En un salón del castillo de Călărași, el ambiente se había tensado, de los seis hombres que se sentaban alrededor de la mesa, cinco hacían lo posible por no mirar al sexto cuyos ojos parecían dos dagas azules de fría ira. Hacía unos segundos, Weiss Salvin había tenido la muy poco grata tarea de informar a Jensy que habían perdido el fuerte Vesting, pero lo realmente grave y lo que tenía a Jensy tan furioso no era la muerte de Gaistok, porque evidentemente aquel sujeto sentía muy poco aprecio por la vida humana fuese esta la de quien fuere, sino que aparte de los Malfoy, en ese lugar tenían a otros dos individuos y por lo menos uno, era de máxima importancia para él.
No era necesario que le colocase un nombre a aquella expresión de desprecio, ya que todos sabían que solo la utilizaba para referirse a la princesita Weasley. Sin embargo, en aquella ocasión no creían que se tratase de él.
Weiss lo pensó un momento antes de dar la siguiente información, porque lo que iba a decir estaba muy lejos de contribuir a mejorar el humor de Jensy.
Tal y como había temido Weiss, la ira de Jensy aumentó en varios grados. Hacía algún tiempo cuando reclutaban personal, se habían topado con John Stuart. Después de la batalla final en Hogwarts y luego de haber sido atendido, John había sido enviado a Azkaban donde tendría que cumplir una condena de varios años por el cargo de traición e intento de homicidio. Sin embargo, debido a sus condiciones la pena se había reducido y había sido puesto en libertad, pero para ese entonces su mujer había pedido y obtenido el divorcio, de modo que John se encontró sin familia, sin empleo y por tanto sin un medio de subsistencia, así que lo único que se le ocurrió fue ir a ver a la viuda de Evan Turel. Irina no era especialmente compasiva, pero por alguna razón le dio albergue y convenció a la ex esposa para que por lo menos lo dejase ver a su hijo. No obstante, tal vez la culpa o simplemente la vida miserable que ahora llevaba, habían convertido a Stuart en una piltrafa llena de resentimiento. Fue así como lo hallaron y Raziel extrajo toda la información útil a sus fines, ya que aquel sujeto había sido Auror y conocía de primera mano sus métodos.
Cuando de manera más reciente habían comenzado a ser atacados en diversos puntos, había dos patrones que se repetían, uno era el ya muy conocido método de exterminio que Jensy le había adjudicado a Louis Weasley, pero otro era que en ciertas oportunidades aparecían sujetos con heridas que tenían unas características especiales y fue cuando Jensy recordó lo que había narrado Stuart con relación a la muerte de Evan Turel, de manera que le quedaron pocas dudas acerca de quién podía ser el autor de aquellas muertes.
Pero eso solo venía a confirmar las sospechas de Jensy en relación a que Weasley estaba trabajando con aquellos mal nacidos, aunque nadie lo hubiese visto. No obstante, tenía asuntos más urgentes de los cuales ocuparse.
Aunque nadie iba a discutir esa orden, ellos se miraron con sorpresa, porque estaban seguros que aquel sujeto no sobreviviría en ese lugar. Selengard era una isla que tenía una única construcción que había sido creada para convertirse en el Numengard de Jensy, pero como éste individuo tenía una mente sádica, aquel lugar era el sitio al que Jensy enviaría a sus enemigos a morir, porque durante el día y sin importar la época del año en la que estuviesen, hacía un calor agobiante, y durante las noches la temperatura estaba bajo cero, aparte de lo anterior, Evil había manipulado una especie de insecto hasta hacerlo mutar y convertirlo en transmisor de una enfermedad que guardaba cierto parecido con la malaria, pero mucho más virulenta y por tanto más letal, de manera que los desgraciados que fuesen picados por aquellos bichos, tenían tantas posibilidades de salvarse como de ir a la luna en escoba.
Jensy fue consciente de los pensamientos de todos y una sonrisa perversa se dibujó en sus labios.
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Editado: 27.06.2023