Las puertas del Inferis

•3. HARRY POTTER•

"Debí haberle adorado mucho antes"
Hozier – Take Me To Church

⚜️

LEA

Siempre supe de ella, pero nunca tuve la suficiente valentía para unir cabos y darme cuenta de lo que tenía frente a mí.

La existencia de la magia y un mundo sobrenatural no es algo incoherente en mi cabeza, porque he tenido suficientes pistas a lo largo de mi vida.

La primera vez fue cuando tenía ocho años. Hacía ya dos que Alanís me había adoptado y regresábamos del centro hacia casa tranquilamente, pero un auto se nos vino de frente e inevitablemente iba a atropellarnos.

En ese momento, una fuerte oleada de viento obstaculizó mi vista y cuando logré ver nuevamente, el otro vehículo había salido disparado hacia el otro lado de la calle.

Cuando tenía once, hice mi primera cometa. Me adentré al bosque para hacerla volar, pero no funcionaba, porque ni siquiera había un suspiro de viento. Cuando Alanís llego a mi ayuda, ráfagas perfectamente ordenadas apareciendo de la nada, haciéndome feliz.

Muchos momentos en los que Alanís me dio pistas de su naturaleza llegan a mi mente. Me encorvo y abrazo mis piernas en la cama.

No estoy muy segura en qué lugar estoy, pero sé que está relacionado a Mael por lo poco que logro recordar.

Juró protegerme y está cumpliendo su promesa.

Pero saber que esta comenzaba a regir con la muerte de Alanís me parte el alma.

Mi protectora, madre, abuela y ángel guardián, dejó esta tierra hace apenas medio día y siento que fue hace una eternidad.

El recuerdo de su rostro calmado envuelto en una nube negra me perturbó toda la noche, y es la razón por la cual he despierto a estas horas del mediodía.

No sé si vendrán por mí o si debo abrir la puerta y descubrir que hay afuera de este lindo cuarto.

Las paredes son altas y de un color claro, como lo son las cortinas, los muebles y la cama. Es un lugar angelical, pero a la vez misterioso.

Sobre una silla elegante se encuentra doblado un pantalón negro y una camisa blanca.

Las puertas del baño están abiertas y el cuarto es tan deslumbrante como la habitación.

Tomo una ducha para distraer mis tristes pensamientos y voy a ponerme las prendas que me han dejado.

Me avergüenzo cuando noto la ropa interior de mi talle, ¿cómo lograron saberlo?

Termino de cambiarme, me dirijo a la puerta y cuando estoy por abrirla me encuentro con una chica, quizá de mi edad, a punto de tocarla. 

La observo, tiene unos deslumbrantes ojos celestes y un largo cabello negro atado en su cabeza.

Lo que más me sorprende es su vestimenta, lleva una larga y espantosa pollera lisa y un suéter de lana, con un rosario colgando de su cuello.

- Disculpe señorita, yo solo venía a traerle su almuerzo-. Dice vergonzosamente mientras su rostro se pone rojo.

- No es necesario, solo quiero ver a Mael- sueno dura al decirlo, pero la verdad es que no confío mucho en las personas siendo que mi novio resultó ser un loco asesino de abuelas.

- No creo que pueda hacer eso señorita, tengo ordenes de traerte la comida a su habitación y asegurarme de que esté bien- balbucea con la cabeza gacha.

- Entiendo, estás diciendo que tengo que quedarme encerrada aquí, en un lugar totalmente desconocido y comer feliz sin darle importancia a lo que está pasando. –contesto enojada.

-Eso no es lo que... que...- responde con miedo -señorita, es no...

-Deja de espantar a nuestra invitada Halyna, la estas asustando demasiado.

Giro la cabeza y veo venir a una joven mujer de cabello anaranjado de impresionante belleza y orejas sorprendentemente empinadas. 

Ella parece notarlo y sonríe, lo cual causa que me sienta incomoda.

- Soy Dagny, Elfa nórdica y desde hoy, tu nueva amiga- estira su brazo con entusiasmo hacia mí, lo cual me parece muy tierno y correspondo el gesto.

- Yo soy solo Lea Berycloth, sin nada más- río y le sonrío con honestidad.

-Por ahora Lea, no creo que seas una humana normal siendo la nieta de la mismísima Alanís Berycloth. - Responde elevando sus cejas.

La mención a mi abuela me entristece y mi rostro cambia rápidamente.

-No lo creo, no llevo su sangre. - digo vagamente mirando el suelo.

-Mael tampoco lleva la mía y sigue siendo mi hermano menor-. Responde desviando el tema. La mención de Mael me hace levantar la cabeza y al notar mi interés agrega –él no se encuentra ahora aquí, pero tiene las mismas ganas de verte que tienes tú. Ahora come así puedo revisar tus heridas mientras lo esperas.

⚜️

Mis lastimaduras sanaron completamente cuando Dagny se encargó de ellas.

Me contó, mientras almorzábamos juntas en la habitación, que está aquí desde hace muchísimos años. Los padres de Mael la rescataron de una cacería humana de actividad paranormal, cuando ellos aún tenían vida.

No dejé pasar la oportunidad y cuando me sentí cómoda saque a la luz el tema que daba vuelvas en mi cabeza.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? – dije lentamente y Dagny dirigió su mirada hacia mí.

- ¿Solo una? Lea en tu lugar ya me hubiera dado un colapso nervioso con todo lo que estás viviendo, por supuesto que puedes-. Su repuesta le dio paso a un millón de incógnitas que se habían formado en mi mente.

-Es sobre Mael y todo lo que está sucediendo. ¿Qué se supone que es él? ¿De qué debe protegerme?- Pregunté con miedo a su respuesta.

Dagny río levemente para luego mirarme y decir.

-Muchas cosas que podrían contarte sobre Mael Gastrell y a su vez, ninguna podría terminar de definir lo extraordinario de su persona-. Comentó sonriendo para luego agregar- pero lo que sí podría explicarte, es cual naturaleza.

- ¿Su naturaleza? - Pregunté confundida. Hasta donde había entendido y aún que sea una locura, la naturaleza universal era nórdica, eso explicaba la existencia de Dagny. -¿Acaso no es la misma que la tuya?




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