían planeado.

—Ja ja ja, bien, hermosa, ¿qué quieres que hagamos?

Hice como si lo estuviera pensando.

—No pensé que llegarían tan lejos. Supuse que se negarían.

—Ódienme si quieren, pero después de que Carolina nos metiera en un reverendo problema, yo sí quisiera hacerle una broma —admitió uno de los chicos, encendiendo el ánimo del grupo.

No puedo creer que sea tan sencillo.

—¿Qué tal si fingimos que ve fantasmas? —propuse, con una sonrisa traviesa.

—Es un poco infantil —objeta uno.

Oh, créeme que no lo será.

—Y ella no se lo creería —objetó alguien, pero el desafío estaba en sus ojos.

—Pero vale el intento —insistí.

—¡Bien! te ayudaremos —aceptaron, uno a uno.

Para amigos como estos, ¿quién necesita enemigos?

POV. NAYET.

¿Cómo es que aún no se acuerda?

¿Cómo demonios pueden seguir sin recordar?

¿Qué clase de porquería habrá tomado Debrah para olvidar todo lo que ocurrió esa noche, todo lo que le dije?




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