Las puertas del Inferis

•5. LA RESPUESTA ES NO•

"Solo entonces soy humano, solo entonces soy puro"
Hozier – Take Me To Church

⚜️

MAEL

La noche ya había caído en la mansión cuando llegué. Dagny estaba sentada aguardando por mí, como siempre.

-¿Cómo está ella?- Pregunto sin siquiera saludarla.

-Buenas noches Mael, también te extrañé. Me encuentro bien, ¿y tú? -Responde sarcásticamente con una sonrisa en su cara, pero no estoy de humor para bromear y lo nota.

-Lo siento Orejitas, las cosas no salieron como quería- digo y voy abrazarla con fuerza.

La verdad es que estoy desbastado, no sé qué haré sin el apoyo del Consejo. Estas cosas siempre suelen verse fáciles, pero jodidamente no lo son. Tengo una presión muy grande sobre mis hombros. De mí depende la vida de Dagny, la de Lea y de toda la humanidad.

Aunque quiera negarlo, este problema me sobrepasa, va más allá de mis capacidades o lo que pueda hacer como un simple hechicero. No tengo la menor idea de cómo cerrar unas puertas infernales, ni qué puedo hacer para lograrlo.

Los problemas se escapan de mis manos y me es imposible retenerlos. La desesperación me quema las entrañas. Un paso en falso y mi cabeza será un banquete fácil no solo para los infernales, sino también para el Consejo.

Una lagrima me traiciona y resbala por mi mejilla. Estoy mucho más afectado de lo que pensé. Dagny la quita con suavidad mirándome preocupa.

-¿Qué pasó en el Consejo?- interroga tras un silencio.

-Qué no pasó debería ser la pregunta.

Me lanza una mirada de reproche. Carraspeo mi garganta y me dispongo a relatar lo que sucedió en el condenado Consejo de la Supremacía.

Horas antes del mediodía llegue a sede de Marruecos donde se había programado la urgente reunión. En mi carta había sido breve pero preciso, exponiendo lo justo y necesario (sin mencionar a Lea) para que los líderes tomar alguna postura antes de llegar a la embajada o la comuniquen por medio de sus representantes. Expresé mi preocupación por la alta actividad infernal en la tierra, insinuando la apertura del Inferis como principal causante.

Pero el reino de los Infiernos nunca antes fue abandonado por su creadora y mucho menos abierto, dejando en desventaja mis palabras.

La reunión fue intensa, no lo negaré. Es difícil que seres prehistóricos y arcaicos comprendan que, por primera vez en su existencia, alguien superior a ellos los había dejado en la deriva. Desconozco la razón por la cual la creadora lo ha hecho, pero no me parecería extraño si es para castigar a estas basuras. Mi petición era simple, unir la fuerza de todas las naturalezas para intentar juntos cerrar de alguna manera las puertas del Inferis.

Tras horas de esfuerzo de intentar que la definición de "destrucción" y "apocalipsis" entre en sus cabezas, la votación general dio como resultado el rechazo a mi pedido.Los idiotas no creyeron mis palabras. Ahí murió mi plan para salvar el mundo y también mi paciencia. Recuerdo lo fácil que me fue decir la verdad en sus caras y lo gratificante de verlos impactados y ofendidos.

Era claro que intentaría hacer las cosas por mi cuenta, aunque significara ser un traidor. Sin embargo, el repentino apoyo del dios del fuego me tomó por sorpresa. Nunca pensé en formar "un equipo rebelde".

Pero Nusku siempre estuvo del lado "rebelde", desde mucho antes que yo naciera.

-Seremos un hechicero, una ninfa y un dios del fuego traidor contra todos los infernales, los ejércitos de los supremos y cualquier ser con un par de piernas que se nos cruce e intente asesinarlos. – Dagny sonríe al decirlo. -Perfecto, números muy optimistas y alentadores.

-No haremos una guerra Orejas, moriríamos sin siquiera declararla. Tan solo nos enfocaremos en cerrar las puertas y ya.

-Tu plan da mucha lástima Mael- bromea y sacude mi cabello como si fuera un niño pequeño- ¿Has hablando con Esdras? -Interroga desviando el tema.

- No tuve tiempo. De todas formas, ¿cómo lo haría? Nadie tiene idea de donde está-. Respondo.

-Intentaré comunicarme con él, un príncipe vampiro puede sernos de mucha ayuda, ¿no? Al menos para hacer el niñero de tu invitada.

-Solo querría llevársela a la cama o asesinarla para vernos molestos. No debe estar cerca de ella ni de broma-. Niego rápidamente con la cabeza. Imaginar que Esdras se involucre con Lea me parece algo repulsivo. -De todas formas, ¿puedes decirme finalmente cómo se encuentra?

Inevitablemente estoy pensando el ella todo el tiempo y es algo que empieza a preocuparme. ¿Cómo está? ¿Descansará bien? ¿Qué estará haciendo? Son preguntas que rondaron en mi mente todo el día.

-Lea está bien Mael, no debes preocuparte- garantiza.

Un peso cae de mí. Tiro de las hiervas de mi cabello mientras rondo por la sala como un león.

-Oh sí, claro que debo- digo- ¿tienes presente que intentó asesinarla un Strigoi? - le recuerdo.

-Todo esto me parece muy raro, no creo que intentaran asesinarla por simple casualidad- objeta, dejando de lado las bromas y sus cejas se fruncen.

-Tampoco lo creo- respondo sincero.

Una mala sensación entra en mí. Siento la sangre circular en mis manos.

No es casualidad que el novio, o claramente ex, de Lea haya sido un Strigoi. Esa raza de vampiros rumanos es muy poco común y escasa en la tierra. Deben haber sido enviados desde algún infierno para asesinar a Alanís y también a Lea.

La pregunta es, ¿por qué a ella?

La respuesta se me hace visible. No dudo en el amor que Alanís le tenía, pero tampoco creo que la haya adoptado sin motivo alguno. Lea no es una simple humana como ella cree, es una amenaza para la libertad de los infernales.

⚜️

Los grandes ventanales de la planta baja son reflejados por la luz de la luna, el inmenso jardín se extiende fuera de la mansión iluminado y florecido como siempre.




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